jueves, 6 de septiembre de 2012

Netanyahu amenaza a sus ministros con un polígrafo


El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, está furioso. Tanto, que se plantea hacer pasar a sus ministros por el detector de mentiras. La causa es una filtración a la prensa de los detalles de una reunión del gabinete de seguridad para analizar el estado del programa nuclear iraní.
Netanyahu llegó el miércoles a cancelar la segunda parte de la reunión que comenzó el martes y en la que los ministros debían escuchar lo que los responsables del espionaje tenían que decir acerca de la supuesta amenaza nuclear iraní y de un posible ataque israelí como el que barrunta el jefe del Gobierno. “Algo grave ha sucedido. Ha habido una filtración procedente de la reunión del gabinete de seguridad. La seguridad del Estado y de sus ciudadanos depende de la capacidad del gabinete de seguridad para mantener reuniones secretas y en profundidad”, dijo el primer ministro, según un comunicado difundido por su oficina.
La prensa israelí indicaba que Netanyahu estudia la posibilidad de someter a los asistentes a la reunión secreta a la prueba del polígrafo. Shaúl Mofaz, antiguo socio del Gobierno y ahora en la oposición, pidió que los servicios secretos pongan en marcha una investigación y que Netanyahu sea el primer interrogado. “Deberían preguntarle: ¿Ha hablado usted con miembros de la prensa sobre maniobras militares o políticas en las últimas semanas?”.

La oposición pide que el jefe del Gobierno se someta al polígrafo
La furia le ha costado a Netanyahu una avalancha de críticas no solo procedentes de la oposición. Influyentes comentaristas se han mofado de su indignación y le han acusado de ser él mismo un gran filtrador, que ahora se lleva las manos a la cabeza solo porque en esta ocasión puede que él no haya tenido nada que ver.
En el diario Maariv, Ofer Shelah escribió: “Son Netanyahu y el ministro de Defensa Barak los primeros y principales responsables… Son aquellos que han iniciado el fuego del debate sobre un inminente ataque a Irán en las últimas semanas. Son ellos los que incesantemente informaron a los periodistas, concedieron entrevistas y llevaron a sus oyentes a creer que un ataque antes de las elecciones de EE UU sería una misión de salvación comparable a Auschwitz”.
La prensa israelí acostumbra a publicar el contenido de reuniones y documentos secretos, siempre que superen la censura militar. En el caso de un posible ataque a las instalaciones nucleares iraníes, las filtraciones a la prensa y las especulaciones de todo tipo parecen haber escapado a control alguno en los últimos tiempos. No hay día que en que los diarios no publiquen dramáticos titulares que más tarde quedan desmentidos o que simplemente resultan imposibles de comprobar. La sombra de conocidos políticos se vislumbra en ocasiones con cierta claridad en algunas de esas filtraciones, cargadas de una descarada intención política.

Viejo Condor
El Pais (SIC)

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