El acuerdo firmado por Rusia y Polonia sobre los suministros de gas por el gasoducto Yamal-Europa suscita mucha polémica en la Comisión Europea, escribe hoy el periódico digital Gzt.Ru.
Bruselas cree que un contrato a largo plazo suscrito entre el consorcio energético ruso Gazprom y la compañía gasística polaca PGNiG no corresponde a la legislación de la Unión Europea y bien puede aumentar la excesiva dependencia de Europa del gas ruso y poner obstáculos a la realización de proyectos en materia de la diversificación energética.
Sin embargo, los partidarios de la "sociedad abierta", destacan la importancia del citado contrato ruso-polaco porque es el primero acuerdo bilateral sobre el trasiego de gas firmado entre Rusia y un país europeo.
Hace poco, el comisario europeo de Energía, Günther Oettinger, declaró que todos los acuerdos firmados entre Rusia y Polonia deben corresponder al reglamento energético de la UE.
Según varios expertos, un contrato ruso-polaco a largo plazo puede frenar el flujo de inversiones a la exploración de yacimiento de fuentes alternativas de energía, entre otras cosas.
El gasoducto Yamal-Europe se extiende de Rusia a Polonia a través del territorio de Bielorrusia. La gestión del mismo está en manos de la sociedad polaca Europol Gaz S.A., cuyas acciones pertenecen, en un 48%, a la rusa Gazprom, en otro 48% a la polaca PNGiG y el restante 4% a Gas-Trading S.A., una sociedad polaca fundada en 1992.
Según Bruselas, si Europol Gaz seguirá gestionando el tramo polaco del gasoducto y tendrá derechos exclusivos para su uso comercial y soporte técnico, esto impedirá el desarrollo de una competición libre y un comercio transparente.
Las negociaciones entre Rusia y la UE sobre el gas pasaron a ser una prueba de su capacidad de aplicar una política común acordada con la Carta Energética de Europa. Hoy en día, las mayores potencias europeas (Alemania, Francia e Italis) siguen firmando contratos bilaterales con Rusia.
Por su parte, Rusia aunque firmó la Carta Energética, no la ratificó. Por otro lado, los respectivos documentos no regulan la posibilidad de acceder a la tubería.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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