martes, 26 de abril de 2011

Moscú tuvo conversaciones muy largas con Ban Ki-moon


Ban Ki-moon y Dmitri Medvédev

En los viejos tiempos, a los huespedes extranjeros de alto rango que llegaban a Rusia se recibían con flores en el aeropuerto y escoltados viajaban en coches de lujo. Hoy en día, la tónica de tales visitas es mucho más sobria.

Pero la visita del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue todavía más austera en comparación con las normas actuales de por sí modestas. Además, hay poca información sobre los temas que Ban Ki-moon abordó en el Kremlin, en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, etc., aunque es un hecho de que fueron asuntos de palpitante actualidad.

Preguntas para la dirección de la ONU

Estos temas no se mantienen en secreto, El presidente ruso, Dmitri Medvédev, anunció sus preocupaciones tras reunirse con otros dirigentes del Grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) en la isla china de Hainan y discutir los acontecimientos en Libia y Costa de Marfil.

¿Por qué las naciones grandes y pequeñas votan en el Consejo de Seguridad de la ONU a favor de una resolución que busca arreglar un conflicto y después, un grupo reducido de países empieza a actuar basándose en una interpretación propia de ese documento?

Para ellos, “actuar” quiere decir “bombardear” y “suministrar armamento a las fuerzas de oposición”.Pero ¿qué tiene que ver Ban Ki-moon con las interpretaciones arbitrarias de varios países de la UE y EEUU que a juzgar por todo están buscando problemas a afrontar? En realidad, el secretario general de la ONU que tiene mucho que ver con esto.

Durante su discurso en la cumbre del Grupo BRICS, Medvédev, mencionó la resolución 1975 que permite usar en Costa de Marfil las unidades de la ONU, “pero no para apoyar a una de las partes en conflicto”.

“Tenemos en este contexto preguntas muy serias para la dirección de la ONU. Creo que es una tendencia muy peligrosa. La misión de la ONU es interponer a las partes pero no ayudar en ningún caso a una de ellas aunque consideremos más justo su fundamento”, subrayó.

Entonces, los interrogantes quedaron planteados. Sólo quedó esperar el momento oportuno para discutirlas. Se preveía que esto sería posible durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que las naciones que participan en la operación militar en Libia (y Costa de Marfil) deben reportar sobre el cumplimiento de las respectivas resoluciones.

Pero la convocatoria a esa reunión no ha sido fijada todavía. Según las fuentes del gobierno ruso, se trata de situaciones juegos habituales en la ONU pero la reunión es inevitable. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica no tienen prisa. Todos son miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y podrán aprovecharse de la oportunidad de sacar a la luz pública su postura.

Inesperadamente resultó que es posible preguntar al propio secretario general de la ONU sobre el tema ya antes de la reunion del Consejo de Seguridad de la ONU.

Ban Ki-moon puede tener la intención de buscar un segundo mandato

Un país tiene muchas posibilidades de mostrar cortérmente al huésped, por su propia parte o por parte de sus socios internacionales, que no está contento con su postura.

En reiteradas ocasiones, las palabras no son necesarias. Sea lo que sea, es evidente que el secretario general de la ONU tiene afición al romanticismo revolucionario de las guerras civiles, prefiriendo las en que se lucha por la libertad. Y en resultado, frecuentemente apoya a los liberales más radicales de la UE y EEUU, dispuestos a derramar la sangre no tanto de los dictadores como de los que por desgracia deben defenderles.

Pero el secretario general de la ONU no puede permitirse compartir sentimientos tan radicales ni tampoco apoyar la postura de la minoría de los miembros de la ONU, como en caso de Libia y Costa de Marfil. No es para lo que fue elegido.

Inicialmente, fue difícil determinar la mayoría y la minoría al respecto de los conflictos que estallaron en el norte de África.

Pero la cumbre del grupo BRICS celebrada en la isla de Hainan, demostró con evidencia la dirección del viento de la opinión de la mayoría de la comunidad internacional.

Hoy en día, todos quieren una solución pacífica del conflicto en Libia y todas las demás situaciones similares.

EEUU y otros miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU han apoyado a la candidatura de Ban Ki-moon para un segundo mandato. Pero todo cambia muy rápidamente en el mundo.

Hace poco, un diplomático ruso de los círculos próximos a la ONU citado por la agencia Interfax anunció que Moscú todavía no ve a otros candidatos, excepto Ban Ki-moon, para el puesto del secretario general de la ONU en las próximas eleciones. “Todavía” se ha agregado recientemente a la postura rusa.

Corrección de la vista

Lo más importante no es obligar a Ban Ki-moon a cambiar de convicciones o de postura sino corregir ligeramente su vista, haciendola más neutral. En todo caso, es evidente que Rusia es uno de los países que no escatima esfuerzos para apoyar a la ONU y reforzar el papel de esta organización como un árbitro honesto e imparcial de los asuntos internacionales.

Durante su reciente visita a Moscú, Ban Ki-moon se reunió con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y el canciller ruso, Serguei Lavrov, y abordó los temas de desarrollo económico, la lucha contra el terrorismo, la reanudación de las negociaciones sobre la península de Corea, patria del secretario general de la ONU.

Ban Ki-moon entabló una discusión interesante con el secretario general de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), Nikolái Bordiuzha.

Además, Medvédev y Ban Ki-moon abordaron los problemas más actuales. Los resultados de esta discusión saldrán a la luz pública durante las próximas semanas.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Dmitri Kósirev





LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI


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