Washington no logró desarrollar su propia tecnología de enriquecimiento de uranio por vía de centrífugas gaseosas.
En otoño de 2015 el Departamento de Energía de EEUU recomendó suspender el proyecto. El desmontaje de la maquinaría comenzará pronto, mientras los primeros despidos se esperan para marzo, reza el artículo.
"La suspensión del proyecto señala el fracaso de los Estados Unidos de utilizar su propia tecnología industrial para enriquecer el uranio con las centrífugas de gas", sostiene.
No obstante, Washington cuenta con un método de enriquecimiento pero es menos efectivo y consume demasiada energía. Se trata del método de difusión gaseosa. La única planta comercial de centrífuga gaseosa en EEUU fue construido por el consorcio Urenco (Reino Unido, Alemania y PPBB) con el uso de centrífugas europeas.
Según varios expertos, la causa de la falta de desarrollo de dicho método en los EEUU está vinculada con el hecho de que la inteligencia estadounidense a principios de la década de los 60 no sabía del inicio del programa industrial en este campo. Por ello, los norteamericanos hicieron caso omiso a la modernización del complejo soviético de enriquecimiento de uranio.
"Eso sirvió como complacencia infundada para EEUU que ha contribuido notablemente a consolidar un modelo inefectivo de enriquecimiento de uranio en el país", informa el medio.
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