Luiz Inácio Lula da Silva deja su cargo con el mayor índice de popularidad en toda la historia del país y por primera vez en los últimos 21 años no se presenta como candidato a los comicios presidenciales. La pugna principal gira ahora en torno a la candidata del Partido de los Trabajadores, Dilma Roussef, y el opositor y candidato por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), José Serra.
Los 135 millones de brasileños convocados a votar acudieron a las urnas para elegir al futuro presidente del país. El 31 de octubre los brasileños tendrán que volver a los colegios electorales para determinar en segunda vuelta quién reemplazará a Lula en el puesto presidencial.
Sin embargo, el vicedirector del Instituto de América Latina de la Academia de las Ciencias rusa, Boris Martínov, expresó la opinión de que cualquiera que sea el vencedor final de estos comicios, en sus rasgos principales el curso fundamental de la política tanto interior como exterior de Brasil no va a variar, ya que, de hecho, “el propio Luiz Inácio Lula da Silva al llegar al poder, continuó la línea marcada anteriormente por Fernando Henrique Cardoso”.
En lo referente al desarrollo de las relaciones bilaterales entre Brasil y Rusia el experto cree que “se va a mantener la misma línea. Existe una necesidad objetiva de desarrollo de las relaciones estratégicas entre Rusia y Brasil. Si nosotros queremos crear un mundo multipolar no podemos imaginarlo sin el polo latinoamericano, que ahora está encabezado informalmente por el país que ya comienza participar bien activamente, no sólo en la política regional, sino en la global.” En este marco el especialista asegura que el “BRIC va a convertirse en la línea estratégica de cooperación entre Rusia y Brasil”.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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