jueves, 25 de abril de 2013

Mitos y realidades sobre el servicio de contraespionaje soviético


Mitos y verdades sobre el servicio de contraespionaje soviético

Las autoridades soviéticas prestaban una atención especial al contraespionaje y cualquier actividad de los servicios secretos.
Al llegar al poder, entre otras cosas debido a la influencia ejercida de modo sutil en las mentes de los soldados, los bolcheviques no querían que otros aprovechasen esta oportunidad ni que los espías extranjeros lograsen sus objetivos.
En la URSS tenían una importancia especial tanto el Servicio de Seguridad como el Departamento General de Contraespionaje SMERSh (‘Smert Shpionam’, por sus siglas en ruso, lo que significa ‘Muerte a los espías’), instituido el 19 de abril de 1943, hace 70 años.
En enero de 1941 el Comisariado del Pueblo (Ministerio) para el Interior (NKVD) de la URSS traspasó las misiones de contraespionaje junto con el personal que las cumplía al Departamento 3º del Comisariado del Pueblo para la Defensa (NKO, por sus siglas en ruso).
Cuando se libró la Gran Guerra Patria, el conflicto bélico entre la Unión Soviética y la Alemania nazi (22 de junio de 1941 - 9 de mayo de 1945), se decidió que el anunciado traspaso había sido inoportuno y el 17 de julio de 1941 el NKVD, en el marco del cual se creó un Departamento de Operaciones Especiales, volvió a ocuparse del contraespionaje militar.
Los efectivos de este departamento tenían el rango de oficiales de las fuerzas de seguridad y tuvieron que frustrar misiones del enemigo en las unidades del Ejército Rojo y la Armada, así como luchar contra los saboteadores y terroristas en la zona cercana al frente. Además, cumplían misiones de reconocimiento en la retaguardia enemiga y llevaban a cabo el interrogatorio de prisioneros alemanes y de los militares soviéticos que regresaban de la retaguardia del enemigo o prisioneros de guerra soviéticos liberados.
Las secciones especiales cumplían bien sus misiones, pero la dualidad de poderes –los militares se subordinaban al NKO y las secciones especiales al NKVD- no favorecía a su actividad en tiempos de guerra. El 19 de abril de 1943, a partir del Departamento de Unidades Especiales del NKVD, se creó el Departamento General de Contraespionaje SMERSh subordinado al NKO.
A día de hoy, no se sabe quién decidió bautizar de ese modo un organismo público, pero los historiadores opinan que esto fue hecho por iniciativa de los oficiales veteranos de las fuerzas de seguridad, que recordaban los tiempos de la revolución y la guerra civil en Rusia, cuando se daban nombres extraordinarios a los organismos y servicios.
© Photo public domain
El SMERSh heredó del NKVD no sólo las funciones, sino también al personal. El nuevo departamento lo encabezó el comisario para Defensa de la URSS Víctor Abakúmov. El jefe del Departamento de Contraespionaje subordinado al Comisariado del Pueblo de la Marina de Guerra de la URSS fue el responsable de las fuerzas de seguridad, Piotr Gladkov.
Posteriormente, el 15 de mayo de 1943, se creó una unidad de contraespionaje SMERSh encabezada por el comisario para la Defensa, Semión Yujimovich, para dotar con agentes secretos a las tropas que guardan las fronteras, las del Interior y a otras unidades armadas del NKVD.
La información disponible sobre el trabajo rutinario del SMERSh, que cazaba a los agentes secretos del enemigo en el Ejército, es suficiente para desmentir dos opiniones extremas sobre este organismo: el SMERSh no fue una fraternidad de caballeros ni un grupo de maníacos feroces. Se trata de un servicio secreto común y corriente de una gran potencia que se encontraba en estado de guerra.
Es posible que el SMERSh haya adquirido su fama al realizar con eficacia una serie de las operaciones especiales que causaron un serio daño al enemigo. La URSS obligó al contrario a entregar cargas y tropas aerotransportadas directamente a manos de los agentes del servicio de contraespionaje.
Una de estas operaciones, realizada en 1944, fue bautizada como ‘Arios’. En ese marco se logró persuadir a los alemanes de que su unidad, ya aniquilada por los efectivos del SMERSh, trabajaba con eficacia en la retaguardia soviética. Tales unidades desembarcaban, entre otras cosas, para cumplir el plan del aislamiento de la URSS de la región del Cáucaso y los territorios adyacentes, en particular de la república de Calmuquia.
Los saboteadores alemanes, entre los que había muchos que habían pasado un adiestramiento especial por ciudadanos de la URSS, tuvieron que instalar una estación de radio principal y varias auxiliares y establecer la comunicación con los grupos antisoviéticos locales en la clandestinidad para organizar acciones de protesta contra la URSS.
La tarea planteada pone de relieve que, hacia aquel momento, Alemania ya no disponía de información fiable y completa sobre la situación en la URSS, y los dirigentes de la Abwehr, el servicio de inteligencia y contraespionaje de la Alemania nazi, no sabían nada sobre las deportaciones masivas de varias etnias, incluidos los calmucos, ordenadas por el líder soviético, Iósif Stalin.
Un avión de transporte Ju-290 con un grupo de sabotaje a bordo fue descubierto en el cielo de la provincia soviética de Astracán el 23 de mayo de 1944. Tras el aterrizaje en una zona alejada de la provincia, el avión fue atacado por los cazas del sistema de defensa antiaérea de la URSS. Una parte de los saboteadores alemanes fue aniquilada, mientras que otra parte cayó prisionera. Mientras, el comandante de la unidad, el capitán Eberhard von Scheller, envió un radiograma a Berlín que se había aterrizado con éxito.
Los saboteadores alemanes tuvieron que elegir: ser fusilados de inmediato o colaborar con los servicios secretos soviéticos. Y los alemanes prefirieron la segunda opción. Durante las sesiones de comunicación por radio, los saboteadores dijeron a Berlín que habían desembarcado con éxito, que los cazas soviéticos habían destruido su avión, que habían logrado escapar, y que habían preparado una pista para recibir aviones. Se comunicó también el establecimiento de contactos con los grupos antisoviéticos locales, que era uno de los principales objetivos de su misión. Recordemos que Berlín no sabía nada sobre las deportaciones anteriores.
El 12 de junio de 1944, un Ju-290 más con los saboteadores y sus cargas a bordó cayó en la trampa. Tras desembarcar los paracaidistas en las zonas estipuladas, el avión aterrizó en la pista preparada donde le esperaban los soviéticos. Los tripulantes lograron quemar el avión, pero su misión fracasó. Todos los saboteadores, incluidos los paracaidistas, cayeron prisioneros o fueron aniquilados.
Esto no puso fin al envío de mensajes por radio. Se consideró que el avión fue descubierto por casualidad y la comunicación con la unidad continuó. Sin embargo, un creciente déficit de la aviación de transporte y el avance de las tropas soviéticas hacia Occidente, junto con el desembarco de los aliados en Normandía, obligó a Berlín a renunciar a la idea de instigar una sublevación en Calmuquia. La unidad de Eberhard von Scheller tampoco recibió nuevos aviones. Al fin y al cabo, los dirigentes del SMERSh decidieron poner término a la operación de comunicación por radio, una de pocas que hubo, aunque no fue la última.
***
El SMERSh existió hasta el fin de la Gran Guerra Patria y durante un tiempo más. Su misión principal fue realizar investigaciones para comprobar si eran políticamente fiables o sospechosos de traición los ciudadanos soviéticos que estaban en la retaguardia del enemigo y los prisioneros de guerra liberados del cautiverio.
A pesar de la opinión divulgada, la mayoría de los ciudadanos soviéticos liberados pasaron esta prueba. Así, para el 1 de marzo de 1946, 4.199.488 ciudadanos soviéticos regresaron a su patria, incluidos 2.660.013 civiles y 1.539.475 prisioneros de guerra, de los que sólo 46.740 civiles y 226.127 militares acabaron en los campos de trabajo forzoso por haber sido probado que se pasaron al lado del enemigo o cooperaron con éste de cualquier otra manera.
Medidas análogas fueron aprobadas por los aliados occidentales de la URSS también. El 3 de marzo de 1946 el SMERSh fue disuelto y sus funciones pasaron a las fuerzas de seguridad de la URSS.

Viejo Condor
RIA Novosti
Iliá Krámnik

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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