Damasco, 11 de mayo, RIA Novosti. El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, advirtió este martes, durante una visita a Siria, que la escalada de tensión en Oriente Próximo entraña consecuencias desastrosas.
"El ulterior calentamiento de la situación en Oriente Próximo entraña el peligro de una explosión y una catástrofe", declaró el dirigente ruso en una rueda de prensa celebrada en Damasco al término de las negociaciones con Bashar al-Assad, su homólogo sirio.
Medvédev aseguró que Moscú contribuirá al relanzamiento del proceso de paz entre los árabes y los israelíes a partir de las resoluciones de la ONU, la iniciativa de paz árabe y lo dispuesto en la Conferencia de Madrid.
EEUU, en su opinión, debería asumir "una postura más activa" con respecto a dicho proceso que debe derivar en "un arreglo universal y equitativo a largo plazo, la liberación de los territorios árabes ocupados en 1967 y la creación de una Palestina independiente que cohabite en paz con Israel".
Afirmó que Damasco y Moscú coinciden en la necesidad de que Oriente Próximo sea "una zona desnuclearizada". "Otra evolución de los acontecimientos significaría una catástrofe regional y, probablemente, global", alertó.
La situación en torno al programa nuclear iraní fue uno de los temas que Medvédev discutió con su anfitrión sirio.
Por su parte, Al-Assad resaltó el papel de Rusia en el proceso del arreglo en Oriente Próximo y señaló que las partes creen necesario "aprovechar cualquier oportunidad, por mínima que sea, para preservar la tendencia negociadora (...) y prevenir un guión militar en la solución de este problema".
En el transcurso de las negociaciones, Al-Assad y Medvédev acordaron la creación de un Consejo ruso-sirio de cooperación estratégica - tema que deberán debatir en detalle los respectivos cancilleres - y quedaron en atribuir un carácter regular al intercambio de visitas al máximo nivel.
Viejo Condor
RI Novosti (SIC)
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