La modernización del portaaviones ruso "Almirante Gorshkov", que pasará a la Armada india con el nombre de Vikramaditya, costará a Nueva Delhi tres mil millones de dólares más de lo previsto, escribe hoy el diario ruso Nezavisimaya Gazeta.
El valor inicial del contrato fue del orden de US$700 millones pero más tarde se elevó a US$1.500 millones. Ahora, India se verá obligada a pagar una suma extra de US$ 2.200 millones para que Rusia complete las obras de modernización.
Según el periódico, Moscú ganó otra vez con su táctica de recabar grandes contratos de exportación a toda costa y exigir después una revisión al alza del respectivo importe. Semejante práctica puede reportarle beneficios inmediatos pero, en opinión de expertos, es perjudicial para la reputación de empresas rusas y la imagen del país en general.
"El Comité de seguridad se decantó definitivamente por la compra de "Almirante Gorshkov" porque es la mejor opción para Nueva Delhi habida cuenta de que la Armada india se compone en un 65% de fragatas, destructores y submarinos de producción rusa", comunicó la víspera el influyente diario Indian Express citando fuente del Gobierno. Se supone que la variante revisada del contrato se firmará en los próximos tres meses y que la entrega del portaaviones, cuyo desplazamiento alcanza 44.500 toneladas, tendrá lugar en 2012.
Las obras de modernización se desarrollan en los astilleros Sevmash, en el norte de Rusia y se completaron en un 50% hasta la fecha. Un portaaviones nuevo de la clase de "Almirante Gorshkov" costaría a Nueva Delhi entre tres o cuatro mil millones de dólares, o sea, un 30-40% más que el proceso de modernización. A India no le quedaba otro remedio sino aceptar las nuevas condiciones, máxime porque había financiado una parte de las obras y Moscú ya amenazó con quedarse el buque, si no se llegaba a un acuerdo.
India es probablemente el país que ha sufrido más que otros debido a la revisión de contratos suscritos con Moscú. Cabe mencionar el ejemplo de K-152 Nerpa, submarino nuclear ruso que acaparó la atención de los medios en noviembre pasado, cuando 20 personas a bordo murieron asfixiadas tras la activación accidental de un sistema anti-incendio basado en el gas freón. La tragedia ocurrió cuando la nave realizaba pruebas en el Mar de Japón.
La construcción de este submarino empezó previamente al colapso de la Unión Soviética, quedó congelada por mucho tiempo y se reanimó gracias a un acuerdo con Nueva Delhi que planeaba tomar la nave en arriendo financiero e incorporarla a la Armada india bajo el nombre de Chakra. Originalmente, Rusia debía entregar el submarino en agosto de 2007 pero no pudo completar las obras a tiempo y retrasó la transferencia por más de un año. Encima, exigió que el importe del contrato se elevara en un 20%, de 650 a 785 millones de dólares. Después del accidente todo indica que Nerpa se quedará en Rusia: es bastante difícil vender un producto de tal imagen y a este precio a clientes extranjeros.
Irán también tuvo la oportunidad de conocer la costumbre rusa de subir el importe acordado inicialmente. La construcción de la central nuclear en Bushehr iba a costarle mil millones de dólares pero Moscú exigió más tarde una suma extra de US$200 millones.
La táctica de torcer brazos "sólo funciona cuando la contraparte no tiene otro remedio", opina el experto Agván Mikaelián. Su colega Iván Andrieyevski cree que es más perjudicial que beneficiosa: "El sector ruso de defensa pierde poco a poco sus mercados tradicionales, a lo cual contribuyen situaciones similares a la de "Almirante Gorshkov". El hecho de que Nueva Delhi no ha desistido de la compra se explica porque este portaaviones ya figura en su doctrina militar, aparte de que el contrato ya está pagado en parte. Ahora bien, con esta actitud difícilmente podemos esperar el desarrollo de la cooperación con India".
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
No hay comentarios:
Publicar un comentario