El Consejo de Seguridad de la ONU, como fuera ya informado, aprobó por unanimidad, en su reunión del 27 de octubre, el cese de la vigencia, a partir de las 23 horas y 59 minutos, hora de Libia, del 31 de octubre, de la resolución Nº 1973 del 17 de marzo de 2011 sobre la creación de una zona de exclusión de vuelos sobre el país.
El Consejo Noratlántico, en su reunión de un día más tarde, el término, el 31 de octubre de la operación “Protector unificado”, que se llevaba a cabo en Libia con el entusiasta auspicio de la alianza.
Rusia planteó la iniciativa de que el Consejo de Seguridad de la ONU resuelta la anulación de la zona de exclusión de vuelos sobre Libia.
Sabido es que Rusia se abstuvo a la hora de votarla la implantación de dicha zona.
Y como más tarde se pudo comprobar, no fue en vano dicha precaución de Moscú.
El embajador de Rusia ante la OTAN, Dimiri Rogozin manifestó que la alianza, al usurpar en los hechos el mandato de la ONU había ido mucho más lejos de lo permitido.
Pero a juicio del secretario general de la OTAN, Anders fog Rasmussen, la operación llevada a cabo en Libia fue una de las más exitosas en la historia de la alianza.
La verdad es que nadie esperaba una opinión distinta de este caballero.
Después de la reunión del Consejo Noratlántico, Mister Rasmussen declaró, hinchando el pecho y solemnemente: “Nuestra labor militar ha sido cumplida”.
Mejor ni hablar del verdadero objetivo y de la calidad de la que, eufemísticamente denomina labor efectuada.
Sobre ese tema se ha escrito hasta el cansancio.
Surge la interrogante, después de la laborcita en Libia, ¿no quedará, dicho de alguna manera, parcialmente cesante la OTAN?
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, expresaba cándidamente que, en el futuro, el Consejo de Transición nacional de Libia podría estudiar un nuevo papel para la OTAN.
Y ni corto ni perezoso, el secretario general de la OTAN, Anders fog Rasmussen manifestó ya la disposición, “si se lo piden”, según expresó, a ayudar en la reforma de las estructuras de seguridad del país.
Pavel Zolotaryov, subdirector del Instituto de EEUU y de Canadá, subrayaba que difícilmente iba la OTAN a abandonar Libia de buenas a primeras.
- Y es que hace ya tiempo que la OTAN proclamó el rumbo de la ampliación de la zona de su responsabilidad, indica Zolotaryov.
EEUU formó el Mando Africano, y hace tiempo que la OTAN tiene su vista puesta en África.
Las razones son claras: el continente africano no sólo es una fuente de recursos, sino además, en perspectiva, de posibles conflictos. Y lo más probable es que la OTAN siga prestando, en una y otra forma, atención a ese continente, subraya el politólogo.
A esto habría que añadir que la OTAN no se propone en absoluto dejar sin atención a Afganistán, una vez que sean retiradas de allí las fuerzas de la ISAF.
A juicio de Pavel Zolotaryov, persisten las ambiciones globales de la OTAN, enmascaradas obviamente con fórmulas diplomáticas oblicuas.
En los hechos, por estos días, según los medios de difusión, la OTAN está dinamizando sus acciones en Kosovo.
EEUU se pronunciaba no hace mucho por el ingreso de Georgia al Plan de Medidas para el ingreso en la OTAN.
En la alianza anunciaron, incluso, la disposición a ayudar a Ucrania en el afianzamiento de la seguridad durante la celebración allí del Campeonato europeo de fútbol en 2012.
En general, el “mercado del trabajo” es bastante amplio.
Pavel Zolotaryov considera que la ambición global de la OTAN es comprensible, pero mejor sería pensar en la elevación del papel de la ONU en el mundo.
Aunque, por lo demás, ese es ya otro tema.
Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)