lunes, 26 de enero de 2009

LAS PERSPECTIVAS DEL CAZA RUSO DE QUINTA GENERACIÓN



El proceso de diseño y construcción del caza de quinta generación para la fuerza aérea de Rusia desde varios años es uno de los temas militares más discutidos en el país.

El nuevo avión cuya realización está prevista en el programa PAK FA (complejo de aviación de combate de perspectiva) debe reemplazar los actuales cazas de cuarta generación Su-27 y MiG-29 que conforman la principal fuerza de choque de la Fuerza Aérea de Rusia.

Recientemente, el vicepresidente del Gobierno ruso Serguei Ivanov resaltó la necesidad de acelerar la fabricación del nuevo avión de combate, lo que causó gran resonancia en el sector aeronáutico y la industria militar rusa.

La decisión de crear un nuevo avión de combate para la Fuerza Aérea de Rusia fue adoptada a comienzos de los años 2000, y los principales Centros de Diseño y construcción aeronáutica nacional como Sukhoi, Mikoyán y Yákovlev presentaron sus proyectos respectivos.

Finalmente, el consorcio aeronáutico Sukhoi fue designado por el Gobierno como empresa piloto del proyecto, que según numerosas fuentes, se desarrolla bajo la denominación PAK FA T-50.

A partir del momento en que se puso en marcha el proyecto, expertos y fuentes competentes indicaron que el primer vuelo de prueba del aparato ruso podría realizarse entre el 2008 y el 2010.

Pero a finales del año pasado, el comando de la Fuerza Aérea de Rusia reveló que el primer vuelo del T-50 se producirá en agosto 2009. Meses antes en el verano boreal de 2008, tras la aprobación de toda la documentación, los planos para la fabricación del aparato fueron remitidos a la fábrica de Sukhoi en la ciudad de Komsomolsk del Amur, en el Extremo Oriente del país.

Según fuentes autorizadas, en la planta de Komsomolsk del Amur funcionará la cadena de producción del T-50 y actualmente, en talleres especiales avanza la construcción de tres aparatos (prototipos) que se utilizarán en los diferentes ciclos de experimentación que durarán entre cinco y seis años.

La fase siguiente comprende la designación de los certificados correspondientes por parte de diferentes entidades rusas, y después comenzará la fabricación en serie del avión, probablemente a comienzos del año 2015.

Hasta el momento, no existe información oficial sobre las características del T-50 y a partir de las pocas informaciones que circulan entre expertos, será un caza de la categoría pesada con un peso de despegue superior a las 30 toneladas, que más o menos corresponde a los actuales Su-27.

Filtraciones de prensa aseguran que el radar a bordo será diseñado por el instituto de investigaciones Tijomírov, constructor del radar Irbis para el caza Su-35 BM un caza de generación intermedia (IV+++) y a juzgar por los trabajos que desarrolla el mencionado instituto, el armamento y los sistemas del T-50 serán fabricados en base a los armamentos y sistemas introducidos en el Su-35.

De la forma exterior que tendrá el aparato no se sabe prácticamente nada, no obstante la opinión más difundida indica que el T-50 en su apariencia exterior será muy parecido al caza estadounidense F-22 Raptor.

De acuerdo a la prensa rusa especializada, el T-50 será un caza con velocidad de crucero supersónica de entre 1.58 y 2.5 Mach impulsado por un potente propulsor de empuje vectorial que le brindará alta maniobralidad.

Por su apariencia exterior y los materiales utilizados el T-50, será de baja detectabilidad, en parte porque el armamento estará en compartimientos cubiertos y también por sistemas de tecnología furtiva.

Las posibilidades de navegación, control de armamento, ataque y defensa serán totalmente computerizados.

Pero además del avión propiamente dicho, la introducción de los cazas de quinta generación también incluye la creación de un complejo de recursos adicionales logísticos destinados a ampliar las posibilidades de combate de la Fuerza Aérea en su conjunto. Estos son armas inteligentes, sistemas de abastecimiento y apoyo terrestre, aéreo y orbital, defensa radio-electrónica.

Empresas y centros de investigación de la industria militar rusa trabajan en diseño y construcción de estos sistemas que avanzan a ritmos diferentes con éxitos y fracasos, y en algunos casos, sin la debida financiación.

Como destacan expertos, estos sistemas tienen una importancia capital para el éxito del PAK FA, pues sin ellos, el T-50 una vez concluido, no será más que un juguete muy complicado y costoso imposibilitado para elevar el potencial bélico de la Fuerza Aérea de Rusia.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

Iliá Kramnik

Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

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