Empezó la cuenta atrás para la salida de los nuevos tripulantes desde la Tierra hacia la Estación Espacial Internacional. El viaje se realizará a bordo del último modelo de la nave Soyuz, el cual está equipado por completo con sistemas digitales de control.
En medio de un paisaje árido, con fuertes vientos y sin rastros de civilización cercana, sobresale la estación espacial de Baikonur. Su ubicación geográfica contrasta con la más alta tecnología de sus cohetes e instalaciones.
La nave espacial Soyuz, un legendario diseño ruso que lleva más de 40 años explorando el espacio, está lista para el vuelo de los próximos tripulantes, un astronauta estadounidense y dos cosmonautas rusos, que pronto iniciarán una nueva misión en la EEI.
Según comenta Alexander Karely, comandante de la misión espacial, todos los experimentos que hacen los cosmonautas en el espacio son interesantes. “A veces, formamos parte de ellos como científicos y otras veces, somos simples 'conejillos de indias'. Al final, nuestro objetivo es traer buenos resultados”
Esta misión no será una más. Los ingenieros han modernizado el equipamiento de la nave espacial y además, han digitalizado sus sistemas de control, un hecho que facilita el avance de la ciencia de forma más rápida.
El director del centro de entrenamiento de cosmonautas rusos Serguéi Krikalióv opina que “estudiar el universo y el espacio que existe alrededor de la Tierra es una gran contribución. Pero en esta nueva aventura, con los avances de la nave espacial estamos dando un paso, un poco más grande”.
En los últimos tiempos, Rusia ha encabezado el número de misiones al espacio. En el 2010, ya ha enviado a sus cosmonautas a las estrellas en 16 ocasiones. De ellas, nueve comenzaron su misión en el complejo de Baikonur.
Hace 55 años se construyó, en medio de la estepa, la primera base espacial con el sueño de extender las fronteras de lo conocido. En la actualidad, es el centro más grande del mundo para los lanzamientos de cohetes como el Soyuz, un lugar donde la cooperación internacional no son meras palabras.
Desde hace años, la llamada 'carrera espacial' dejó de ser una competencia entre países, para convertirse en un trabajo de equipo con distintas nacionalidades, algo que la crisis mundial económica ha forzado aún más si cabe en los últimos tiempos.
“Somos muy afortunados de tener un socio como Rusia. De otra manera, en estos momentos, no podríamos ir a la estación espacial internacional. Por eso, es muy bueno que exista esta gran cooperación”, sostiene el astronauta estadounidense Scott Kelly.
Sin embargo, para Scott este viaje al cosmos tiene un grado de motivación mayor. En unos meses, su hermano gemelo llegará también al espacio... Un hecho único en la historia de la Estación Espacial Internacional.
El hermano gemelo, Marc Kelly, recuerda: “Una vez volamos juntos en las fuerzas armadas como pilotos. Pero nuestro verdadero trabajo juntos fue limpiando suelos en una cafetería cuando teníamos 12 años”.
Ahora los astronautas sólo esperan que llegue el 8 de octubre a las 5 de la madrugada para escuchar el rugido de los motores de la nave espacial y que se inicie su cuenta atrás.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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