Un nuevo equipo nuclear de combate para cohetes balísticos intercontinentales elaborado en Rusia podría pasar por encima a todos los sistemas —existentes y futuros— de la defensa antimisiles, según declaró en una rueda de prensa el proyectista jefe del Instituto de Termotecnia de Moscú, y miembro de la Academia de Ciencias rusa, profesor Yuri Solomónov.
Durante el 2010, el Instituto llevó a cabo un trabajo único, que ha permitido realizar un paso radicalmente nuevo en la creación de una nueva clase de equipo bélico, resultado de la integración del equipo de combate balístico y los medios individuales de separación de ojivas nucleares. Según explicó el ingeniero, llega para reemplazar el mecanismo combativo denominado 'racimo de uvas' -en los términos aceptados en Rusia- o del 'autobús escolar', en el lenguaje estadounidense.
Solomónov indicó que este invento “pondrá un punto final a todas las discusiones acerca de nuestra lucha contra el inexistente sistema de defensa antimisiles del supuesto enemigo”.
A su juicio, ahora para Rusia sería infructuoso crear un nuevo cohete estratégico pesado para reemplazar los salientes cohetes de combustible líquido RS-20 ('Satan', según la clasificación de la OTAN), los más potentes del mundo. El proyectista jefe constató la inexistencia de condiciones fundamentales jurídicas, bélicas, económicas, técnico-científicas o tecnológicas para crear nuevos cohetes de la misma clase. Además, alegó que este tipo de trabajos ante todo contradiría el espíritu y las tendencias de las negociaciones de desarme que se mantienen entre las potencias nucleares.
Yuri Solomónov, uno de los encargados de la demanda de la Defensa rusa de los misiles 3M30 'Bulavá-30', destinados a los submarinos de nueva generación, también mencionó los planes que tiene su instituto respecto a esta clase de armamento. Las pruebas serán reanudadas en el verano, siempre y cuando que las aguas del mar Blanco se liberen de los hielos, aseguró el académico. En 2011, Rusia realizará cuatro o cinco lanzamientos de 'Bulavá-30' desde a bordo del sumergible 'Yuri Dolgoruki'.
Si las pruebas de este año resultan exitosas, eso bastará para que el Ministerio de Defensa inicie la compra de estos misiles. Los destinados a los lanzamientos planeados han sido producidos y almacenados. A su vez, el Instituto ha aumentado el nivel de control sobre todas las fases de producción. Este aporte, de acuerdo con Solomónov, permitiría evitar que se repitan las faltas técnicas que anteriormente provocaron repetidamente la caída o la autodestrucción de varios 'Bulavás'.
Viejo Condor
RT.net (SIC)