La Fuerza Aérea rusa burló la defensa antiaérea del enemigo convencional durante la última jornada de la inspección sorpresa a las tropas del Distrito Militar Este (DME), localizado en Siberia y en el Lejano Oriente, informó el Ministerio de Defensa.
“Las aviones realizaron diversas maniobras tácticas, ensayaron las técnicas de superar la defensa antiaérea del enemigo convencional y lanzar ataques aéreos contra blancos terrestres, así como practicaron el combate antiaéreo a diferentes alturas”, dice un comunicado de la entidad.
Los cazas Su-27 y MiG-31, interceptores Su-25, helicópteros Mi-24, Ka-52 y Mi-8, puestos previamente en alerta, despegaron desde aeródromos operativos del DME rumbo a polígonos aéreos, situados en los Territorio de Jabárovsk y de Transbaikalia.
El pasado 12 de julio, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó realizar una inspección sorpresa en el Distrito Militar Este para comprobar el nivel real de preparación de las tropas y el estado de armamento y material.
En los ejercicios participan más de 100.000 efectivos, un millar de tanques y vehículos blindados, 130 aviones y helicópteros y unos 70 buques de guerra y barcos auxiliares de la Marina de Guerra.
La inspección sorpresa se llevará a cabo hasta el 18 de septiembre.
En lo que va de año, es la cuarta inspección sorpresa en las Fuerzas Armadas de Rusia que restablecieron esta práctica tras un receso de dos décadas. La primera inspección tuvo lugar en febrero, con la asistencia de unos 7.000 militares; la segunda, con un número similar de efectivos, se desarrolló en marzo; y la tercera, con la participación de 8.700 soldados, se llevó a cabo a finales de mayo.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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