sábado, 14 de febrero de 2009

El discurso de Joe Biden en Munich infundió pesimismo entre los militares rusos



 

Nikita Petrov, Ria Novosti. El discurso del vicepresidente de Estados Unidos Joe Biden en la Conferencia Internacional de Seguridad de Munich en el que expuso la nueva política exterior de Washington no causó ninguna sensación. A pesar de que Biden dijo que las relaciones con Moscú comenzarán "apretando el botón de reinicio".

Al respecto, algunos representantes de la delegación oficial rusa manifestaron un cauteloso optimismo. Se habló de que el dialogo entre el Kremlin y la Casa Blanca comenzará a partir de una hoja nueva, y que existen perspectivas de lograr acuerdos en torno a los problemas más agudos de las relaciones bilaterales.

 Pero expertos militares rusos consideran que no vale la pena alimentar ilusiones porque hay razones de sobra para que predomine el pesimismo.

Como declaró Biden, EEUU continuará el emplazamiento del sistema de defensa antimisiles DAM en Europa simultáneamente con consultas con la OTAN y con Rusia.

 Los militares rusos ya suponen cómo se desarrollarán esas consultas. La Administración anterior (del ex presidente George W. Bush) también varias veces "consultó" con Rusia sobre la DAM en Europa, pero no movió  ni ápice la decisión de emplazar en Polonia diez misiles interceptores y una estación de radar de alta frecuencia en la República Checa, que es lo que más preocupa a Moscú.

 

Los expertos rusos destacan que en Munich el vicepresidente de EEUU no dijo una sola palabra sobre las posibilidades de firmar un  nuevo tratado para la reducción del arsenal nuclear estratégico de ambos países y la implementación de mecanismo de control de los arsenales nucleares, en reemplazo o prolongación del Tratado sobre la Reducción de Armas Estratégicas (START-1) que expira en diciembre de 2009.

 

Para los militares rusos, la nueva Administración estadounidense todavía no ha adoptado una postura concreta en este sentido,  y la información filtrada en estos días por el diario británico The Times de que Washington prepara una propuesta a Moscú para reducir en un 80 % sus arsenales nucleares hasta 1.000 ojivas, es apenas el bosquejo de una tesis que ni siquiera merece ser comentada a nivel oficial.

 

Entre tanto, el ministro de Asuntos Exteriores británico David Miliband al intervenir en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres, para explicar la política exterior británica , explicó algunos de los planteamientos  expuestos por The Times.

 

Esos planteamientos se pueden dividir en tres momentos principales.

El primero comprende la adopción de medidas para impedir la proliferación de armamento nuclear. En alusión directa a Teherán Miliband propuso la implantación de medidas internacionales extremadamente severas contra los países infractores del régimen de no proliferación.

 

La segunda tesis se refiere a un proceso encaminado hacia la paulatina desnuclearización del mundo. A juicio de Londres, el proceso debe incluir la  reducción máxima de los arsenales nucleares de todos los países, además de la imposición de un marco legal que establezca limitaciones y mecanismos de control y verificación del armamento nuclear.

La desnuclearización en mayor medida depende si Rusia y EEUU logran un acuerdo para reducir al mínimo sus arsenales atómicos que en la actualidad son los más grandes del mundo.

 

A juicio de Miliband esas negociaciones ruso-estadounidenses de desarme radical deben ser apoyadas por otros países con armas nucleares, que también deben certificar su disposición de mantener al mínimo las reservas de estas armas.

Además deberá prohibirse cualquier tipo de prueba de armamento nuclear con el fin de limitar las posibilidades de su desarrollo y modernización.

 

El tercer punto supone la búsqueda de mecanismos de seguridad durante la etapa de reducción de los arsenales nucleares hasta su completa liquidación. Para la búsqueda de esos mecanismos, Miliband propuso la celebración de una conferencia internacional que podría celebrarse en Londres el presente año.

 

Los militares rusos consideran que los planteamientos de Miliband complementan las probables propuestas de desarme de Washington y en conjunto, todas esas ideas tienen importancia porque ante la suficiente voluntad política, pueden ser realizables a largo plazo.

 

En ese sentido los militares rusos recuerdan las propuestas de desarme que propuso el primer y último presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, ofertas que en ese entonces no contaron con el apoyo de los países occidentales. Un ejemplo, a diferencia de Rusia, que sí lo hizo, EEUU rehusó a firmar el tratado sobre la prohibición  universal de las pruebas nucleares.

Al mismo tiempo, los expertos rusos estiman que hablar de una reducción del armamento nuclear en un 80 % como supuestamente propone EEUU es un asunto demasiado complicado.

Porque queda por definir qué es lo que exactamente incluye la reducción propuesta, exclusivamente las ojivas nucleares o los portadores (misiles balísticos intercontinentales de emplazamiento en tierra, submarinos o bombardeos estratégicos).

 

También el proceso de contabilización de las ojivas que deberán ser reducidas.

 Si incluirá las cargas que se encuentran en los misiles o las que se encuentran en los depósitos.

 

 Y lo más importante, ¿no serán las iniciativas de Londres y Washington un intento para lograr el desarme unilateral de Rusia?  

Porque no es un secreto que el potencial militar convencional de Rusia es muy inferior al análogo estadounidense y todavía mucho más vulnerable ante los bloques militares que lidera Washington y en este caso, para Moscú, su arsenal nuclear supone un elemento que garantiza su seguridad.

Viejoi  Condor

RIA Novosti (SIC)

Nikita Petrov 





LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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