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Rusia otorgará a China la posibilidad de explotar materias primas en el Lejano Oriente y Siberia Oriental. El convenio de cooperación hasta 2018 aprobado por el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, y su homólogo chino Hu Jintao en Nueva York el 23 de septiembre de 2009 estipula la explotación conjunta de yacimientos rusos. Pero las empresas de procesamiento y producción se construirán en territorio chino.
La cooperación ruso-china de los próximos diez años se organizará según el principio "nuestras materias primas - vuestras tecnologías", señaló el director del Centro ruso de Estudios Estratégicos, el Prof. Alexei Máslov.
No es que Rusia no tenga tecnologías, pero resulta mucho más barato introducirlas en China que en el Lejano Oriente ruso, que sirve poco para organizar empresas basadas en altas tecnologías.
El desarrollo del Lejano Oriente y Siberia Oriental de Rusia puede garantizarse sólo por medio de hacer inversiones en el sector energético y la explotación de yacimientos, afirmó Evgueni Yasin, director científico de la Escuela Superior de Economía.
En la región viven de 3,5 a 4 millones de personas, incluidos niños, mujeres y ancianos. Entre tal población es muy difícil encontrar unas 500-600 mil personas de edad activa capaces de mantener a los restantes, dijo Máslov.
Para explotar yacimientos que se encuentran en lugares de difícil acceso, se necesitan cuantiosas inversiones, las que Rusia no puede garantizar sola, informó el director ejecutivo del Instituto de Economía del Período de Transición.
Se observa una obvia tendencia los últimos años: Rusia se transforma en un apéndice de China llamado a abastecerla de materias primas. Basta con ver las partes correspondientes a la materia prima y la maquinaria en el comercio ruso-chino, afirmó el director del departamento de análisis estratégico de la compañía FBK, Ígor Nikoláev. Rusia y China son dos mundos distintos. Los países obtuvieron resultados muy distintos en el segundo trimestre de 2009: el PIB de China aumentó el 7,9%, mientras que el de Rusia bajó el 10,9%. En tal situación, ni tratarse puede de desarrollar una cooperación equitativa, dijo Nikoláev.
A Rusia no le queda más que robustecer la cooperación con China, y no sólo por el interés geopolítico, sino porque China le puede impartir su experiencia de modernización, indicó el subdirector del Instituto de Sistemas Sociales, Dmitri Badovski.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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