Entre los meses de abril a septiembre, cuando se cumple el otoño e invierno austral, se producen este tipo de alertas ambientales generadas por la contaminación que arrastran los vehículos sin convertidor catalítico, así como empresas y fábricas de la capital chilena que producen calefacción en esta época del año.
Santiago de Chile cumple este lunes el segundo día de pre emergencia ambiental que fue decretada por las autoridades de ese país el domingo ante las preocupantes condiciones de contaminación atmosférica presentes en el ambiente.
La situación establece que el 60 por ciento de los vehículos sin convertidor catalítico no podrán circular por las calles y avenidas de la capital entre las 11:30 GMT a 01:00 GMT, como lo indicó la Intendencia Metropolitana de Chile.
Las autoridades anunciaron la aplicación de la norma para aquellos vehículos sin el dispositivo con placas que terminen en 9-0-1-2-3 ó 4, y un 20 por ciento de carros con convertidos catalítico cuyas matrículas finalicen en 9 ó 0.
Aquellos medios de transporte que trabajen con gas natural o electricidad, así como ambulancias, bomberos, Gendarmería (servicio de prisioneros) y vehículos de funerarias, quedan excentos del decreto.
Durante toda la jornada de este lunes, no se permitirá el funcionamiento de calefactores a leña o biomasa y se determinó la paralización de 842 fuentes fijas de contaminantes como industrias, calderas y demás fábricas generadoras de calor.
En cuanto a la población de Santiago, las autoridades aconsejaron la no realización de actividades al aire libre en vista de los altos registros de contaminación.
Entre los meses de otoño e invierno (abril-septiembre) en la capital chilena se producen este tipo de alertas ambientales en virtud de la polución que se genera en esa ciudad, considerada la segunda más contaminada de América Latina después de Ciudad de México.
La ausencia de vientos, propio de la época, aunado a la presencia de las montañas que rodean el valle donde se localiza Santiago de Chile, dificultan la circulación de aire en esa ciudad generando el fenómeno conocido como inversión térmica, que consiste en la presencia de temperaturas bajas que mantienen partículas contaminantes a nivel de suelo.
Para una ciudad de 6,2 millones de habitantes, los peores índices se registraban a primeras horas de este lunes en Pudahuel en el noroeste, con 122 miligramos de partículas (nivel regular) nocivas por cada metro cúbico de aire y Cerro Navia, en el centro norte, con 97 (nivel bueno), mientras en Santiago Centro marcaba sólo 58 miligramos.
La situación establece que el 60 por ciento de los vehículos sin convertidor catalítico no podrán circular por las calles y avenidas de la capital entre las 11:30 GMT a 01:00 GMT, como lo indicó la Intendencia Metropolitana de Chile.
Las autoridades anunciaron la aplicación de la norma para aquellos vehículos sin el dispositivo con placas que terminen en 9-0-1-2-3 ó 4, y un 20 por ciento de carros con convertidos catalítico cuyas matrículas finalicen en 9 ó 0.
Aquellos medios de transporte que trabajen con gas natural o electricidad, así como ambulancias, bomberos, Gendarmería (servicio de prisioneros) y vehículos de funerarias, quedan excentos del decreto.
Durante toda la jornada de este lunes, no se permitirá el funcionamiento de calefactores a leña o biomasa y se determinó la paralización de 842 fuentes fijas de contaminantes como industrias, calderas y demás fábricas generadoras de calor.
En cuanto a la población de Santiago, las autoridades aconsejaron la no realización de actividades al aire libre en vista de los altos registros de contaminación.
Entre los meses de otoño e invierno (abril-septiembre) en la capital chilena se producen este tipo de alertas ambientales en virtud de la polución que se genera en esa ciudad, considerada la segunda más contaminada de América Latina después de Ciudad de México.
La ausencia de vientos, propio de la época, aunado a la presencia de las montañas que rodean el valle donde se localiza Santiago de Chile, dificultan la circulación de aire en esa ciudad generando el fenómeno conocido como inversión térmica, que consiste en la presencia de temperaturas bajas que mantienen partículas contaminantes a nivel de suelo.
Para una ciudad de 6,2 millones de habitantes, los peores índices se registraban a primeras horas de este lunes en Pudahuel en el noroeste, con 122 miligramos de partículas (nivel regular) nocivas por cada metro cúbico de aire y Cerro Navia, en el centro norte, con 97 (nivel bueno), mientras en Santiago Centro marcaba sólo 58 miligramos.
Viejo Condor
TeleSurTV (SIC)
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