lunes, 9 de julio de 2012

Luto tras un fin de semana negro


El presidente Putin declara luto nacional por la tragedia de las inundaciones y por el accidente de autobús en el que fallecieron 14 peregrinos rusos que iban a visitar lugares sagrados en Ucrania.
Luto tras un fin de semana negro
Al menos 171 personas han muerto en las inundaciones que han arrasado la región de Krasnodar. Foto de AFP
Hasta el momento las autoridades rusas estiman que la catástrofe en el sur de Rusia ha causado 171 muertes y 24.000 damnificados. Además, ha inundado 5.000 viviendas y ha dejado 650 hogares completamente destruidos, a lo que hay que sumar los importantes desperfectos que han sufrido los suministros de electricidad, luz, gas y las vías de comunicación.

Según el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Krasnodar la zona más afectada ha sido la comarca de Kuban, en el litoral del Mar Negro. La mayoría de las víctimas se han producido en la ciudad de Krymsk.

Al menos cinco de las muertes se produjeron tras la caída del tendido eléctrico, lo que obligó a cortar el suministro para evitar nuevos accidentes.

Más de 2.800 personas han sido evacuadas de sus hogares. En la zona trabajan 10.000 efectivos y 160 vehículos, entre ellos 12 aviones y varios helicópteros.

Fotos de Mijaíl Mordasov, RIA Novosti
Voluntarios de ayuda
Ayer domingo se formaron al menos 17 estaciones de ayuda colectiva tanto en Moscú como en otras ciudades. Algunos voluntarios están dispuestos a convertir sus apartamentos en centros temporales de asistencia para las víctimas. Varias organizaciones sociales, partidos políticos y voluntarios de diferentes partes de Rusia envían a la zona afectada ayuda humanitaria compuesta ante todo de bienes de primera necesidad como agua potable, alimentos no perecederos, mantas, ropa, y leche maternizada.

Accidente de tráfico en Ucrania

La desgracia vino a sumarse al terrible accidente de tráfico acaecido en Chernigov-Kiev, al norte de Ucrania, cuando un autobús repleto de peregrinos rusos se salió de la carretera. En el accidente murieron 14 personas y 22 sufrieron heridas de diferente consideración.
Las primeras informaciones facilitadas por el Ministerio de Emergencias de Ucrania apuntan a que el conductor conducía a una velocidad excesiva y que, tras invadir el carril contrario, se salió de la carretera.

Luto nacional

Debido a la extrema gravedad de la situación, el presidente ruso, Vladímir Putin, ha decretado hoy, el 9 de julio, como día de luto nacional. A su vez, ha ordenado abrir una investigación para depurar responsabilidades en una posible negligencia a la hora de alertar y atender a la población.

Putin mantuvo una reunión con los responsables locales de Krimski, en la que solicitó información acerca de los rumores que apuntaban a que las compuertas del embalse situado en las inmediaciones de la ciudad habrían sido abiertas, acentuando así las consecuencias de la desgracia.


Según los testimonios de varios vecinos de Krimski, la ciudad fue devastada por una ola producida por el desbordamiento de la presa de Nebezdzhayevsk, situada en las montañas cercanas a la ciudad. Mientras que la versión oficial de las autoridades relata que debido a la fuerza de las lluvias la presa se desbordó en varias ocasiones y se niega que las compuertas fuesen abiertas de forma intencionada.
El gobernador de Krasnodar, Alexánder Tkachiov afirmó que “esta es una tragedia sin precedentes, los damnificados son más de 24.000, literalmente la mitad de la población”.

Equipos de rescate

Numerosos países han expresado sus condolencias a las familias afectadas por la devastadora inundación y han ofrecido su apoyo a Rusia. Más de 10.000 socorristas continúan desarrollando sus labores de rescate en la zona inundada asistidos por 140 helicópteros. Asimismo, también trabajan más de 600 militares junto con miembros del Ministerio de Emergencias. Hasta el momento, más de 6.000 supervivientes, que se encontraban en techos y árboles, han sido socorridos por los equipos de rescate.  Cosacos de diferentes localidades de la región acudieron a la zona afectada para brindar su apoyo a las víctimas. “Nos sumergíamos a una profundidad de tres metros en el agua helada  y sacábamos tanto a supervivientes, como muertos”, comenta Iván Bezugli, participante en las labores de rescate. 

Viejo Condor
Rusia Hoy (SIC)

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