Aumentaron hasta 75 las víctimas mortales del seísmo que ocurrió la víspera en el sur de Nueva Zelanda. Hay centenares de desaparecidos, informaron en la noche del martes a este miércoles medios noticiosos al citar al primer ministro neozelandés John Key.
El alcalde de Christchurch, la ciudad más afectada por el terremoto de 6,3 grados en la escala Richter, Bob Parker, dijo que había unas 300 personas por rescatar de entre los escombros.
El primer ministro del país, al intervenir este miércoles en rueda de prensa, declaró el estado de emergencia y el toque de queda en Christchurch. La policía bloqueó el acceso a muchos de sus barrios, por existir peligro del derrumbe de edificios, porque las sacudidas continúan.
Varios países, incluida Rusia, ya ofrecieron su ayuda al Gobierno de Nueva Zelanda en la liquidación de las consecuencias de la calamidad natural.
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