domingo, 24 de abril de 2011

Libia quiere la mediación de Rusia para buscar solución diplomática al conflicto


El secretario del Comité Popular General de Libia, al-Baghdadi Ali al-Mahmudi

Trípoli está dispuesto a solucionar su conflicto por la vía diplomática y pide la mediación de Moscú en ello, afirmó el secretario del Comité Popular General de Libia, al-Baghdadi Ali al-Mahmudi.


Según informó hoy el Ministerio de Exteriores de Rusia, al-Mahmudi hizo estas declaraciones en una conversación telefónica mantenida la víspera con el canciller ruso, Serguei Lavrov.

“El jefe del Gobierno libio expuso su valoración de la situación en Libia, subrayando el deseo de Trípoli de encontrar una solución política al conflicto y mostrando el interés en que Rusia colabore en la búsqueda de esta solución”, dice el comunicado de la cancillería rusa.

Por su parte, Lavrov señaló que la prioridad actual es poner fin al derramamiento de sangre y al sufrimiento de la población civil libia.

“Para ello se deben cumplir a rajatabla las correspondientes resoluciones del Consejo de seguridad de la ONU, se debe garantizar un alto el fuego inmediato y ante todo detener los ataques contra Misurata y otras localidades”, insistió.

Según el jefe de la diplomacia rusa, estas medidas “permitirán crear condiciones para alcanzar la paz”.

Durante la conversación, mantenida por iniciativa de la parte libia, se destacó la necesidad de apoyar a los organismos internacionales en su labor de paliar la situación humanitaria en Libia. Son las condiciones en las que Rusia estaría dispuesta a colaborar en el esfuerzo de la Unión Afracana y la ONU por encauzar la situación por la vía política y diplomática.

Según aseveró al-Mahmudi, el Gobierno de Libia está dispuesto a cumplir íntegramente las resoluciones 1.970 y 1.973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Mientras tanto, agencias internacionales informaron que esta mañana las fuerzas del líder libio Muamar Gadafi reanudaron los ataques contra Misurata, ciudad en el noroeste del país controlada por los rebeldes.

Según estas informaciones, al menos 24 personas murieron y otras 75 resultaron heridas a causa de los ataques.

Anteriormente, las autoridades libias anunciaron el cese de operaciones militares contra Misurata para que “las tribús locales ayuden a buscar una solución diplomática al conflicto”.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)


AL MENOS DIEZ PERSONAS HAN MUERTO POR EL FUERTE TEMPORAL EN EL SUR DE BRASIL


Al menos diez personas han muerto por el fuerte temporal en el sur de Brasil

Al menos diez personas han muerto, entre ellas cinco niños, y otras dos permanecen desaparecidas, como consecuencia del fuerte temporal que castigó en la madrugada de este domingo (hora local de Brasil) al sureño estado brasileño de Río Grande do Sul, informaron los servicios de emergencias locales.

Las fuertes lluvias provocaron deslizamientos de tierras, inundaciones, crecidas de ríos, bloqueos en las carreteras y caídas de árboles en varias ciudades de ese estado. Mientras, continúan los trabajos de búsqueda de las dos personas desaparecidas, que podrían haber sido sepultadas en la localidad de Ingrejinha.

Las lluvias también provocaron enormes pérdidas en las cosechas. Los vientos alcanzaron los 74 kilómetros por hora. Por su parte, el Instituto Nacional Meteorológico alertó que las condiciones actuales son propicias para nuevas lluvias.

El pasado mes de enero, las inundaciones y deslizamientos de tierra causaron la muerte de más de 800 personas.


Viejo Condor

RT.net (SIC)


Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/america_latina/issue_23411.html


COREA DEL NORTE AMENAZA DE NUEVO CON DESTRUIR A EE. UU. Y A COREA DEL SUR

Corea del Norte amenaza de nuevo con destruir a EE. UU. y a Corea del Sur

Corea del Norte profirió una vez más amenazas contra su vecino del sur y contra Estados Unidos.

El jefe del Estado Mayor norcoreano, Kim Yong Chun, amenazó con “borrar de un plumazo” a estos dos países en caso de que ellos desencadenen una guerra contra el régimen norcoreano.

Esta advertencia se hizo el domingo durante una reunión nacional en Pyongyang para conmemorar el aniversario de la creación de las fuerzas armadas nacionales.

“Si los imperialistas estadounidenses y ese grupo de traidores surcoreanos inician finalmente una guerra contra nosotros, las fuerzas armadas revolucionarias borrarán a los agresores de un plumazo”, aseguró el jefe de la cúpula militar, citado por la agencia de noticias oficial surcoreana, Yonhap.

Kim también acusó a Seúl y a Washington de ejecutar “lunáticas maniobras” en febrero pasado “para montar un ataque nuclear” contra Pyongyang. Además, reprochó a Corea del Sur que haya creado una situación tan tensa entre ambos países que la guerra podría reanudarse “en cualquier momento”.

Las amenazas fueron pronunciadas en vísperas de la llegada al país del expresidente estadounidense Jimmy Carter, que planea llegar a Pyongyang este martes para tratar de reanudar las negociaciones que pongan fin al programa atómico norcoreano. Junto a Carter viajan el expresidente finlandés Martti Ahtisaari, el ex primer ministro noruego Gro Brundtland y la expresidenta irlandesa Mary Robinson.

Carter, que ocupó la Casa Blanca entre 1977 y 1981, es bien considerado en Corea del Norte, pese a la tradicional animosidad de ese país hacia Estados Unidos. En agosto del año pasado el exmandatario visitó Pyongyang para liberar a un ciudadano estadounidense, condenado a ocho años de trabajos forzados por cruzar ilegalmente la frontera del país.


Viejo Condor

RT.net (SIC)


Articulo completo en:http://actualidad.rt.com/actualidad/internacional/issue_23421.html


La euforia de las revoluciones árabes se esfuma


Fiodor Lukiánov

Los acontecimientos siguen bullendo en Oriente Próximo, y sin embargo, ya no despiertan la euforia que dominó a todo el mundo en invierno.

Los resultados de la “primavera árabe” se ven muy diferentes de cómo se auguraban en una etapa inicial dominada por la exaltación.

Muchos comentan que los acontecimientos en África del Norte han marcado un cambio brusco en la historia no sólo oriental sino también en la mundial, refiriéndose al colapse de un cierto tipo de regímenes políticos.

Es decir, de sistemas del poder unipersonal basados en una imitación de procedimientos democráticos, pero, en la práctica, absolutamente autoritarios.

Por lo visto, es así: este modelo ha alcanzado su fin lógico. El diseño institucional de Oriente Próximo que quedó, en la esencia, inalterado desde los tiempos de la descolonización de los mediados del siglo XX e incluso logró evitar (el único en el mundo) la influencia del cambio global de los fines de 1980 y principios de los 1990, seguramente va a transformarse.

Sin embargo, es imposible prever en qué dirección. Hay que notar que las premisas de carácter socio-político para los cambios radicales son exageradas.

Intentemos resumir los resultados de los recientes acontecimientos y describir la situación política de la región para los fines de abril de 2011.

En Túnez, donde fue prendida la mecha de Bickford, en el mando se encuentra gobierno que sin duda alguna es provisional (ya que está formado por miembros de edad muy avanzada), que anda maniobrando con tal de darse por fieles a los “ideales de la revolución”.

A juzgar por el flujo de los emigrantes tunecinos que están invadiendo Europa, la propia sociedad no cree en absoluto en que dichos ideales sean puestos en práctica.

En Egipto la situación es mucho más clara. Allí tuvo lugar un clásico golpe de estado, incentivado por manifestaciones numerosas.

Su porvenir depende totalmente de la voluntad (buena o mala) del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas que está al poder. Parece una paradoja, pero todos los observadores extranjeros lo consideran como el guión más oportuno: todos se conforman con que los militares son capaces de ejercer control total acompañándolo con la retórica prodemocrática.

Libia se convirtió en un ejemplo singular de como un dictador, que posee una voluntad de poder ilimitada, es capaz de frenar el impulso revolucionario a pesar de la intervención de la alianza político-militar más poderosa.

En Bahrein y en Yemen el papel del líder político lo aspira a desempeñar el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCGP), organización que une, por lo visto, los regímenes del mundo más conservadores que ni siquiera son capaces de imitar la democracia.

Lo único a que aspiran las monarquías de la región es mantener la estabilidad, y no importa a qué precio. A eso se debe su política de doble rasero: en Libia los Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar apoyan a los rebeldes, en Bahréin el CCGP ayuda a reprimirles, en Yemen llama a la dimisión del presidente, Alí Abdalá Saleh.

Y es que precisamente el Golfo Pérsico y no África del Norte, ni el Levante, es la parte de Oriente Próximo que determinará su futuro. Crece el peso de las potencias locales que aprovechan la perplejidad de actores extrarregionales.

Así ocurre en Siria, donde Turquía intenta asumir el papel del asesor para la superación de la crisis y se nota la presencia de Irán, al igual que en Bahrein.

La redistribución de la influencia geopolítica, ésta es la consecuencia más evidente de los acontecimientos de los principios del año.

EEUU, antes de formular su estrategia nueva, ya hizo preocuparse a sus aliados. Resulta que ni siquiera los 30 años de fidelidad impecable, como en el caso de Mubarak, sirven de garantía del apoyo estadounidense a un socio en un momento difícil.

La Unión Europea se ensimismó hasta tal grado que apenas intenta enseñar, de vez en cuando, a los vecinos en el Mediterráneo cómo hay que vivir.

Lo único que preocupa en este contexto a Europa es el flujo de refugiados con los cuales no sabe qué hacer. Los países europeos que esperaban aumentar su prestigio internacional iniciando la intervención en Libia, lograron el efecto contrario: produjeron un conflicto interno que está menoscabando su reputación.

Lo están observando con interés los países BRIC que se distanciaron de la participación activa en este conflicto, sobre todo China e India. Aspiran a rellenar el vacío que se formará a medida de que vaya reduciendo la influencia occidental en la región.
Los existentes institutos de regulación, como el cuarteto de mediadores para Oriente Próximo (Rusia, EEUU, UE y la ONU) quedarán, en este contexto, obsoletos.

La gran región de Oriente Próximo ha entrado, sin duda alguna, en un período de cambios que afectarán también el orden interno de ciertos países. La presencia occidental, que predominó hasta hace poco, no contribuyó a la democratización, al contrario.

Al mismo tiempo, crecerá el peso y la influencia de fuerzas regionales, como monarquías del Golfo Pérsico o potencias grandes de Asia del Sur y Asia Oriental, que no pueden ostentar logros democráticos. Entonces, es cierto no se tratará de democracia liberal, sino de una variante al estilo de la Turquía kemalista o Irán teocrático.

De ser así, es muy probable que después de la “primavera árabe” el invierno de revoluciones lo recuerden con nostalgia como una época de grandes esperanzas perdidas.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Fiodor Lukiánov