Israel debería elegir “entre la paz y la continuidad de los asentamientos”, según reiteró en el pleno de la Asamblea General de Naciones Unidas el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas. Instó a que el Estado hebreo cumpla y prorrogue la moratoria de la edificación de sus asentamientos en Cisjordania.
El previo acuerdo sobre la no reanudación de la construcción de casas, anunciado en noviembre de 2009, expira a la medianoche del 26 de septiembre, y el Gobierno israelí ha señalado en varias ocasiones que no tiene intención de prorrogar la medida. Tampoco, dijo Benjamín Netanyahu, él dará carta blanca a los colonos para que retomen las edificaciones.
En la situación actual el propio proceso de negociaciones entre israelíes y palestinos corre el riesgo de romperse una vez más si los colonos reanudan los asentamientos en los territorios ocupados de Cisjordania. Siempre ha sido el punto clave de las exigencias palestinas y esta vez ante las Naciones Unidas Abbas condenó “la mentalidad de expansión y dominación” que controla la política israelí, expresando al mismo tiempo su disposición a “cooperar con los esfuerzos estadounidenses para el éxito del proceso político para alcanzar una paz amplia y duradera en la región”.
“Nuestras manos heridas —afirmó el líder en su discurso— todavía son capaces de portar la rama de olivo de los restos de los árboles que la ocupación arranca cada día”. No obstante, sus palabras contenían también una amenaza disimulada de una nueva guerra. Aseveró que los palestinos afrontan “problemas peligrosos” que siguen empujándolos a la violencia y el conflicto. Según lo evalúa el dirigente palestino, se pierda una oportunidad tras otra de afrontar los problemas de los habitantes de la región con el fin de encontrar “soluciones amplias y sinceras”.
Así el mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, como los mediadores de Europa urgieron a Israel en estas últimas horas antes del fin de las restricciones sobre edificaciones nuevas que amplíe la moratoria. En particular, la Casa Blanca considera que su anuncio en noviembre pasado “ha producido una diferencia y ha mejorado el ambiente de las conversaciones”.
Mientras tanto, en Israel, un grupo de colonos judíos se adelantó, en espera del fin de la moratoria sobre los asentamientos, e instaló una veintena de caravanas y casas móviles a las afueras de la colonia de Revava, en el norte de Cisjordania. Una vez terminado el plazo decretado, se dedicarán de inmediato a asentar cimientos de una nueva serie de casas, incluso bajo una lluvia de insultos y piedras. Este campo también presiona sobre el Ejecutivo de Tel Aviv.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
En la foto: un paisano palestino de Nazlat Zeid recoge aceitunas en su huerto a que pudo accedes solo a través de un control instalado por la policía del asentamiento hebreo de Shaked que está en el fondo de la imagen
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