Un avión TU 154 de la compañía rusa Alrosa realizó el martes un aterrizaje forzoso en el aeropuerto de Izhma, República Komi, en el norte de Rusia.
La aeronave realizaba el vuelo del aeropuerto de Poliarni, en Yakutia, a la capital rusa, Moscú. De manera repentina fallaron los sistemas de navegación, de radiocomunicación y el sistema eléctrico del avión a una altura de 10.000 metros.
La tripulación tomó la decisión de descender hasta 3.000 metros y realizar el llamado 'vuelo visual' (guiándose por la propia vista, sin ayuda de dispositivos electrónicos). Al hacerlo los pilotos se dieron cuenta de que las bombas de combustible también habían fallado. El gasoil que quedaba en el tanque se agotaría en 30 minutos de vuelo.
La aeronave se dirigió al aeropuerto más cercano, el de Izhma, que no está equipado para recibir aviones de gran tamaño como el TU 154, ya que su pista de despegue y aterrizaje es muy corta. No obstante, los pilotos tomaron la decisión de aterrizar. Al tercer intento el avión realizó el aterrizaje, pero la velocidad de la aeronave era más alta de lo previsto debido a que los flaps no estaban desplegados por el fallo del sistema eléctrico.
El aparato se salió fuera de la pista y se paró tras recorrer unos 200 metros. Los miembros de la tripulación ayudaron a los pasajeros a abandonar la aeronave. Ninguno de los 72 pasajeros y los 9 miembros de la tripulación ha sufrido lesiones.
Más tarde los pasajeros del TU 154 averiado fueron trasladados en helicópteros a la cercana ciudad de Ujtá. La mayoría de ellos siguieron su viaje a Moscú en otro avión. No obstante, dado el estrés que habían sufrido, algunos prefirieron ir a la capital rusa en tren.
Actualmente una comisión especial de la Aviación de Rusia está investigando las causas del incidente.
Viejo Condor
RT.net (SIC)