domingo, 9 de agosto de 2009

Chávez: hubo incursión militar de Colombia


El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, denunció una supuesta incursión militar colombiana en suelo venezolano y anunció que tomará represalias comerciales contra este país.

Chávez, quien criticó duramente a su homólogo Álvaro Uribe por su plan para permitir la presencia de militares estadounidenses en siete bases de Colombia, dijo que soldados colombianos cruzaron la frontera a través del río Orinoco, y advirtió que no se trató de un error, aunque no dio más detalles sobre la supuesta entrada.

"Tenemos los testigos, allá en un campo en la orilla del río Orinoco, están lanzando provocaciones, porque no se trata de una patrulla de soldados, que por equivocación vinieron como a veces ocurre, estos soldados hasta cruzaron el río en una lancha e incursionaron en territorio venezolano", explicó durante la emisión de su programa, Aló, presidente.

La corresponsal de BBC Mundo en Caracas, Yolanda Valery, recordó que las relaciones con Bogotá atraviesan un momento de alta tensión, que echa por tierra los esfuerzos diplomáticos para restablecer la paz despues de la ruptura de relaciones de 2007.

Aquella crisis siguió a la incursion militar colombiana en Ecuador que terminó con la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes.

A esto se suma el acuerdo militar entre Bogotá y Washington, que Caracas ha interpretado como una agresión directa, algo que el Palacio de Narino ha negado tajantemente, recordó nuestra corresponsal.

Además, esta escalada de la tensión entre ambos gobiernos se produce horas antes de la celebración de una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) en Ecuador, donde se espera que los países integrantes discutan el controvertido uso de las bases colombianas.

clic A fondo: tensión en la frontera

Castigo con el petróleo

Yo amo a Colombia, pero los colombianos deben reclamarle a su gobierno para que respete a Venezuela y a su pueblo

Hugo Chávez

Chávez también anunció su intención de poner fin a algunas importaciones de Colombia y a un convenio comercial por el cual algunas regiones de este país reciben combustible venezolano a precio rebajado.

"El suministro de combustible (subsidiado) a Colombia que se acabe ya, que lo compren, que lo compren al precio que es. ¿Cómo vamos nosotros a estar favoreciendo al Gobierno de (Álvaro) Uribe de esa manera?", dijo el mandatario venezolano durante su programa Aló, presidente.

Entre 50.000 y 120.000 barriles de gasolina salen mensualmente de Venezuela con destino al país vecino. Por eso, si se lleva a efecto este anuncio, tendrá un impacto significativo en la economía de los colombianos que viven en la frontera, explicó el corresponsal de BBC Mundo en Colombia, Hernando Salazar.

"Yo amo a Colombia, pero los colombianos deben reclamarle a su gobierno para que respete a Venezuela y a su pueblo", expresó Chávez.

Pago menor

A diferencia del resto de Colombia, donde los precios de los combustibles están a niveles internacionales, los habitantes de la zona fronteriza pagan sustancialmente menos por un galón de gasolina.

El convenio estaba a punto de cumplir su primer año y se había hecho para contrarrestar el contrabando de gasolina. Se estima que el ahorro en el precio de combustible que llegaba por ese convenio era de casi un 70%.

La noticia fue muy mal recibida en Cúcuta, la más importante ciudad colombiana de la frontera, donde el comercio se ha visto muy afectado por la actual crisis.

Como recordó la corresponsal de BBC Mundo en Caracas, Yolanda Valery, el pasado miércoles, Chávez dijo que suspendería una planeada importación de 10.000 vehículos colombianos, lo cual representó la primera medida de carácter concreto que afectó al comercio bilateral.


Viejo Condor

BBC Mundo internacional (SIC)

DEMOSTENES: ¿Bombas para un mundo más justo?

DEMOSTENES: ¿Bombas para un mundo más justo?

Sexagésimo tercer período de sesiones
Temas 44 y 107 del programa
Aplicación y seguimiento integrados y coordinados
de los resultados de las grandes conferencias y
cumbres de las Naciones Unidas en las esferas
económica y social y esferas conexas
Seguimiento de los resultados de la Cumbre del Milenio
Hacer efectiva la responsabilidad de proteger

Nota: es conveniente leer la documentación de la ONU abriendo el PDF pertinente.

Asamblea General de las Naciones Unidas - Declaraciones, discursos ...

PRESIDENTE - 63° Período de Sesiones. Logo de las Naciones Unidas ... de la Asamblea General relativa a los temas 44 y 107 del programa: Aplicación y ... Presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Cumbre Mundial ... Avance de las Mujeres ante los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Guatemala, ...
www.un.org/spanish/.../63/.../63/.../statements.shtml - En caché - Similares -

¿Bombas para un mundo más justo?


Mientras que el Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon apoya y milita para que se active un nuevo concepto jurídico de «responsabilidad de proteger», el presidente de la Asamblea General de la ONU, el Sr. Miguel de Escoto, invitaba a cuatro intelectuales de renombre para que expliquen a las delegaciones esta innovación presentando sus análisis. La mesa redonda reunía a Gareth Evans (uno de los autores del concepto), Noam Chomsky, Ngugi wa Thiong’o y Jean Bricmont, cuya intervención presentamos aquí.

Quisiera, en esta charla, poner en cuestión los supuestos conceptuales que subyacen a la noción y la retórica de la RdP. En resumen, mi tesis será que el principal obstáculo para la aplicación de una verdadera RdP son precisamente las políticas y las actitudes de los países que están más entusiasmados con esta doctrina, a saber, los países occidentales y, en particular Estados Unidos.

Durante la última década, el mundo ha sido testigo de cómo civiles inocentes eran asesinados por bombas estadounidenses en Irak, Afganistán y Pakistán. El mundo ha sido espectador impotente del criminal ataque israelí sobre el Líbano y Gaza. Antes, vimos perecer a millones de personas bajo en fuego estadounidense en Vietnam, Camboya y Laos, y a muchos otros han muerto en sus guerras por delegación en América Central o África del Sur. En nombre de las víctimas, vamos a exclamar: ¡Nunca más! A partir de ahora, el mundo, la comunidad internacional, va a protegerlos!

Nuestra respuesta humanitaria es sí, queremos proteger a todas las víctimas. Pero, ¿cómo y con qué fuerzas? ¿Cómo es posible proteger a los débiles de los fuertes? La respuesta a esta pregunta debe buscarse no sólo en el plano humanitario o en términos jurídicos, sino en primer lugar en términos políticos. La protección de los débiles siempre depende de la limitación de la fuerza de los fuertes. El imperio de la ley es una limitación, siempre y cuando se base en el principio de la igualdad de todos ante la ley. Lograr este objetivo exige una búsqueda esclarecida de principios idealistas, acompañada de una evaluación realista de la actual relación de fuerzas.

Antes de discutir políticamente la RdP, permítanme subrayar que lo que está en juego no son sus aspectos diplomáticos o preventivos, sino la parte militar de la llamada respuesta oportuna y decisiva , y el desafío que representa para la soberanía nacional.

La RdP es una doctrina ambigua. Por un lado, se vende a las Naciones Unidas como algo esencialmente distinto del derecho de intervención humanitaria , un concepto que se desarrolló en Occidente a finales de la década de 1970, tras el colapso de los imperios coloniales y la derrota de Estados Unidos en Indochina. Esta ideología se ha basado en las tragedias humanas de los nuevos países descolonizados con el fin de dar una justificación moral a las fallidas políticas de intervención y control por parte de las pLa conciencia de este hecho existe en la mayor parte del mundo. El “derecho” de intervención humanitaria ha sido universalmente rechazado por el Sur, por ejemplo en la Cumbre del Sur en La Habana, de abril de 2000, o en la reunión de los Países No Alineados en Kuala Lumpur, de febrero de 2003, poco antes del ataque de EE UU a Irak. La RdP es un intento de introducir este rechazado derecho en el marco de la Carta de la ONU, con el fin de hacer que parezca aceptable, haciendo hincapié en que las acciones militares deben ser el último recurso y ser aprobadas por el Consejo de Seguridad. Ahora bien, jurídicamente no hay nada nuevo bajo el sol, y remito a ustedes a la nota de concepto de la Oficina del Presidente de la Asamblea General para un debate preciso de los aspectos jurídicos del problema.

Por otra parte, la RdP está siendo vendida a la opinión pública occidental como una nueva norma en las relaciones internacionales que autoriza las intervenciones militares por razones humanitarias. Por ejemplo, cuando el presidente Obama, en la reciente reunión del G8, destacó la importancia de la soberanía nacional, el influyente diario francés Le Monde lo calificó como un paso atrás, puesto que ya se ha aceptado la RdP. Hay una gran diferencia entre la RdP como doctrina jurídica y su concepción ideológica en los medios de comunicación occidentales.

Sin embargo, en una historia como la posterior a la Segunda Guerra Mundial, que incluye las guerras de Indochina, las invasiones de Irak y Afganistán, de Panamá, incluso de la pequeña Granada, así como el bombardeo de Yugoslavia, Libia y otros países, es poco creíble sostener que es el derecho internacional y el respeto de la soberanía nacional lo que impiden a Estados Unidos detener el genocidio

Si EE UU hubiera tenido los medios y la voluntad de intervenir en Ruanda lo habría hecho, y ningún derecho internacional se lo habría impedido. Y si se introduce una nueva norma , en el contexto de la actual relación de fuerzas políticas y militares, ésta no va a salvar a nadie en ninguna parte, a menos que Estados Unidos considere oportuno intervenir, desde su propia perspectiva.

Por otra parte, es imposible creer que los partidarios de la RdP estén hablando de la obligación de reconstruir (después de una intervención militar). ¿Cuánto dinero, exactamente, ha pagado Estados Unidos en concepto de reparación de la devastación que ha causado en Indochina o en Irak, o la que fue infligida a Líbano y Gaza por una potencia que aquél país arma y subvenciona, como es sabido? ¿O a Nicaragua, cuya reparación por las actividades de la contra siguen pendientes de pago por EE UU, a pesar de su condena por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya? ¿Por qué esperar que la RdP obligue a los poderosos a pagar por sus destrucciones, si no lo hacen en virtud del actual régimen jurídico?

Si bien es cierto que el siglo XXI necesita unas nuevas Naciones Unidas, no lo es que requiera una Organización que legitime este tipo de intervenciones con nuevos argumentos, sino una que dé, por lo menos, apoyo moral a los que intentan construir un mundo menos dominado por Estados Unidos y sus aliados. El punto de partida de las Naciones Unidas fue, precisamente, salvar a la humanidad del "flagelo de la guerra", en referencia a las dos guerras mundiales. Esto debía conseguirse, precisamente, mediante el estricto respeto de la soberanía nacional, a fin de evitar grandes potencias de intervenir militarmente contra los más débiles, independientemente de la excusa. Las guerras libradas por Estados Unidos y la OTAN muestran que, a pesar de algunos logros importantes, las Naciones Unidas todavía no han logrado plenamente este objetivo primordial. Las Naciones Unidas deben proseguir sus esfuerzos para lograr su objetivo antes de establecer una nueva prioridad, supuestamente humanitaria, lo que puede en realidad ser utilizado por las grandes potencias para justificar sus propias guerras futuras al socavar el principio de la soberanía nacional.

Cuando la OTAN ejerció su autoproclamado derecho a intervenir en Kosovo, donde los esfuerzos diplomáticos estaban lejos de haberse agotado, fue elogiada por los medios de comunicación occidentales. Cuando Rusia ejerció lo que considera como su RdP en Osetia del Sur, se le condenó de manera uniforme en los mismos medios de comunicación occidentales. Cuando Vietnam intervino en Camboya, o la India en lo que hoy es Bangladesh, sus acciones también fueron severamente condenadas en Occidente.

Esto indica que los gobiernos occidentales, los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales -en nombre de la llamada comunidad internacional -, juzgarán la responsabilidad de una tragedia humana de un modo muy diferente si se produce en un país hacia el que Occidente, por la razón que sea, es hostil al gobierno, o en un Estado amigo. Estados Unidos, en particular, tratará de presionar a las Naciones Unidas para que respalde su propia interpretación. Estados Unidos no siempre puede decidir intervenir pero puede utilizar, sin embargo, la no intervención para denunciar la ineficacia de las Naciones Unidas y sugerir que sea sustituida por la OTAN como árbitro internacional. La soberanía nacional es a veces estigmatizada por los partidarios de la intervención comunitaria -o de la RdP- como una especie de licencia para matar . Es preciso que recordemos porqué es necesario defender la soberanía nacional contra dicha estigmatización.

En primer lugar, la soberanía nacional es una protección parcial de los Estados débiles contra los fuertes. Nadie espera que Bangladesh interfiera en los asuntos internos de los Estados Unidos para obligar a reducir sus emisiones de CO2 a causa de las catastróficas consecuencias humanas que éstas puedan tener para Bangladesh. La injerencia es siempre unilateral.

La injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de otros Estados tiene múltiples facetas, pero es constante y viola el espíritu y a menudo la letra de la Carta de las Naciones Unidas. A pesar de sus declaraciones de actuar en nombre de principios como la libertad y la democracia, la intervención de EE UU ha tenido consecuencias desastrosas no sólo por los millones de muertes causadas por las guerras directas e indirectas, sino también la pérdida de oportunidades -el asesinato de la esperanza - para los centenares de millones de personas que podrían haberse beneficiado de políticas sociales progresistas iniciadas por dirigentes como Arbenz en Guatemala, Goulart en Brasil, Allende en Chile, Lumumba en el Congo, Mossadegh en Irán, los sandinistas en Nicaragua o el presidente Chávez en Venezuela, que han sido objeto de subversión sistemática, derrocamiento o asesinato con pleno apoyo occidental.

Pero esto no es todo. Cada acción agresiva dirigida por Estados Unidos crea una reacción. El despliegue de un escudo antimisiles tiene como resultado más misiles, no menos. Los bombardeos de civiles - ya sea deliberadamente o por los llamados daños colaterales - producen más resistencia armada, no menos. El intento de subvertir o derrocar gobiernos produce más represión interna, no menos. El fomento de las minorías secesionistas, dándoles la falsa impresión de que a menudo la superpotencia única vendrá a rescatarlas en caso de que sean reprimidas, conduce a más violencia, odio y muerte, no menos. Rodear un país con bases militares produce más gastos en defensa en este país, no menos. La posesión de armas nucleares por Israel alienta a otros estados de Oriente Próximo a adquirir tales armas. Los desastres humanitarios en la región oriental del Congo, así como en Somalia, se deben principalmente a las intervenciones extranjeras, no a su ausencia. Para poner un caso más extremo, ejemplo destacado de los horrores citados por los defensores de la RdP, es muy improbable que los jemeres rojos hubieran llegado al poder en Camboya sin el masivo bombardeo secreto que llevó a cabo EE UU, seguido por un cambio de régimen dirigido por este país que dejó al desventurado país totalmente perturbado y desestabilizado.

La ideología de la intervención humanitaria forma parte de una larga historia de actitudes occidentales hacia el resto del mundo. Cuando los colonialistas occidentales desembarcaron en las costas de las Américas, África o Asia oriental, se sorprendieron por lo que ahora llamaríamos violaciones de los derechos humanos, y que llamaron mores bárbaras - sacrificios humanos, canibalismo, mujeres obligadas a vendarse los pies, etc. Una y otra vez, esta indignación, sincera o calculada, se ha utilizado para justificar o encubrir los crímenes de las potencias occidentales: la trata de esclavos, el exterminio de los pueblos indígenas y el robo sistemático de tierras y recursos. Esta actitud de justa indignación continúa hasta el día de hoy y está en la raíz de la pretensión del derecho de intervención y del derecho de protección de Occidente, mientras se sigue haciendo la vista gorda ante regímenes opresores considerados amigos nuestros, a la interminable militarización y las guerras sin fin, y a la explotación masiva de mano de obra y recursos.

Occidente debería aprender de su historia pasada. ¿Qué significa esto concretamente? Pues, en primer lugar, garantizar el estricto respeto del derecho internacional por parte de las potencias occidentales, la aplicación de las resoluciones de la ONU sobre Israel, desmantelar el imperio de bases de EE UU en todo el mundo, así como la OTAN, poniendo fin a todas las amenazas en relación con el uso unilateral de la fuerza, levantar las sanciones unilaterales, en particular el embargo contra Cuba; detener toda injerencia en los asuntos internos de otros Estados, en particular todas las operaciones de fomento de la democracia , las revoluciones de colores , y la explotación de la política de minorías. Este necesario respeto de la soberanía nacional significa que el soberano en última instancia de cada Estado-nación es el pueblo de ese Estado, cuyo derecho a la deposición de los gobiernos injustos no puede ser asumido por forasteros supuestamente benévolos.

A continuación, podríamos utilizar nuestros desmesurados presupuestos militares (los países de la OTAN representan el 70 por ciento de los gastos militares mundiales) para implementar una forma de keynesianismo mundial: en lugar de exigir presupuestos equilibrados al mundo en desarrollo, deberíamos utilizar los recursos desperdiciados en nuestros ejércitos para financiar inversiones masivas en educación, salud y desarrollo. Si esto suena a utopía, no lo es más que la creencia de que un mundo estable surgirá de la forma en que nuestra actual guerra contra el terror se está llevando a cabo.

Los defensores de la RdP pueden argumentar que lo que digo está fuera de lugar o es un intento de politizar la cuestión innecesariamente, ya que, según ellos, es la comunidad internacional y no la occidental que va a intervenir, contando, además, con la aprobación del Consejo de Seguridad . Pero en realidad, no existe tal cosa como una auténtica comunidad internacional. La intervención de la OTAN en Kosovo no fue aprobada por Rusia y la intervención rusa en Osetia del Sur fue condenada por Occidente. Y no habría habido una aprobación del Consejo de Seguridad para ninguna de las dos. Recientemente, la Unión Africana rechazó la acusación por la Corte Penal Internacional del Presidente de Sudán. Todo sistema de justicia o de policía internacional -sea la RDP o la Corte Penal Internacional- requiere una relación de igualdad y un clima de confianza. Hoy en día, no hay igualdad ni confianza entre Oriente y Occidente, o entre Norte y Sur, en gran medida como resultado de las pasadas políticas de EE UU. Si queremos que alguna versión de la RdP funcione en el futuro, necesitamos primero en construir una relación de igualdad y confianza y lo que he indicado anteriormente va al meollo de la cuestión. El mundo puede ser más seguro sólo si primero se hace más justo.

Es importante comprender que la crítica hecha aquí de la RdP no se basa en una defensa absolutista de la soberanía nacional, sino en una reflexión sobre las políticas de los estados más poderosos que obligan a los Estados más débiles a utilizar la soberanía como escudo.

Los promotores de la RdP la presentan como el comienzo de una nueva era, pero de hecho es el final de una vieja. Desde un punto de vista intervencionista, la RdP es un paso atrás con respecto al antiguo derecho de intervención humanitaria, al menos en su formulación, a la vez que el antiguo derecho era de por sí un paso atrás desde el colonialismo tradicional. La principal transformación social del siglo XX ha sido la descolonización. Y continúa en la actualidad en la elaboración de un mundo verdaderamente democrático, donde el sol se ponga para el imperio de EE.UU, tal como antes se puso para los de la vieja Europa. Hay algunos indicios de que el presidente Obama entiende esta realidad y es de esperar que sus acciones estén a la altura de sus palabras.

Quiero terminar con un mensaje dirigido a los representantes y las poblaciones del Sur global. Los puntos de vista expresados aquí son compartidos por millones de personas en Occidente. Pero, no es, por desgracia, lo que reflejan nuestros medios de comunicación. Millones de personas, incluyendo ciudadanos estadounidenses, rechazan la guerra como medio para resolver las controversias internacionales y se oponen enérgicamente al ciego apoyo de sus países al apartheid israelí. Todas ellas se adhieren a los objetivos del movimiento no alineado de cooperación internacional dentro del estricto respeto de la soberanía nacional y la igualdad de todos los pueblos. Corren el riesgo de ser denunciados en los medios de comunicación de sus propios países como antioccidentales, antiamericanos o antisemitas. Sin embargo, son ellos los que, al abrir sus mentes a las aspiraciones del resto de la Humanidad, transmiten lo que realmente hay de valor en la tradición humanista occidental..

Figura destacada del movimiento antiimperialista, Jean Bricmont es profesor de física teórica en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). Acaba de publicar Impérialisme humanitaire. Droits de l’homme, droit d’ingérence, droit du plus fort ? (Éditions Aden, 2005).


Viejo Condor

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SERGEI LAVROV CANCILLER DE RUSIA

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UN AÑO DESPUÉS DE LA AGRESIÓN GEORGIANA

Hace un año, en Georgia, el régimen de Saakachvili, aconsejado y pertrechado militarmente por los EEUU, el Reino Unido e Israel, bombardeaba la república de Osetia del Sud.

Para proteger a sus conciudadanos, Rusia intervinó, destruyendo las bases israelíes y entrando de esta manera en territorio de Georgia.

Desconcertados por la eficacidad del ejército ruso al cual se le daba el calificativo de anticuado, Washington apresuró al presidente francés Nicolas Zarkozy para que pactara un alto el fuego con el presidente ruso Dimitry Medvedev.

Hoy, Serguey Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores nos recuerda que sólo el respeto del plan Medvedev-Sarkozy puede garantizar la paz en el Transcaucasia.

El 8 de agosto es el primer aniversario de los sucesos trágicos en Osetia del Sur. En aquella noche el régimen de Mijaíl Saakashvili cometió un ataque vil e inhumano contra sus habitantes así como contra los pacificadores rusos que durante muchos años defendían la paz y la seguridad de los pueblos que viven en la frágil región transcaucásica transcaucásica.

En el transcurso de la agresión georgiana se usaban masivamente tipos inhumanos de armamentos, incluidas las municiones de racimo, sistemas de fuego a salvas y bombas de 500 milímetros. Como resultado, murieron centenas de civiles de Tsjinvali y localidades adyacentes; decenas de militares rusos, incluidos los pacificadores, mientras que el número de heridos y perjudicados es mucho mayor. Hasta la fecha es imposible identificar a muchos perecidos. Las destrucciones son verdaderamente horribles.

Numerosísimas víctimas humanas y miles de refugiados atestiguan que no se trata de un “error” o una “casualidad” sino de acciones criminales planeadas de antemano. Lo confirman claramente asimismo los documentos de trofeo del ejército georgiano, incluido el famoso plan “Campo raso”.

Los rusos experimentan ira y dolor evocando recuerdos de los sucesos de agosto del año pasado. Lamentamos junto con el pueblo suroseto, rendimos homenaje a la memoria de los perecidos y prometemos continuar ayudando a todos los que quedaron perjudicados en el transcurso del conflicto.

Los sucesos trágicos en Osetia del Sur volvieron a demostrar a la comunidad internacional entera la falta de alternativa para los métodos pacíficos de negociaciones del arreglo de los litigios y conflictos.

Lamentablemente, a costa de la vida de las personas inocentes. Ello no se perdona. Los criminales de guerra deben ser castigados. La historia contemporánea de Europa conoce bastantes ejemplos a este respecto.

La bárbara agresión de Georgia contra la antigua parte de su propio Estado reveló patentemente las profundas grietas en el sistema de seguridad europea que existía. Éste resultó incapaz de prevenir ataques repentinos y de gran envergadura en los territorios que se encuentran bajo atención de los institutos internacionales más importantes.

La Federación de Rusia defendía consecuentemente los principios políticos del arreglo pacífico en Transcaucasia y actuaba como un mediador imparcial y concienzudo en las negociaciones en el marco de la ONU y la OSCE. Durante 17 años cumplíamos con las funciones pacificadoras de responsabilidad y estábamos dispuestos, en caso del arreglo, a asumir el papel de garante en los acuerdos de las partes en conflicto. Sin embargo, las autoridades georgianas prefirieron “fusilar” la integridad territorial de su Estado valiéndose de las instalaciones “Grad” poniendo cruz y raya en la recuperación de la comunidad étnica con las etnias vecinas. Más aún, en los primeros días pasados después del derramamiento de la sangre en Tsjinvali el régimen de Mijaíl Saakashvili agravó aún más la situación intentando acusar Rusia del del desencadenamiento del conflicto y continuando con amenazas a sus vecinos.

En aquellas circunstancias no teníamos otra opción para garantizar la paz y la seguridad de los pueblos de Osetia del Sur y Abjasia que no sea la de reconocer su independencia y concederles la elección libre y democrática de su desarrollo nacional. Rusia fue la primera en comprender la realidad objetiva. Fue la decisión más eficaz de la que ganaron todos, hasta los que no lo quieren reconocer.

La presencia de nuestros militares y guardafronteras basándose en los acuerdos bilaterales ratificados en los parlamentos es absolutamente legítima. Garantiza la seguridad de las repúblicas y crea condiciones para su desarrollo independiente. Rusia continuará prestando a los pueblo hermanos de Abjasia y Osetia del Sur una ayuda social y económica de gran envergadura, sobre todo en lo que se refiere al restablecimiento de las viviendas y la infraestructura civil, como también a la asistencia en la defensa y la protección de las fronteras.

Pasado un año tras la agresión georgiana, los pueblos de Transcaucasia siguen experimentando muchos retos y problemas. El principal de ellos sigue siendo la política de revancha y la perspectiva de la reincidencia de acciones armadas de parte de Georgia. Pese al fracaso de la aventura de agosto las autoridades georgianas, tal como parece, no tienen la intención de abandonar los planes de recuperar la “integridad de Georgia”. Por tanto insistimos en asumir compromisos legales de no hacer uso de la fuerza. Además, Georgia debe asumir esos compromisos sin reservas, no con respecto a Rusia sino con respecto a las repúblicas vecinas, Osetia del Sur y Abjasia. Únicamente así Tiflis puede recuperar una confianza mínima de parte de los países vecinos y la comunidad internacional. Los convenios del no-uso de la fuerza deben contener garantías precisas de la seguridad para los pueblos de Abjasia y Osetia del Sur. Ello prevendrá que se repita la tragedia. Todos los Estados y pueblos democráticos deben estar interesados en impedir que surjan nuevos arrebatos de violencia en la Región.

Es inapreciable la necesidad para todos los países de abstenerse durante un período prolongado de los suministros a Georgia de los armamentos y medios técnicos ofensivos y, como ideal, de todos. Los suministros masivos de armamentos que se realizaban en los últimos años desde el exterior crearon en las autoridades georgianas una ilusión de la impunidad generando la tentación de resolver sus problemas por vía militar. Las secuelas nefastas de todo ello son evidentes hoy en día. La comunidad internacional debe manifestar un enfoque responsable en este caso y reconocer los cambios geopolíticos que se formaron en Transcaucasia después de los sucesos de agosto.

Los intentos de actuar como si no pasara nada y menospreciar por completo la existencia independiente de Osetia del Sur y Abjasia comportaron al cierre en esos países y Georgia de las presencias internacionales que, en general, prestaban una asistencia útil a los pueblos de la Región. No fue nuestra opción. Tampoco Rusia es responsable por la salida de las Oficinas internacionales, por más que lo traten de presentar.

No obstante, suponemos que si todos las partes interesadas sacan lecciones y conclusiones de la tragedia de agosto del año pasado, la comunidad internacional será capaz de entablar una interacción constructiva en Transcaucasia. Las vías fundamentales para ello figuran en el Plan Medvédev–Sarkozy cuyas disposiciones son cumplidas plenamente por Rusia y lo seguirá haciendo. Únicamente con esfuerzos comunes podremos mantener la paz en nuestro Continente Europeo.

Los sucesos de agosto de 2008 seguirán ocupando aún durante mucho tiempo la mayor atención de los políticos y politólogos. Lo principal es que el proceso de su intelección no sea rehén de criterios ideologizados o de bloques sino que contribuya a la búsqueda de vías y medios adecuados para garantizar la estabilidad y seguridad en Transcaucasia.


Viejo Condor

Voltaire net.org (SIC)

Sergei Lavrov

Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia



Jacques Attali

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Helene D. Gayle

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David Axelrod

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Jean Guyot

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DEMOSTENES: Las ONGs, ¿instrumentos de gobiernos y transnacionales?

DEMOSTENES: Las ONGs, ¿instrumentos de gobiernos y transnacionales?

[1] «Stay-behind: les réseaux d’ingérence américains», por Thierry Meyssan, Réseau Voltaire, 20 de agosto de 2001. Les Armées Secrètes de l’OTAN, por Daniele Ganser, ediciones Demi-lune, 2007.

[2] « Historia secreta de la Unión Europea », por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 28 de junio de 2004.

[3] Ver el sitio web de la Fondation Hippocrène.

[4] Op. cit.

[5] Op. cit.

[6] Financier - The Biography of André Meyer: A Story of Money, Power, and the Reshaping of American Business, por Cary Reich, John Wiley & Sons, 396 pp., 1983. Versión francesa: Un financier de génie: André Meyer, Belfond, 293 pp., 1986.

[7] Mémoires, por David Rockefeller, Fallois, 507 pp., 2006.

[8] Un homme d’influence, biografía de Siegmund Warburg, por Jacques Attali, Fayard, 571 pp., 1992.

[9] Ces messieurs de Lazard, por Martine Orange, Albin Michel, 354 pp., 2006.

[10] Marina Sauvage de Brantes era la esposa de Guy Sauvage de Brantes, quien fue gerente asociado del banco Lazard Frères junto a Jean Guyot, posteriormente director de la marca de artículos de lujo Hermès. Es además cuñada de Anne-Aymonde Giscard d’Estaing (la esposa del presidente Valéry Giscard d’Estaing). Su hijo Emmanuel de Brantes se dedica a la crónica social en la radio y la televisión.

[11] Arielle Malard-de Rothschild es la esposa del dueño del diario francés Libération, Edouard de Rothschild. Ambos eran amigos de Nicolas y Cecilia Sarkozy, quienes pasaban las vacaciones con ellos en su residencia de La Baule.

[12] La asociación Pasteur-Weizmann surgió por iniciativa de Simone Veil, en la época en que la señora Veil era ministra de Salud en Francia. La creación de esa asociación permitió que el Instituto Pasteur, de Francia, y el Instituto Weizmann, de Israel, realizaran programas conjuntos de investigación contra el cáncer.

[13] Lily Safra es la viuda del banquero libanés e israelí Edmond Safra, asesinado en Mónaco en 1999. Entre otras cosas, Edmond Safra era el principal mecenas del Instituto Weizmann en Israel.

[14] W. Bowman Cutter tuvo a su cargo, en 1983, la reorganización del Banco Mundial, bajo la presidencia de Alden W. Clausen. Durante la administración Clinton, trabajó como adjunto de Robert Rubin. Se convirtió así en uno de los padres de las legislaciones que llevaron a la financierización de la economía y a la crisis financiera del año 2008. También teorizó sobre las bondades de la globalización para el Council on Foreign Relations. El señor Cutter fue uno de los responsables del equipo de transición Obama-Biden y supervisó la selección de los altos funcionarios que dirigen el Buró del Presupuesto.

[15] La Dra. Gayle es pediatra. Dirigió el Departamento de Salud del Banco Mundial. Es administradora del Council on Foreign Relations y del Center for Strategic and Internacional Studies. Como médico militar tiene el grado de contralmirante en la US Navy.

[16] Sitio oficial de CARE-USA.

[17] « Retour sur les causes de la crise alimentaire mondiale », por Damien Millet y Eric Toussaint, Réseau Voltaire, 7 de septiembre de 2008.

[18] Entrevista concedida a BFM el 13 de diciembre de 2008.

[19] Sitio oficial de Survie.

[20] Sitio oficial de Attac-France.

[21] «Organisations non (?) gouvernementales», por Thibault Le Texier, La Lettre du Forum de Delphes, noviembre de 2007.

[22] Bound to Lead: The Changing Nature of American Power, por Joseph Nye, New York, Basic Books, 1990.

[23] Sitio oficial de la UIA. La Union des Associations Internationales es presidida actualmente por la francesa Anne-Marie Boutin, consejera de la Contraloría.

[24] Sitio oficial del departamento ONG del Consejo Económico Social de la ONU.

[25] «La Fundación Ford, fachada filantrópica de la CIA» y « Por qué la Fundación Ford subvenciona la oposición », por Paul Labarique, Red Voltaire, 5 y 19 de abril de 2004.

[26] « Freedom House: cuando la «libertad» no es más que un pretexto », Red Voltaire, 7 de septiembre de 2004.

[27] Jacques Attali preside actualmente el banco virtual PlaNet Finance, cuya dirección en Estados Unidos está en manos de Pierre Albouy, del grupo Rothschild. Michael David-Weill, Jean-Marie Messier y Felix Rohatyn, líderes históricos del banco Lazard, son también miembros del Consejo Consultativo de PlaNet Finance.

[28] « Discours au sommet mondial des ONG », por Jacques Attali, Réseau Voltaire, 10 de septiembre de 2004.









Las ONGs, ¿instrumentos de gobiernos y transnacionales?


Las ONGs (organizaciones no gubernamentales) se presentan, por definición, como entes independientes de los Estados y representantes de la ciudadanía. La realidad es que están recibiendo cada día más subvenciones de los gobiernos y más financiamiento de las empresas transnacionales. A pesar de que carecen de legitimidad democrática, algunas ONGs ambicionan participar en la «gobernanza mundial». Julien Teil analiza este fenómeno a partir del estudio de un caso, el de la asociación caritativa CARE.


Consideradas como íconos del desinterés, las ONGs entraron en la escena política mundial a principios del siglo XX. Hoy en día, algunas pretenden participar en la «gobernanza mundial». Pero, ¿qué intereses representan en realidad las ONGs? Para responder a esta pregunta vamos a analizar un ejemplo revelador, el de una de las asociaciones humanitarias más importantes del mundo: CARE-International.

CARE-International es una asociación humanitaria fundada en Estado Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial, con los fondos del Plan Marshall. Esta asociación comenzó su accionar organizando envíos de alimentos, medicinas y otras cosas necesarias en una Europa desgarrada por la guerra. Los primeros 20 000 paquetes de ayuda fueron enviados el 11 de mayo de 1946 al puerto francés de Le Havre. Ese mismo año, varios millones de familias, escuelas y hospitales recibieron aquellos paquetes. CARE-Francia es una de las 12 filiales nacionales de la asociación humanitaria CARE-International y entre sus fundadores se encuentran el banquero Jean Guyot y el abogado Jean Lisbonne.

CARE dentro de la construcción europea y el Plan Marshall

Las siglas C.A.R.E. identifican a la «Cooperative for American Remittances to Europe», que se convirtió posteriormente en la «Cooperative for American Relief Everywhere». Según la óptica del Plan Marshall, los europeos tenían que ser asistidos y protegidos de la amenaza soviética, aunque fuera en contra de su propia voluntad. Para ello, los europeos tenían que ser portadores de «los valores americanos», a la vez conservadores y liberales, y convertirse en aliados incondicionales de Estados Unidos.

La CIA (desde 1948) y la OTAN (desde 1949) establecieron [en Europa] las redes stay-behind, encargadas de prevenir la llegada de los comunistas al poder y de organizar la resistencia en caso de invasión por parte del Ejército Rojo [1]. Al conocerse ulteriormente la existencia de aquellas redes, se les designó generalmente con el apelativo de Gladio. Dentro de esa misma perspectiva, el ACUE (American Comittee on United Europe) subvenciona, desde Estados Unidos, a todas las organizaciones favorables a la construcción europea mientras que, del lado europeo, el «Comité de Acción por los Estados Unidos de Europa» le sirve de repetidor. Su presidente es el entonces comisario francés del Plan, Jean Monnet. Además, el Club de Bilderberg selecciona y promueve a las personalidades atlantistas en Europa [2].

Jean Guyot, del Tesoro francés al capitalismo anglosajón

Jean Guyot, quien trabajó con el gabinete de Jean Monnet antes de convertirse en subdirector del Tesoro, garantiza el contacto entre el Plan Marshall (Estados Unidos) y el Comisario General del Plan (Francia). Posteriormente, en 1983, el propio Jean Guyot fundará CARE-France con apoyo del Plan Marshall y de CARE-International. Más adelante, en 1992, Guyot creará la Fondation Hippocrene, reconocida como de utilidad pública, «para fortalecer la cohesión entre jóvenes europeos» [3].

Llega entonces la época de la CEA, la Comunidad Económica del Carbón y el Acero, concebida por Monnet y con Guyot como responsable financiero. Según su biografía oficial, Guyot «contribuye a la credibilidad de la primera institución de la historia de Europa ante medios financieros y americanos permitiendo a la Alta Autoridad del CECA la apertura de empréstitos a su nombre, lo cual era poca cosa en aquel entonces, sobre todo ante los inversionistas americanos» [4]. «Aquellas operaciones se realizaron con ayuda de unos pocos financieros entre los que se encontrabab André Meyer, socio de Lazard; David Rockefeller, quien dirige el Chase Maniatan Bank, y Siegmund Warburg. » [5].

De esta manera, el alto funcionario Guyot se acerca a las élites bancarias y financieras internacionales.

• André Meyer es un francés que entró al banco Lazard y se fue a vivir a Estados Unidos. Se convirtió en «el banquero de inversiones más importante del mundo occidental», según su necrología, realizada por la revista Fortune [6].

• David Rockfeller, heredero de la Standard Oil, es a la vez la principal fortuna de Estados Unidos y un hombre influyente. Es fundador del Club de Bilderberg [7].

• Siegmund Warburg, es fundador del principal banco británico de inversiones, el S. G. Warburg & Co [8].

En 1955, Jean Guyot, siguiendo los consejos de Jean Monnet, abandona el servicio público y se une a André Meyer en el banco Lazard, donde se mantiene hasta el año 2005. «La CECA acrecienta así su presencia en los mercados financieros internacionales y Lazard se mantiene cerca de la institución europea, cuya dirección financiera se encuentra entonces en manos de Paul Delouvrier, sucesor de Jean Guyot (…) Más generalmente, éste último actúa permanentemente por la construcción de una Europa financiera» [9]. Para decirlo en forma elegante. El banquero Guyot presta dinero a las instituciones que él mismo había dirigido en sus tiempos de alto funcionario. Y esas instituciones se endeudan, beneficiando así al banco de los hermanos Lazard.

ONG: ¿Imparcialidad ante los gobiernos?

Fundada en 1983 por Jean Guyot, CARE-France estuvo después bajo la presidencia de Marina de Brantes [10] y su actual presidenta es Arielle de Rothschild [11]. Se trata de una asociación reconocida como de utilidad pública por la República Francesa. A través de su sitio en Internet, esta ONG se define a sí misma de la siguiente manera: «CARE es una organización de solidaridad internacional, no confesional y apolítica». ¿Es eso cierto?

Tomemos el ejemplo de la Palestina ocupada, donde CARE-France gasta 3 millones de euros al año, o sea el 20% de su presupuesto. Oficialmente, esa suma se dedica al saneamiento del agua y la distribución de medicinas. En su documentación, la ONG se abstiene de tomar posición sobre los conflictos de la región. Pero en su informe moral del año 2008 se jacta de haber organizado en Francia un prestigioso encuentro: «El Consejo Pasteur-Weizman [12] y CARE se asociaron en una velada excepcional en la Ópera de París, en presencia y en honor de Shimon Peres, presidente del Estado de Israel y Premio Nóbel de la Paz, en ocasión de su visita oficial a Francia y bajo la presidencia de Simone Veil y de Lily Safra [13]. Toda la ganancia se destinó a la investigación científica de Pasteur-Weismann y a los programas humanitarios de CARE».

Teniendo en cuenta los vínculos que la familia Rothschild ha mantenido históricamente con el Estado de Israel y el explícito apadrinamiento de la ONG CARE a la mencionada gala, cualquiera está en su legítimo derecho de interrogarse sobre la naturaleza de las acciones de CARE en Palestina.

ONG e instituciones intergubernamentales

Helene D. Gayle, directora de CARE-USA, en el Forum de Davos, 31 de enero de 2009.

Aunque no admiten sus vínculos con los gobiernos, las ONGs internacionales hacen gala de sus lazos con diversas instituciones intergubernamentales, lazos que ha menudo se interpretan como garantía de la competencia y la imparcialidad de las ONGs. Pero, ¿es así en realidad?

Volviendo al caso que estamos estudiando, la administración de CARE-USA (la casa madre) se compone de una colección de ex responsables del Banco Mundial, empezando por su presidente WBowman Cutre [14] y su directora general Helene D. Gayle [15]. Según el sitio web de la ONG [16], su principal actividad es la lucha contra la pobreza y el hambre, conforme a la tradición inaugurada en Europa al término de la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, afirma estar realizando un intenso cabildeo ante el Congreso y la administración Obama con vistas a la instauración de un amplio programa público de respuesta a la actual crisis alimentaria mundial.

Sin embargo, la mayoría de los observadores consideran que esa crisis alimentaria es consecuencia de las políticas que el Banco Mundial impuso en años anteriores como medio de instaurar la globalización económica [17]. Desde ese enfoque, la actividad humanitaria de CARE no sería otra cosa que un intento por limitar los devastadores efectos sociales de la política imperial impuesta por el Banco Mundial.

¿Imparcialidad ante los intereses económicos?

Volvamos a París. En lo referente a la carrera personal de Arielle de Rothschild, en muchos aspectos similar a la carrera de sus predecesores Jean Guyot y Marina de Brantes, ella misma indica en una entrevista concedida a BFM que trabajó para el grupo Rothschild y que entró más tarde al banco

Lazard. Organizó entonces en Libia la privatización del banco

Sahara (comprado por el banco PNB Paribas). Cuando la periodista le pregunta si sus actividades anteriores le permitirán dirigir CARE-France con facilidad, Arielle de Rothschild lo confirma indicando que: «Al final, los interlocutores son los mismos.» [18]

Los bancos de negocios son los bancos de capitales a largo plazo, especializados en el financiamiento de empresas. Trabajar en uno de ellos permite establecer estrechos vínculos con los altos dirigentes de las transnacionales, que son los famosos «interlocutores» de Lazard y de CARE. Debe ser por eso que, en el sitio web de CARE, se puede leer lo siguiente: «¿Por qué convertirse en [una empresa] asociada a CARE-France?

• Porque CARE es una de las pocas ONGs de desarrollo capaces de acompañar también a las empresas en cuestiones de responsabilidad social y ambiental

• Por el enfoque global, asociativo y participativo de CARE

• Por el constructivo enfoque «proempresa» de CARE

• Por la capacidad de CARE para desarrollar operaciones/campañas a nivel mundial».

Asociaciones ONG-empresas

Las asociaciones ONG-empresas son, en muchos casos, asociaciones ONG-transnacionales. Esa mezcla no goza de una aceptación unánime entre las organizaciones. Generalmente es objeto de denuncias, en el caso de Francia, por parte de organizaciones como Survie [19] o Attac [20]. Algunos colectivos se componen incluso de contestatarios que realizan acciones en ese sentido, como el colectivo «Areva ne fera pas la loi au Niger» [En español, Areva no impondrá su ley en Níger.NdT.] que denunció recientemente una asociación existente entre las ONGs Médecins du Monde y Serpa y la empresa Areva.

Para las empresas transnacionales, ese tipo de asociación representa la posibilidad de desviar la atención del polémico papel político que ellas mismas desempeñan y de ganarse la simpatía que siente el público por el accionar de las ONGs. En ciertos casos, existe una total contradicción entre la práctica de las transnacionales y los ideales que las ONGs dicen defender. En otras palabras, ciertas ONGs no defienden en realidad los ideales que proclaman sino que sirven de coartada a las transnacionales que las subvencionan. Peor aún, ciertas ONGs llegan a utilizar su propio estatus para permitir que las transnacionales puedan desempeñar un papel político a espaldas del público. Ese fenómeno va en aumento con el desarrollo del papel de los llamados OSC (Organismos de laSociedad Civil) en el seno de la ONU [21].

En el caso de CARE, la lista de empresas asociadas habla por sí misma: Orange, Sanofi-Aventis, Lafarge, EDF, Starbucks...; empresas que mantienen grupos de cabildeo en el seno de la Unión Europea, de la OMS y de la OMC. Lafarge es un ejemplo ilustrativo. Se trata de un grupo francés de materiales de construcción, líder mundial de la producción de cemento. Su actividad es muy contaminante y Lafarge la ha desarrollado a costa de severos daños al medio ambiente. Actualmente bajo la dirección de Bruno Lafont, esta empresa tenía hace algunos años entre sus administradores a Hillary Clinton. La entonces Primera Dama de Estados Unidos intervino para reducir en un 60% una enorme multa que la empresa se había ganado por sus violaciones de las leyes estadounidenses sobre el medio ambiente –leyes ya de por sí más que laxistas. Lafarge es miembro de poderosos grupos de presión, como Empresas por el Medio Ambiente (EPE) –grupo que preside el propio Bruno Lafont– o el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), sin hablar de la European Roundtable of Industrialists (ERT). Y, por supuesto, Bruno Lafont estaba como participante en la última reunión del Club de Bilderberg. Para la transnacional Lafarge, la asociación de su propia imagen a cualquier tipo de acción humanitaria, como las que realiza CARE-France, es una necesidad en términos de propaganda.

Complejidades del poder y del contrapoder en la «gobernanza global»

No es nuestro objetivo restar importancia al aporte de las ONGs en el plano internacional, ni estigmatizarlas a todas por el comportamiento de algunas de ellas, aún tratándose de las más visibles. Pero esto no implica tampoco que no seamos capaces de analizar con lucidez lo que ha pasado a ser un fenómeno de fondo.

Después de los Estados y de las empresas transnacionales, son ahora las ONGs las que están haciendo irrupción en la escena política mundial. Y lo hacen ejerciendo un «soft power», según la expresión del profesor Joseph Nye, o sea una forma de poder moral [22]. Pero, ¿constituyen por ello un contrapoder? Sólo en algunos casos excepcionales se encuentran las ONGs en esa situación. Lo que más generalmente sucede es que las organizaciones no gubernamentales actúan de forma autónoma, pero si los gobiernos las subvencionan o las empresas las financian es porque su acción es una prolongación de las políticas [de quienes aportan los medios].

En el caso de CARE-International, esta ONG es un ente directamente creado por el gobierno estadounidense en el marco del Plan Marsall. CARE-International persigue objetivos particulares que se inscriben en los del propio Plan Marshall y refuerzan la imagen filantrópica de la política de Estados Unidos a favor de la reconstrucción posterior a la Segunda Guerra Mundial. Su acción caritativa no gubernamental forma parte de un plan de propaganda gubernamental. Hoy en día, la rama francesa de CARE sigue cumpliendo esa misma función, aunque en otros teatros de operaciones. De esa manera, su acción caritativa en la Palestina ocupada forma parte de un plan propagandístico del gobierno colonial israelí. CARE-France es financiada además por bancos y transnacionales que utilizan la imagen de la ONG bienhechora para acallar las críticas que las acusan de comportarse más como saqueadores económicos que como constructores de riquezas.

David Axelrod, el especialista en creación de ONGs al servicio de las transnacionales, actual consejero de Barack Obama en temas de relaciones públicas y propaganda.

En Estados Unidos, la firma ASK Public Strategies se ha especializado en la creación de ONGs por cuenta de empresas transnacionales. El objetivo es lograr que las empresas puedan ejercer una influencia indirecta sobre el debate público. Este método supone, por supuesto, que el vínculo existente entre la ONG y la transnacional que la financia se mantenga en secreto. Y pudiera ser peligroso que ese vínculo saliera a la luz pública, como sucedió cuando la prensa reveló que la asociación de consumidores por una electricidad confiable (CORE) en realidad había sido creada por ASK Public Strategies por cuenta de las centrales nucleares civiles Excelon. En todo caso, el fundador de ASK Public Strategies, David Axelrod, funge actualmente como consejero principal del presidente Barack Obama.

A principios del siglo XX, el senador belga Henri La Fontaine creó la Union des associations internationales [23]. Esta última desempeñó un papel en la constitución de la Sociedad de Naciones, predecesora de la ONU, y del Instituto Internacional de Cooperación Intelectual, que sirvió de base a la UNESCO. En aquel entonces, la idea era que la paz no era solamente asunto de los gobiernos sino algo que incumbía a todos y cada uno. Las asociaciones estaban en el deber de desempeñar un papel educativo.

Actualmente, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas ha concedido el estatuto de consultantes a 3 195 ONGs, que tienen por consiguiente acceso a las conferencias internacionales, lo que les permite informarse y al mismo tiempo promocionar sus propias ideas [24]. La lista de esas ONGs conforma un inventario casi surrealista. Por supuesto, junto a CARE-International encontramos asociaciones en los que se reúnen empresas transnacionales (como el ya mencionado Business Council for Sustainable Development o el World Economic Forum de Davos) y asociaciones que sirven de pantalla a la CIA (como la Ford Foundation [25] o la Freedom House [26]). En otras palabras, con el tiempo, se ha venido produciendo un significativo alejamiento del principio fundador de participación de los individuos en el esfuerzo de paz.

Dentro de esa perspectiva, Jacques Attali [27] ha propuesto la creación de una Organización de Asociaciones Unidas, que dispondría de un poder de decisión y participaría en una nueva «gobernanza mundial» [28]. Las ONGs serían legitimadas en función de sus «luchas por la aplicación de los fundamentos de la democracia: la libertad de expresión, la protección de la mujer y del niño, la lucha contra la pena de muerte, el derecho al trabajo, el derecho al crédito, el derecho a la vivienda» (sic). Ese proyecto legitima la progresiva tendencia de las grandes ONGs que pretenden utilizar su propia imagen para apoderarse de los mecanismos de decisión política en detrimento de la soberanía de los pueblos.

Viejo Condor

Voltaire net.org (SIC)

Julien Teil

La Guardia Revolucionaria de Irán exige que se juzgue a los líderes opositores


Acusa a Musavi y Karubi de incitar los disturbios producidos tras los resultados de las presidenciales.- Ahmadineyad anunciará su nuevo Gobierno en los próximos días

El cuerpo de élite del Ejército iraní, la Guardia Revolucionaria, ha exigido hoy que se inicie un proceso judicial contra los líderes opositores Musavi y Karubi por fomentar los disturbios producidos en la república islámica tras las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, en las que participaban como candidatos y fueron derrotados por el presidente Mahmud Ahmadineyad.

"Si Musavi, Karoubi y el ex presidente Mohamed Jatami son los principales sospechos de esta blanda revolución, y seguro que están detrás de ella, esperamos que los jueces les persigan, les arresten, les juzqguen y les castiguen", ha declarado el director de la oficina política de la Guardia de la Revolución de Irán, general Yadolá Javani, en declaraciones a la agencia oficial iraní, IRNA. La Guardia conforma una rama del Ejército iraní con un marcado componente ideológico, y cuentan con su propia Infantería, Marina y Fuerzas Aéreas.

Por otro lado, un alto oficial de la Guardia ha demandado un mayor control de los medios de comunicación extranjeros para impedir que se conviertan en los portavoces de "importantes figuras extranjeras" dentro del país con el objetivo de atacar al estamento clerical que gobierna Irán.

Nuevo Gobierno de Ahmadineyad

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, ha anunciado que presentará en "los próximos días" al Parlamento la composición de su nuevo Gabinete, que ya antes de conocerse ha generado expectación y polémica. En declaraciones divulgadas hoy por la prensa local, el mandatario anunció que la lista será hecha publica a principios de esta semana (en Irán empieza el sábado), que habrá cambios y que su intención es poblarlo de políticos jóvenes.

Según analistas locales, Ahmadineyad, cuyo aplastante triunfo electoral es cuestionado por la oposición iraní -que denuncia fraude- afronta una tarea difícil, ya que sus intenciones son vigiladas incluso por miembros de la corriente conservadora del régimen. El pasado viernes, un destacado miembro del tradicionalista Partido para la Coalición Islámica, Habibulah Asgaroladi, volvió a recordar al presidente su deber de consensuar la formación del Gobierno con el líder supremo de la Revolución islámica, ayatolá Ali Jameneí, y el Parlamento.

La prensa local especula ahora con la posibilidad de que el mandatario apueste por el actual vicepresidente en funciones para Asuntos Parlamentarios, Mohamad Reza Rahim, como su mano derecha en el nuevo gabinete. La prensa local también conjetura con la posibilidad de que se introduzcan novedades en ministerios claves como el de Asuntos Exteriores, aunque los analistas insisten en que el actual ministro, Manoucher Mottaki, tiene muchas opciones de continuar.

Todos los ministros deberán, no obstante, superar el trámite Parlamentario y conseguir la confianza de la cámara para poder ejercer. La cuestión no parece, sin embargo, sencilla, pese a que los conservadores cuenten con la mayoría en la Asamblea. Durante la pasada legislatura, el Parlamento destituyó a uno de los ministros de Ahmadineyad, quien en cuatro años cambio a una decena de ministros.


Viejo Condor

El País.com (SIC)