En declaraciones a la cadena británica BBC, Antonio Maria Costa, ex director de la Oficina de la ONU sobre Drogas y Delincuencia, señaló que los talibán están creando células durmientes dentro de las propias fuerzas de seguridad colaboracionistas con EEUU, y desde ese lugar ejecutaron una serie de ataques y están planeando otros contra los efectivos de la OTAN y de las fuerzas de ocupación en Afganistán.
Las células durmientes
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"Tenemos numerosas pruebas de que algunos atentados suicidas fueron llevados a cabo por personas que habían estado en el Ejército, en las que se confiaba porque estaban enrolados", precisó Costa.
"Ciertamente hay células durmientes, ciertamente hay individuos que están esperando instrucciones para golpear y ese es uno de los mayores problemas que hemos visto en Afganistán recientemente", señaló el ex alto cargo de la ONU.
Los rebeldes ya habían realizado una serie de ataques y estaban planeando nuevos ataques contra las tropas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), agregó.
Un portavoz de las fuerzas de la coalición dijo que la infiltración es un problema poco frecuente y que la mayoría de las tropas afganas son leales.
Las advertencias de Costa llegan en momentos en que la coalición se está preparando para entregarle el control de la seguridad del país a las fuerzas afganas en el 2014.
Para cumplir con el objetivo de la entrega en el plazo de cuatro años se deben conseguir en un año 141.000 nuevos reclutas, cantidad que supera el tamaño actual del ejército afgano.
Se teme que los talibanes están aprovechando esa oportunidad para enrolarse en las filas.
Costa, que dirigió la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) hasta agosto, dice que los infiltrados enemigos ya están dentro de las fuerzas.
"Es cierto que hay células latentes, sin duda hay personas que están esperando instrucciones para atacar y ese es uno de los mayores problemas que hemos visto en Afganistán en los últimos tiempos".
En enero, los talibanes dijeron que uno de sus combatientes se había infiltrado en el ejército afgano para llevar a cabo un ataque que mató a siete agentes de la CIA en Afganistán.
Y en noviembre del año pasado, un policía afgano mató a cinco soldados británicos en la sureña provincia de Helmand.
Un portavoz de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), preguntado por las palabras de Costa, señaló que la mayoría de los efectivos de las fuerzas afganas son leales al Gobierno de Hamid Karzai.
Bajo fuego Talibán
Tres soldados de la OTAN murieron este lunes en varios ataques registrados en el sur y el este de Afganistán, informó la organización militar en varios comunicados.
En una nota, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), misión extranjera bajo mando de la OTAN, informó de que un soldado murió en un ataque rebelde en el este del país.
Otros dos militares perdieron la vida por la explosión de sendas bombas camineras en dos puntos del sur del país, aunque la ISAF no especificó ni el lugar ni la nacionalidad de los fallecidos.
"La política de la ISAF es poner en manos de las autoridades nacionales pertinentes los procedimientos de identificación", afirmó la organización, sin aportar más detalles.
La mayoría de las víctimas de la ISAF se registran en el arco suroriental afgano, fronterizo con Pakistán, donde predomina la etnia pastún, de la que proceden tradicionalmente los insurgentes talibanes.
Las minas y las bombas camineras (IED, en sus siglas en inglés) se han convertido progresivamente en el instrumento favorito de los combatientes rebeldes.
Con unos 150.000 soldados desplegados en Afganistán, la ISAF asume el reto de debilitar a los insurgentes antes de julio de 2011, la fecha marcada por el presidente de EEUU, Barack Obama, para el inicio de la retirada militar.
Viejo Condor
IAR Noticias (SIC)
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