EE. UU. no califica como “acto de guerra” la presunta agresión de Corea del Norte pero advierte de que “habrá consecuencias” por el hundimiento del navio surcoreano.
Estados Unidos manda mensajes contradictorios sobre el conflicto surgido entre Corea del Norte y Corea del Sur, tras la aparición de un informe de expertos internacionales que asegura que un submarino norcoreano fue el responsable del hundimiento del navio de guerra surcoreano ‘Cheonan’, que ocasionó la muerde de 46 personas. Por su parte, las autoridades de Pyongyang califican el informe de "locura" y niegan todas las acusaciones.
A un día del inicio de la visita de Hillary Clinton a la zona, el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, afirmó que el suceso fue “una seria provocación” y que “definitivamente, habrá consecuencias”, sin especificar cuáles podrían ser éstas. Sin duda, el tema será uno de los más tratados por Clinton en sus reuniones sucesivas con los líderes japoneses, chinos y surcoreanos, que se inician el 20 y está previsto que duren hasta el próximo 26 de mayo. Tras el suceso, la Casa Blanca ya emitió un comunicado en el que calificaba el “ataque” como un “desafío a la paz y la seguridad internacionales y una violación del Acuerdo de Armisticio".
Por su parte, los representantes del Pentagono evitaron calificar el suceso como un “acto de guerra”, aunque dan por cierto todo lo recogido en el informe elaborado por expertos internacionales y por tanto no dudan en calificar los hechos de “agresión”, según afirmó Robert Gates, secretario de Defensa de EE. UU. Tanto él, como el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Michael Mullen, afirmaron que, aunque recae en Corea del Sur la responsabilidad de dar respuesta a este ataque, ellos apoyarán a este país si decide emprender alguna represalia. “Fue un ataque contra una nave surcoreana y es necesario que los surcoreanos den los primeros pasos para proponer un curso de acción. Nosotros mantenemos consultas muy estrechas con nuestros aliados en Corea del Sur", afirmó Gates en rueda de prensa, según información de EFE.
Los representantes de Defensa de EE. UU. también aclararon que si la idea de Corea del Norte es tensar la situación con sus vecinos del sur aprovechando una presunta falta de capacidad de los estadounidenses para reaccionar, dada su presencia en dos zonas de conflicto (Irak y Afganistán), esto no sería un problema para intervenir también en este área si fuera necesario. "No estamos demasiado ocupados como para no responder. Si hubiese un problema (en el este de Asia) nuestras armas principales serían la Marina y la Fuerza Aérea, que ahora mismo tienen más recursos disponibles que las fuerzas de tierra", advirtió Gates. Por su parte, Mullen también dejó claro que las Fuerzas Armadas del país “mantienen su atención en el sostenimiento de la estabilidad en esa región y en el apoyo a nuestro firme aliado, Corea del Sur”, aunque las tropas presentes en la zona no han variado su situación de “alerta normal”.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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