viernes, 19 de octubre de 2012

La OTAN se prepara para una ciberguerra contra Rusia

Россия НАТО

La Alianza Atlántica se propone realizar importantes maniobras militares en el área de la seguridad informática.

De acuerdo con el guión, como agresor interviene un país africano, aunque, en conversaciones privadas, los representantes de la OTAN reconocen que, en realidad, las fuerzas de la Alianza se preparan para repeler una agresión de un supuesto ataque de piratas informáticos rusos, chinos o iraníes. 
El diario ruso Kommersant, que dio la noticia, indica que el Ministerio de Defensa de Rusia anunció recientemente una licitación para realizar investigaciones en la esfera de la seguridad informática. Entre otras cosas, los militares rusos están interesados en los métodos y medios de evasión de los sistemas antivirus, de los medios de protección informática, de los medios de protección de los sistemas operacionales. Se invita a participar en la licitación a los rusos que tengan potencial y motivación interna para la solución de vastas tareas científico-técnicas en interés del país. La seriedad de las intenciones de las autoridades rusas ha sido confirmada a La Voz de Rusia por muchos expertos, entre ellos el director de Fomento de los Negocios de la compañía Grotek, Alexandr Vlásov: 
–La ciberarma se desarrolla de forma impetuosa. Este tema centra actualmente la atención de los órganos estatales rusos. Ahora todos comprenden perfectamente aquello que decía Lenin de que “la demora equivale a la muerte”. Si ahora no se toman medida muy precisas de protección de las infraestructuras críticamente importantes, mañana nos despertaremos en la edad de piedra: no tendremos electricidad, la comunicación móvil no funcionará, estarán desconectados todos los sistemas de mando, etc. 
Rusia, en general, está preparada para semejante viraje de los hechos. La calidad tradicional de la educación técnica, los éxitos incondicionales de la escuela nacional de matemáticas hacen de ella un enemigo informático bastante serio. Tales consideraciones fueron manifestadas a La Voz de Rusia por el experto independiente en seguridad informática, Alexandr Pisemski: 
–Pienso que sería irracional que la OTAN acoja a Rusia como a un enemigo potencialmente débil. Rusia siempre sobresalió por su gente inteligente. Las modernas tecnologías informáticas (TI) y las altas tecnologías se desarrollan bastante bien en nuestro país, incluso en el sector estatal. La experiencia de los 'hackers' rusos conocidos en todo el mundo y los diseños que realizan las organizaciones comerciales y el Estado elevan el nivel de riesgo de la OTAN por parte de Rusia. Por cierto que Rusia tiene planes para contener todo tipo de ataques cibernéticos y para reaccionar a ellos. Pero, de todos modos, se requieren inversiones adicionales (tanto organizativas como técnicas) para elevar la capacidad defensiva de nuestro país en el espacio cibernético. 
La ciberguerra son además los ataques psicológicos. EEUU fue no hace mucho víctima de uno de esos ataques. Se trata de la publicación de una enorme cantidad de materiales secretos en la página de WikiLeaks. Una serie de expertos presentan en calidad de ejemplo de ciberguerra la llamada primavera árabe: la sucesión de revoluciones en Oriente Próximo y el Norte de África, que pusieron en acción los mecanismos de los sangrientos conflictos civiles. Alexandr Vlásov señala: 
–En este caso no hablaría de una ciberarma, sino de una acción psicológicamente organizada, de gran envergadura y muy bien planificada por los inspiradores y organizadores de la “primavera árabe”. Si contemplamos la ciberarma, en un sentido más amplio, pues en ella también se podrían incluir los ataques informativos: todo aquello que estuvo relacionado con la guerra ideológica en tiempos de la Unión Soviética, incluyendo la desmoralización de los principales grupos de la población del eventual enemigo. Pienso que desde allí hemos pasado a la lista de los principales enemigos de la OTAN – enemigos cibernéticos o simples enemigos, esto ya no tiene importancia. 
Al parecer, en ello reside el error más importante de los estrategias de la OTAN. El sentido común sugiere que los norteamericanos deben temer en último lugar a sus principales socios del diálogo internacional. Pero la mentalidad de bloque y la lógica mesiánica con frecuencia prevalecen sobre todas las demás consideraciones. Y los norteamericanos empiezan la instrucción de combate contra molinos de viento, sin advertir las reales amenazas económico-militares, que se plantean ante ellos. 

Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)

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