Desde marzo del año
2011, Siria ingresó de lleno en las "revueltas populares" (o
"revoluciones árabes") organizadas en África y Medio Oriente para
desestabilizar a los gobiernos no dóciles al eje USA-UE-Israel con grupos
instigadores entrenados y financiados por la CIA y los servicios y fuerzas
especiales del eje USA-UE-Israel.. (
Ver Revelan que la CIA financia a grupos que operan las
revueltas en Siria ).
Como sucedió en Libia con el derrocamiento
y el asesinato de Kadafi , las "protestas populares" fueron girando lentamente
hacia la "rebelión armada" mientras la prensa internacional acentuaba el
"rostro represivo y antidemocrático" de la administración siria conducida
por Bashar al-Assad.
Después de iniciar un proyecto de remodelación "democrática"
expulsando a sus desgastados dictadores aliados en Egipto y Túnez, EEUU y la UE
(utilizando como pantalla a la OTAN) fueron por el petróleo libio y por una
posición estratégica en el dispositivo del control geopolítico militar en
África.
Todavía estancados en el bombardeo a Libia, con Kadafi todavía vivito,
coleando, y exterminando a los operativos de la CIA en su territorio, en marzo
pasado los cruzados del consorcio imperial "occidental" resolvieron ir por
Siria. Un "peso pesado" del "eje del mal", cuya imbricación con Irán, Gaza y
Libano, terminó convirtiendo a la nueva "revuelta popular" de la CIA en la
gran mecha del polvorín de Medio Oriente.
En
Siria, tanto como en Libia, el objetivo clave es el petróleo y el
derrocamiento de regímenes no adscriptos a la estrategia geopolítica
centralizadora del eje USA-UE-Israel en África y en Medio Oriente.
Bush lo
designó como el combate contra las "dictaduras" del "eje del mal", y
Obama, más progresista, lo llama proyecto de "democratización". El
trasfondo es la "guerra contraterrorista".
La idea de la Casa Blanca, hoy controlada por el lobby
sionista "liberal" con Obama como gerente, es plasmar en la órbita de sus
satélites árabes el "proyecto democracia" renovando la cara del viejo
"orden armado" y terminando con la figura gastada de los dictadores al estilo
Mubarak que generan odio y resistencia popular.
Desde el punto de vista estratégico, las revueltas
callejeras como las desatadas en Túnez, o contra Mubarak en Egipto alimentaron
ingenuamente la hipótesis de una "revolución musulmana" o de un
"levantamiento popular".
El objetivo en ese caso, fue
derrocar al títere, y preservar la continuidad del titiritero. La "salida
democrática" en Egipto no fue una opción islámica , sino una opción concertada
entre la Casa Blanca de Obama, los halcones del Complejo Militar Industrial y la
logia bancaria de Wall Street. Los dueños de Egipto.
En este escenario diferencial,
hay que leer esos procesos que la prensa internacional pro eje USA-UE-Israel
(interesada en deformar y mezclar los acontecimientos) definió en masa como
"revueltas populares en el mundo árabe".
El tablero de operaciones de
la CIA
No es lo mismo Egipto, Túnez,
Yemen, donde la CIA, el Mossad israelí y los servicios británicos operaron (y
operan) para sustituir a dictadores prosionistas gastados y en desuso, por
"procesos democráticos" digitados por Washington, que Bahrein, una base
estratégica de la Quinta Flota USA, donde Irán, a través de la rebelión de la
mayoría chiíta
intenta derrocar a la monarquía aliada de EEUU.
Ni es lo mismo Libia, donde
Muamar Kadafi, un "líbero" experimentado, ex aliado inestable del eje USA-UE,
que negociaba por conveniencia con el "mundo occidental", fue primero
sometido a un bombardeo permanente y luego asesinado por parte de EEUU y las
potencias europeas luego de haber abortado el intento para derrocarlo desde
adentro.
Siria, junto con Libia,
conforman el premio mayor en el tablero de las "revueltas populares"
armadas y organizadas por la CIA, el Mossad y los servicios "aliados" en
África y Medio Oriente.
Pero Siria no es lo mismo que
Libia. Allí gobierna un régimen aliado firme del eje
Rusia-China-Irán-Venezuela, y principal sostén (junto con Irán) de Hamás y
Hezbolá en Gaza y en Libano.
Desde marzo pasado, Rusia y
China se oponen sistemáticamente y abortan en el Consejo de Seguridad de la ONU
todas las maniobras del eje Washington-Reino Unido-Paris orientadas primero a
sancionar y/o aislar económicamente a Siria y luego a lanzar una operación
militar internacional para derrocar al régimen sirio, como lo hicieron con
el gobierno de Muamar Kadafi.
"Los países del Occidente buscan aplicar a la situación
en Siria el capítulo VII del estatuto de la ONU que autoriza el uso de la
fuerza", denunció este martes el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia,
Serguei Lavrov.
Según el analista Pepe Escobar
"Todo el mundo sabe –pero nadie habla de ello– del centro de comando y control
de la OTAN en Iskenderum, en la provincia Hatay de Turquía, cerca de la frontera
siria, establecido hace meses para organizar, entrenar y armar al grupo
abigarrado conocido como Ejército Libre Sirio. Todo el mundo sabe que Qatar,
Arabia Saudí y la CIA asesoran y arman a esos «rebeldes» sirios de la OTAN con
esencial ayuda turca en el campo de la logística y del
refugio".
"Todo el mundo sabe que Washington no aceptará otra cosa
que un cambio de régimen en Siria, a favor de un títere dócil, sub-imperial
(ciertamente no un islamista). Todo el mundo sabe que cada provocación impulsa
la agenda -no tan oculta- de un ataque generalizado de la OTAN y el CCG
contra Siria sin una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU,
soslayando a Rusia y China", agrega.
Las
operaciones de la CIA y de las fuerzas especiales USA-británicas en Siria (que
dirigen en forma encubierta a las bandas "rebeldes" desde los territorios
tomados) siguieron hasta ahora dos pasos concretos:
Fase 1) La "revuelta
popular" (diseñada como la que derrocó a Mubarak
en Egipto) que fue aplastada a sangre y fuego por las tropas del régimen sirio.
Fase 2) La "rebelión
armada" que se fue estableciendo gradualmente en
las aldeas y ciudades, y que este martes se convirtió en el inicio de una
operación de contraofensiva a gran escala que denominaron “Volcán en Damasco-
Terremoto en Siria”. La operación es,
según los "rebeldes" , la primera etapa estratégica para sumir el país en
estado de desobediencia ciudadana total y absoluta.
Por otro lado, miembros del Consejo de Seguridad de la
ONU están consensuando a pasos acelerados el nuevo texto de una resolución
sobre Siria que se intentaría aprobar este miércoles en una reunión del máximo
órgano de seguridad de las Naciones Unidas.
Trascendió que sobre la mesa
hay dos documentos, un proyecto de resolución propuesto por Rusia, que no prevé
sanciones para el régimen de Asad, y otro, británico, que amenaza a Damasco con
la aplicación del capítulo VII del estatuto de la ONU
que autoriza
una intervención militar en el país.
Como sucedió Kadafi en
Libia, la fase de rebelión armada
precipitó un Plan C con la planificación
de una intervención militar internacional
para derrocar al régimen sirio que (por las divisiones imperantes en la OTAN y
la oposición de Rusia y China), todavía no pudo ser ejecutada en
terreno.
La estrategia de
guerra mediática (Todo parecido con
Libia no es pura coincidencia)
La misma prensa
internacional que protegió y
calló las masacres de Israel en Gaza y en Líbano, que silencia a diario los
genocidios de EEUU y la "alianza occidental" en Afganistán, Irak, Pakistán y las
zonas petroleras del Cuerno de África, no ahorra munición pesada para condenar
el "brutal genocidio" del gobierno sirio contra
su pueblo.
Que, en realidad no es el
"pueblo" libio en su conjunto, sino grupos operativos sediciosos que motorizan
las revueltas, armados, entrenados y financiados por la CIA, el Mossad israelí y
los servicios "aliados" de Europa.
Además y como ya lo
hicieron con Kadafi) , promueven el caos y el terror con los supuestos
"arsenales químicos" del gobierno sirio, listos a ser lanzados contra la
población civil, como excusa para una intervención militar de la OTAN y de las
potencias aliadas
Este argumento
instalado a nivel mundial (y ya utilizado para derrocar y matar a Kadafi en
Libia), está sirviendo como justificativo para lanzar la intervención
militar en gran escala por parte de los jefes de Estado que integran el eje
USA-UE-Israel-naciones árabes aliadas.
Según un informe de The
Washington Post, el flujo de dinero para los grupos antigubernamentales que
hoy protagonizan el centro de las revueltas antigubernamentales en Medio Oriente
comenzó durante la presidencia de George W. Bush después de que congelase
oficialmente las relaciones con Damasco en 2005.
Esta financiación siguió con el
presidente Barack Obama, a pesar de que se intentó formalmente restablecer
las relaciones con el régimen sirio. En enero, la Casa Blanca nombró al
primer embajador en Damasco en seis años.
Los cables revelados recogen
las preocupaciones del personal de la Embajada estadounidense después de que la
Inteligencia siria comenzase a investigar los programas norteamericanos en el
país.
Las autoridades sirias niegan que exista en
el país "una revuelta pacífica popular" sino más bien se trata "de la
irrupción de grupos de corte yihadista, terrorista, muy próximos a al-Qaeda,
incluso financiados por Arabia Saudita o elementos de la escena política
libanesa".
Los analistas en general hablan de la existencia de una amalgama de
grupos "opositores" que incluye a tendencias muy diversas, como socialistas,
activistas de "derechos humanos", islamistas moderados y nacionalistas al igual
que blogueros y los llamados ciberdisidentes.
Este mosaico, infiltrado por las redes operativas de la CIA y del
resto de las agencias estadounidenses y "aliadas" sirve como polea de
transmisión de las "revueltas populares" (que luego se convierten en "rebeliones
armadas") que la prensa internacional presenta como "revoluciones
populares" contra tiranías y regimenes autoritarios.
Lo que emerge de Siria, en medio de
la ausencia de periodistas extranjeros que puedan verificar la situación, es
todo un ejército de disidentes que se sirve de internet para convocar a los
opositores o dar a conocer al mundo exterior lo que está sucediendo en el
país, afirma la cadena BBC
Agrupados muchos de ellos en el sitio
electrónico cyberdissidents.org, componen lo que definen como una organización
"dedicada a defender la liberad al promover las voces disidentes. Nuestra
plataforma destaca los textos y las actividades de blogueros disidentes con el
propósito de reforzar su voz y defender la libertad de expresión", añade la
cadena
Entre los ciberdisidentes opera un "ejército electrónico
sirio",o le dijo a al programa de radio The World, coproducido por la BBC,
Ronald Diebert, de la Escuela Munk de Asuntos Globales en la Universidad de
Toronto, Canadá, quien monitorea la situación siria.
De acuerdo con él,
se trata de "gente que opera con un grado de anonimato" y ha actuado como
hacker en "alrededor de 50 sitios electrónicos, con mensajes y envío de
spam".
En Siria, a diferencia de lo que
sucedió en Libia, la CIA está operando la desestabilización del régimen montada
en un enfrentamiento pueblo-ejército cuya evolución y objetivo apuntan a generar
las condiciones para justificar una operación internacional de bombardeos
"humanitarios" como la que lanzaron contra el gobierno de Kadafi en marzo de
2011.
La manipulación
informativa, con la "demonización" del gobierno sirio y el ocultamiento
de los verdaderos objetivos que persigue la alianza USA-UE-Israel (con la
complicidad de Turquía y las monarquías árabes del Golfo Pérsico) resulta
clave para hacer desaparecer el rol del "invasor" (la coalición imperial) y el
rol del "invadido" (Siria y su población que padecen la violencia y los
atentados diarios de los grupos desestabilizadores).
El bombardeo
atomizante con titulares direccionados psicológicamente con las consignas
dicotómicas del "Mal" ( Bashar al-Assad y su régimen) y del "Bien" (la coalición
invasora) traza una cortina de humo sobre los resultantes (las víctimas masivas
y la destrucción del país) y sobre los objetivos (el apoderamiento y control de
Siria).
De esta manera (y
recreando casi mecánicamente sus operaciones en Libia), las grandes cadenas
mediáticas se convierten nuevamente en las mayores legitimadoras y
justificadoras de la operación internacional que está despedazando a Siria
y a su población civil durante las 24 hs.
En este escenario, Siria fue
sometida primero a una "revuelta
popular" digitada desde afuera para derrocar al gobierno, luego a una
"rebelión" armada con toma de ciudades después, y finalmente, como
sucedió en Libia, la alianza imperial planifica una intervención militar
internacional con bombardeos ininterrumpidos y muerte de civiles
inocentes que conduzca al derrocamiento del régimen sirio, aliado de Irán,
Líbano y Gaza.
Simultáneamente, la coalición imperial "humanitaria" mantiene
un bloqueo económico y un aislamiento internacional que acrecienta el riesgo de
una "catástrofe humanitaria" para el pueblo sirio que ya permanece
sometido a condiciones extremas por el aislamiento internacional.
En la concepción maniqueísta y mediática del "bien" y del
"mal" el aparato militar del gobierno sirio actúa (casi exclusivamente)
para "asesinar a civiles" en su objetivo de perpetuarse en el poder, y
una posible y buscada intervención militar de EEUU y de la OTAN solo actuará
en "misión humanitaria" para impedir que el régimen sirio siga matando a
la población civil.
La historia, el para
qué del conflicto, los objetivos y las estrategias que guían a los
actores centrales, desaparecen. Solo hay un proceso de acción-reacción, donde
Bashar al-Assad (el malo) mata irracionalmente y sin causa que lo
justifique, y la coalición imperial y los golpistas internos (el bueno)
solo actúan por causas humanitarias para neutralizarlo o detenerlo.
De manera tal, que el objetivo central de la operación imperial
contra Siria(el petróleo y el control geopolítico y militar), y el
objetivo central del gobierno sirio (terminar con la insurrección interna y
restablecer el control sobre el país), desaparecen de escena.
Y (como ya sucedió en Libia) hay
una
cuestión verificable y estadística: La prensa internacional, sus analistas
superficiales vaciados de cerebro estratégico, no analizan objetivamente los
hechos que están sucediendo en Siria. Solo se limitan a "comentar"
los titulares escritos por las usinas golpistas (las únicas fuentes existentes) y a proclamar
consignas "demonizadoras" contra el jefe del gobierno sirio.
La ONU, los gobiernos mundiales y las organizaciones internacionales
que (salvo pocas excepciones) legitiman con su silencio operaciones militares
diarias de genocidio en masa de civiles en Medio Oriente, África y Asia,
levantan sus voces indignadas para condenar la "masacre del dictador sirio" y
pedir casi a gritos que las fuerzas de la OTAN intervengan para parar la
"guerra civil" y el "baño de sangre".
Operaciones calcadas y de manual
(ya ejecutadas en Irak y en Libia), que solo la oposición sistemática que
realizan Rusia y China en el Consejo de Seguridad y en los foros
internacionales han impedido hasta ahora que los aviones y baterías de la OTAN
lancen sus bombas y misiles "humanitarios" sobre el sufriente y castigado pueblo
sirio.
Y como ya sucedió con la
población libia, el pueblo sirio (indefenso) es la única víctima y variable de
ajuste de la nueva operación de conquista imperial planificada y ejecutada en
Medio
Oriente.
(*) Manuel Freytas es
periodista, investigador, analista de estructuras del poder, especialista en
inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de los autores más difundidos y
referenciados en la Web.