miércoles, 14 de marzo de 2012

Rusia construye la primera central nuclear flotante del mundo


 
Rusia está construyendo la primera central nuclear flotante del mundo. El contrato está a cargo de la empresa Báltico, de San Petersburgo, de gran experiencia en este tipo de obras. ¿Dónde funcionará esa planta, y cómo será garantizada su seguridad?
A estas preguntas de nuestra emisora respondió Vladislav Sosoniuk, experto de la corporación de la Agencia Federal de Energía Atómica, quien se ocupa del proyecto y de la construcción de la Central atómica flotante: 
–La historia de este proyecto tiene decenas de años. Los primeros intentos de construir una fuente móvil de energía atómica, que pudiera abastecer de electricidad y de calefacción las regiones apartadas del Extremo Norte fueron emprendidos en las décadas de los años sesenta y setenta. Pero, entonces no fueron realizados. A esta idea se regresó en los años 2000. 
La central atómica flotante, autónoma y móvil puede abastecer de energía, de manera ininterrumpida poblados apartados y empresas industriales en el Extremo Norte y en el Lejano Oriente de Rusia. Allí existe la necesidad de fuentes poderosas de energía. Pero, allí hay poca fuerza de trabajo y equipos, no hay carreteras ni redes de líneas eléctricas por las que se pueda recibir energía de otras regiones. Es importante subrayar que, la central atómica flotante producirá no sólo electricidad, sino además calor, la que en las zonas septentrionales es tan necesaria que la energía eléctrica. 
El proyecto de central atómica flotante apareció como un producto derivado de otra  tecnología que ya demostró su vigencia como la fabricación de buques propulsados por reactores nucleares. Actualmente, Rusia también es el único país del mundo que dispone de una flota civil de buques atómicos, y uno de los pocos que cuenta con una flota atómica submarina. Nuestro país ha construido unos doscientos cincuenta buques provistos de uno o dos reactores. El primer buque con un rector atómico fue el rompehielos “Lenin”, botado en 1959. Los reactores atómicos son perfeccionados constantemente, por lo que ha incrementado su seguridad. Hoy día estos tipos de buques son muy seguros, razón por la que los especialistas afirman que pueden ser explotados en las regiones apartadas en condiciones de clima extremas. 
En lo que respecta a los lugares de despliegue de las centrales atómicas flotantes, en su elección se toman en cuenta muchos factores, incluido la influencia de las condiciones naturales extremas. Por ejemplo, la primera central atómica será emplazada en la península de Kamchatka. Pero, en la costa del Lejano Oriente son posibles los terremotos y maremotos, y de ahí que se eligiera, para instalarla, la bahía de Avachinsk, donde estará bien protegida de las olas y de los vientos. Pero, en nuestros tiempos también hay que pensar en la seguridad ante amenazas terroristas. De la misma manera que son custodiadas en el mundo todas las centrales atómicas terrestres, la estación atómica flotante dispondrá de medios de defensa que puedan detectar a tiempo una amenaza y, dar la señal de alarma. Habrá también, obviamente, una guardia armada. 
Otro elemento de seguridad diseñado especialmente para las centrales atómicas flotantes es el procedimiento especial de recargue del reactor. El combustible tiene una duración de doce años. Luego, a su lugar llegará una nueva estación, y la anterior será remolcada, para su recargue en una fábrica especial. Está claro que tal sistema supone la producción en serie de centrales atómicas, lo que a propósito, reducirá sus costo de entre un 15 a un 20%. 
Rusia construirá centrales atómicas flotantes para abastecer de energía y de calor sus regiones apartadas, sobre todo del Norte. Pero, existen en el mundo también otros países que tienen el mismo problema que nosotros: regiones poco pobladas, sin infraestructura, en las que son necesarias fuentes de energía móviles, a la vez que seguras. En la Agencia Federal de Energía Atómica se han acumulado ya unas cuantas solicitudes, de países africanos, del sureste de Asia y de América Latina, de estas centrales. Allí no será requerida la calefacción, y en su lugar, la central flotante producirá, además de electricidad, agua potable.

Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)

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