El Pentágono señaló que los ejercicios militares conjuntos de lucha contra submarinos y otras prácticas de guerra comenzarán "en un futuro próximo".
En su visita a Pekín, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hilary Clinton, calificó la situación en la península coreana como "extremadamente precaria".
Este lunes, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, congeló el comercio con su vecino del norte y prometió castigar a quienes perpetraron el ataque contra el buque Cheonan que causó la muerte de 46 marineros.
Corea del Norte respondió que tomará represalias por cualquier acción tomada en su contra.
Apoyo inequívoco
En una medida respaldada por EE.UU., el presidente Lee dijo en un discurso televisado que Seúl no tolerará más "ningún acto de provocación de Corea del Norte y mantendrá el principio de la disuasión activa".
Las medidas anunciadas por el gobierno surcoreano fueron la suspensión del comercio entre las dos Coreas, la prohibición de que barcos de Corea del Norte utilicen vías marítimas dentro de aguas territoriales de Corea del Sur, la reanudación de la "guerra psicológica" y llevar el caso del hundimiento del Cheonan al Consejo de Seguridad de la ONU.
John Sudworth, corresponsal de la BBC en Seúl, indicó que se trata de una respuesta muy dura de Seúl, apenas un paso antes de una acción militar.
Las medidas fueron anunciadas menos de una semana después de que expertos de EE.UU., Reino Unido, Australia y Suecia concluyeran que un torpedo había hundido al Cheonan y que en las piezas del torpedo encontradas en el fondo del mar había letras que hacían juego con un diseño de Corea del Norte.
El portavoz del Pentágono, Bryan Whitman, dejó claro que la decisión de iniciar los ejercicios navales conjuntos "fue una consecuencia de los resultados de este incidente reciente".
Algunos analistas describen los ejercicios conjuntos como una declaración de compromiso de Estados Unidos para ayudar a Seúl y no como un intento de intimidar a Pyongyang.
Diplomacia en Pekín
En China, Clinton instó a los países de la región a contener "la precaria situación creada por Corea del Norte".
El gobierno chino -el más cercano socio comercial de Corea del Norte y miembro permanente del Consejo de Seguridad- ha instado a la "moderación”.
Japón dijo que está considerando sus propias sanciones contra Pyongyang.
El comercio internacional de Corea del Norte depende en un 80% de sus transacciones con Corea del Sur y con China.
En 2009, el comercio entre las dos Coreas se situó en US$1.680 millones de dólares, el 13% del PIB de Corea del Norte.
Una "fabricación"
Pyongyang, que ha negado cualquier implicación en el hundimiento, calificó la investigación internacional de "fabricación" y amenazó con la guerra si se le imponen sanciones.
"Si [Corea del Sur] crea nuevos instrumentos para la guerra psicológica, como altavoces, y mantiene otros mecanismos antiguos de guerra psicológica intactos haciendo caso omiso de nuestras demandas, entonces nuestro objetivo directo será abrir fuego para destruirlos", dijo este lunes un comunicado del ejército del Norte.
"Ataques físicos más potentes serán adoptados para erradicar la raíz de la provocación, si [Corea del Sur] se atreve a desafiar nuestra justa respuesta", dijo un comandante norcoreano, según la agencia de noticias oficial KCNA.
"Si [Corea del Sur] crea nuevos instrumentos para la guerra psicológica, como altavoces, y mantiene otros mecanismos antiguos de guerra psicológica intactos haciendo caso omiso de nuestras demandas, entonces nuestro objetivo directo será abrir fuego para destruirlos."
Comunicado del ejército de Corea del Norte
Viejo Condor
BBC Mundo.com (SIC)
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