jueves, 16 de septiembre de 2010

El sistema de defensa antiaérea de Rusia necesita mecanismos de protección




La semana pasada en Rusia estalló un fuerte escándalo después de que aparecieran imágenes en Internet que mostraron intrusos penetrando en una de las bases de defensa antiaérea del país.

El suceso causó gran revuelo en la prensa y el Ministerio de Defensa anunció la puesta en marcha de una investigación y el reforzamiento de las medidas en las bases de defensa antiaérea.

En busca de respuestas para explicar el incidente, el autor del presente artículo viajó al lugar de los hechos, una de las divisiones dotada con los sistema S-300 adjunta a la V Brigada de Defensa Antiaérea que cubre la zona del sureste de la Región de Moscú.

En realidad, los presuntos intrusos no entraron en el territorio de la base. Como el resto de las bases de defensa antiaérea del país este tipo de objetivos abarca varias hectáreas de terreno cercado por un muro con alambradas y con montículos de tierra en los que están dispuestas las instalaciones de lanzamiento, así como búnkeres de hormigón en los que están los puestos de mando de la unidad.

Y es precisamente esa área es la que está mal protegida: la valla no está electrificada, no cuenta con perros de guardia a lo largo de la alambrada, y tampoco hay cámaras de vigilancia, es decir, tiene medidas de seguridad adecuadas a tiempos de paz.

Esto implica que cualquier persona con una buena cámara de fotografía y dispositivos ópticos adecuados, desde afuera puede tomar fotos que "atestigüen" su presencia en el territorio de la base. De acuerdo a expertos, fue ésta la manera en que se hicieron la mayor parte de las sonadas imágenes aparecidas en Internet.

A decir verdad, han ocurrido casos de penetración de intrusos tras la alambrada. En un principio, todo debe concluir con su detención, pero en la práctica, cuando aparecen este tipo de "curiosos" son expulsados del territorio prohibido tras una amonestación verbal.

El reciente escándalo supone que en adelante el castigo será más severo. Los infractores tendrán que vérselas con los soldados seguramente muy molestos por lo ocurrido, y también serán sometidos a interrogatorios incómodos con agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) que insistirán en averiguar el interés del curioso por los objetivos militares.

En la época soviética existían unidades especiales del Ministerio del Interior que en tiempos de paz custodiaban las instalaciones de defensa antiaérea: un destacamento por cada una de las bases y demás instalaciones, pero en la actualidad esas unidades ya no existen.

Según el comandante de la V Brigada del Sistema de Defensa Antiaérea, Eduard Sigalov, en tiempos de guerra, el principal recurso de defensa de los sistemas de defensa antiaérea era su movilidad: los sistema S-300 se pueden desmontar en cuestión de minutos y cambiar su lugar de emplazamiento en unas cuantas horas.

Al mismo tiempo, además de las instalaciones básicas de dislocación permanente cada unidad de defensa antiaérea contaba con varias zonas ya preparadas para el despliegue del sistema. En esos momentos, su seguridad estaba a cargo por agrupaciones del Ejército de Tierra que garantizaban la disponibilidad de la zona de emplazamiento y un cordón de seguridad que defendía la unidad antiaérea.

Es comprensible que en tiempos de paz los recursos de protección tienen que ser mínimos, pero ante los sucesos recientes es evidente que las medidas de seguridad deben ser reforzadas.

Porque los objetivos militares no sólo son interesantes para los fotógrafos aficionados, ansiosos de colgar las fotos en su blog.

En la actualidad las medidas de seguridad casi por completo corren a cargo de los efectivos responsables de las propias unidades del sistema de defensa antiaérea y no es extraño que ocurran fallos de protección.

Normalmente el número de efectivos de una división del sistema de defensa antiaérea no llega ni a 80 personas (en comparación, un batallón motorizado que puede tener más 500 soldados).

En esas unidades nadie sobra, todos, empezando por el comandante y hasta un simple chófer, tiene obligaciones de sobra. Además hay que tener presente que si esos hombres se dedican a vigilar la seguridad de sus instalaciones equipos y armamento, sencillamente no podrá desempeñar de forma adecuada la función principal de vigilar y defender permanentemente el espacio aéreo del país.

Para solucionar estos problemas se podría optar entre dos variantes: la primera sería restablecer las unidades especiales encargadas de la seguridad de las instalaciones, y la segunda, compensar la falta de personal de vigilancia con medios técnicos como cámaras, sensores infrarrojos, sensores de movimiento, minas de señalización y otros recursos, incluidas las ametralladoras con mando a distancia, como ocurre en las unidades de las tropas de misiles estratégicos.

También es necesario mejorar las barreras físicas como las alambradas que en la actualidad sólo sirven para disuadir definitivamente a personas que de hecho no tienen planes de entrar en el territorio de esas bases.

El problema es que la propuesta es muy costosa, pues sólo en las afueras de Moscú están estacionadas varias divisiones de defensa antiaérea y cada una dispone de entre 8 y 12 instalaciones de lanzamiento.

No obstante, la seguridad nunca ha sido barata y las instalaciones del sistema de defensa antiaérea en la actualidad no son de menor importancia que las unidades de misiles estratégicos ni los puestos de mando de los distritos militares.

El momento que vivimos es bastante intranquilo y ese tipo de gastos están justificados.

Sobre todo porque existen unidades de defensa antiaérea que requieren medidas de protección más serias debido a que son equipos técnicos y armamentos más avanzados, como por ejemplo, las unidades con los novísimos sistemas S-400 y los S-300, modernizados hasta el nivel de S300PMU2 "Favorit", con posibilidades operativas sorprendentes para la ejecución de misiones importantes.

Misiles antiaéreos S-300P. Infografía >>

Los S-300 están instalados no sólo en las afueras de la capital rusa, los hay en bastantes cantidades en todas las unidades del Sistema de Defensa Antiaérea son, de hecho, el fundamento de la defensa antiaérea del país.

Sistema antiaéreo S-400 (Triumf). Infografía >>

Es decir, la seguridad de Rusia depende directamente de la protección que tenga este sistema de visitas indeseadas, así sean la que intente hacer un blogger o un terrorista.

Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Iliá Krámnik

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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