El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó este miércoles de "destructivo" el papel que la OTAN desempeña en la crisis de Ucrania y aseguró que la crisis en el país vecino de Rusia, que vive una catástrofe humanitaria en el este, se puede solucionar solo con un amplio diálogo nacional.
"Llama la atención el papel destructivo que la OTAN ha jugado durante la crisis interna en Ucrania", destacó Lavrov en una entrevista con Russia Beyond the Headlines, suplemento al diario El País.
Los líderes de la OTAN, agregó, apoyan a los Estados miembros en la intención de ampliar el suministro de material bélico y equipos especiales que el Gobierno ucraniano "podría usar para la represión interna".
"A Kiev se le está empujando hacia una solución militar del conflicto", constató.
Al mismo tiempo, el ministro reafirmó la disposición de colaborar con Occidente en la solución de la crisis en Ucrania.
Indicó que las acusaciones de una posible o ya realizada intervención militar que se formulan contra Rusia carecen de fundamento.
“La falta de pruebas, el silenciamiento y la tergiversación de la verdad son características para la postura de EEUU y algunos países europeos”, realzó.
Destacó que Rusia contribuye a crear condiciones favorables para “resolver pacíficamente los graves problemas que afronta Ucrania”.
Señaló en particular el plan de acción de siete puntos presentado por el presidente ruso, Vladímir Putin el pasado 3 de septiembre, que quedó reflejado en el protocolo firmado en Minsk por Kiev y los milicianos, “una verdadera oportunidad de poner fin a la guerra fratricida en Ucrania”.
En opinión del canciller, el conflicto en Ucrania se puede arreglar solamente a través de un amplio diálogo nacional en que participen todas las regiones y las fuerzas políticas del país eslavo.
“Es necesario que junto con el respeto a la tregua se establezca un diálogo interucraniano –consistente, abierto e inclusivo– en que participen representantes de todas las regiones, de todas las fuerzas políticas”, estimó Lavrov.
Recalcó que las regiones del sudeste de Ucrania viven actualmente una catástrofe humanitaria.
"Consideramos que la situación humanitaria en el sudeste de Ucrania es catastrófica. Varias organizaciones internacionales comparten nuestra evaluación: la ONU y en particular, la Oficina de Naciones Unidas de Coordinación de Asuntos Humanitarios, el Comité Internacional de la Cruz Roja y el Consejo de Europa", subrayó.
El ministro recordó que en la operación contra los milicianos Kiev recurrió a artillería pesada, aviación, lanzaderas múltiples e incluso misiles balísticos y bombas de fósforo.
"Como resultado, más de 2.000 personas murieron y más de 5.000 resultaron heridas, entre ellas varios niños", recalcó al señalar que la mayoría de las víctimas eran civiles.
Agregó que quedaron destruidas numerosas viviendas e infraestructuras importantes, en particular de electricidad y alcantarillado.
"En los últimos cinco meses más de 830.000 ucranianos se desplazaron al territorio de Rusia", prosiguió.
El ministro subrayó asimismo que sanciones impuestas contra Rusia son un arma de dos filos.
"A nuestro juicio, los intentos de solucionar las crisis soslayando el Consejo de Seguridad de la ONU contradicen las normas y los principios del derecho internacional y representan una amenaza para la paz y la estabilidad mundiales. Además, son un arma de dos filos que a menudo hace más daño a los que inician a aplicar ese tipo de medidas", dijo.
También indicó que la presión sobre Rusia no ayudará a arreglar la crisis en Ucrania sino provocará una mayor confrontación y complicará el diálogo.
"Con el nuevo paquete de sanciones que entró en vigor el 12 de septiembre (…), la UE de hecho ha emitido una señal de apoyo directo al "partido de la guerra" de Kiev, no interesado en que los acuerdos de Minsk se implementen", señaló Lavrov agregando que Moscú se reserva el derecho a proteger sus intereses legítimos, incluidos los de la seguridad nacional.
Al mismo tiempo dijo estar seguro de que la cooperación de muchos años entre Rusia y la UE es una base sólida que permitirá tanto restablecer el status quo que existió antes de surgir el conflicto en Ucrania como seguir avanzando.
"Partimos de que no existe alternativa sensata a la cooperación en pie de igualdad entre Rusia y la UE, porque nos une un sinnúmero de vínculos geográficos, económicos, históricos y humanos", señaló.
Manifestó también que la tragedia del Boeing malasio se utilizó premeditadamente para incrementar la tensión internacional y promover las sanciones antirrusas.
"Se trata de una horrible tragedia que no solo provocó numerosas víctimas humanas sino que además fue utilizada especialmente para aumentar la tensión internacional, presionar a diversos países y forzarlos a imponer sanciones sectoriales contra Rusia", afirmó Lavrov.
El ministro de Exteriores aseguró que Rusia desde el día de la caída del avión insiste en una investigación objetiva no solo para descubrir la causa del siniestro y castigar a los culpables sino para mantener la seguridad y conservar la paz en todo el mundo.
"No podemos permitir que el esclarecimiento de los pormenores de la catástrofe del vuelo МН17 se deje a un lado como pasó anteriormente con muchas tragedias ocurridas en Ucrania, incluido el fusilamiento de civiles realizado por francotiradores en febrero en Kiev, las masacres en Odesa y Mariúpol y otros sucesos", dijo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)