Moscú, 11 de marzo, RIA Novosti. Las declaraciones del comandante supremo aliado en Europa, almirante James Stavridis, sobre la posible participación de Rusia en el nuevo sistema de defensa antimisiles de Estados Unidos (DAM), son de aplaudir, pero habría que ver quién tiene la última palabra, declaró el embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin.
Al intervenir ante el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, el almirante Stavridis señaló que el programa del DAM permite cooperación con Rusia mediante el posible uso de su radar.
"Las declaraciones de Stavridis merecen ser aplaudidas. Pero he aquí una cuestión: ¿quién tendría el dedo sobre el botón? ¿Quién tomaría la decisión final sobre el empleo del DAM? Dudo que los estadounidenses cedieran el control, por una serie de motivos, desde los organizativos hasta los políticos, y es algo a tener en cuenta", señaló Rogozin en entrevista al diario Izvestia.
Según el diplomático, en caso de que se acuerde la creación de un sistema de defensa antimisiles conjunto, Rusia propondría utilizar su estación de radares de Gabala, en Azerbaiyán, así como el nuevo radar de Armavir, al sur de Rusia.
Rogozin recordó que Moscú y Washington mantienen intensas conversaciones para preparar un nuevo Tratado de Reducción de Armas Nucleares Estratégicas.
"Intentamos que el Tratado refleje la clara relación entre el desarrollo de la defensa antimisiles y el desarme nuclear. Si este propósito se lograra y si se nos mostrase una comprensión real de nuestras preocupaciones, veríamos también más claras las posibilidades de cooperar en la defensa antimisiles", añadió.
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