miércoles, 6 de marzo de 2013

La muerte de Chávez arroja incertidumbre sobre contratos rusos en Venezuela


Hugo Chávez con el jefe de Rosneft, Igor Sechin (12 de septiembre 2012)


La muerte de Hugo Chávez arroja incertidumbre sobre el futuro de multimillonarios contratos energéticos y de armamento que Rusia se adjudicó en Venezuela,  uno de sus socios estratégicos en Latinoamérica en los últimos años, reconocieron hoy varios expertos consultados por RIA Novosti.
Empresas energéticas rusas con Rosneft al frente participan actualmente en cinco proyectos de producción petrolera en el territorio venezolano, ante todo, el Bloque Junín 6 de la Faja Petrolífera del Orinoco donde las inversiones podrían ascender a 20.000 millones de dólares. Será precisamente el jefe de Rosneft, Ígor Sechin, quien presidirá la delegación oficial rusa en el funeral de Chávez, fallecido el martes tras casi dos años de lucha contra el cáncer.
La cooperación militar técnica de Caracas con Moscú es otro renglón importantísimo. En 2012-2015, Venezuela se convertirá en la segunda compradora de equipos militares rusos tras la India, con un importe total que el Centro ruso para el análisis del comercio mundial de armas estima en 3.200 millones de dólares. El director de la corporación Tecnologías de Rusia y, anteriormente, jefe de la exportadora de armas Rosoboronexport, Serguei Chémezov, también asistirá a los actos fúnebres en Caracas.
¿Adónde se encamina Venezuela?
“En naciones autoritarias que pierden a sus líderes, la evolución de los acontecimientos suele depender de la oposición. Si no la hay, como en Libia, estos países se sumen en el caos. En Venezuela, en cambio, la oposición es bastante competitiva, como vimos en las elecciones presidenciales de octubre pasado”, destacó en una entrevista con RIA Novosti el jefe de la Fundación rusa de seguridad energética, Konstantín Símonov.
El experto duda de que en Venezuela se produzca un golpe militar pero tampoco cree en una sucesión controlada, para la que harían falta la estabilidad institucional y la popularidad del actual dirigente. Ninguna de las dos circunstancias, a su juicio, se da en el caso venezolano, por lo que la oposición podría conquistar fácilmente el poder.
El subdirector del Instituto de América Latina anexo a la Academia de Ciencias de Rusia, Vladímir Súdarev, señaló que “Nicolás Maduro profesa la ideología del socialismo del siglo XXI y es más de izquierdas que Chávez”. No cabría esperar cambios mayores, si él subiera al poder. Sin embargo, Súdarev recordó que hay agresividad recíproca entre oposición y los chavistas, por lo que una solución de compromiso parece poco probable.
El director del Instituto de energía nacional, Serguei Pravosúdov, piensa que las empresas rusas en Venezuela “sentirán todas las peripecias de esta lucha cuya pésima variante sería una guerra civil”.
El futuro de los contratos
Analistas califican de incierto el futuro de las compañías rusas en Venezuela y de los contratos correspondientes.
En situaciones como ésta todo depende del máximo dignatario, opina Símonov. En el supuesto de un cambio en el poder, el nuevo Gobierno podría tratar a los inversores rusos de la misma manera que Chávez trató en su momento a los estadounidenses, es decir, expulsarlos sin indemnizaciones algunas. Tampoco serían recuperables las primas que empresas rusas pagaron en su día por el derecho de invertir en Venezuela, dijo el experto.
El latinoamericanista Súdarev, en cambio, está seguro de que nadie enseñará la puerta a empresas rusas. “Ningún Gobierno que se respete lo haría, máxime que los contratos no han sido firmados por Chávez sino por su Consejo de Ministros”, subrayó.
Agregó que los militares venezolanos están contentos con la calidad del armamento ruso. En cuanto a los proyectos petroleros, se atascan en el eslabón medio del engranaje burocrático. “Los funcionarios en Venezuela se ponen a trabajar cuando el presidente da un golpe en la mesa. Ahora que Chávez no está, las empresas rusas la tendrán más difícil. Hay una manera discreta para deshacerse de ellas, simplemente no dejarles trabajar”, dijo.
Serguei Pravosúdov reconoció que Rusia dispone de escasas herramientas para proteger sus inversiones. “Los anglosajones, con su ramificada red global de empresas petroleras, suelen defender por todos los medios al político con el que firmaron contratos. Usandinero y campañas mediáticas, y cuando no es suficiente, envían sus portaaviones a la costa de un país rebelde. Rusia difícilmente lo haría. Solo puede influir en la situación vetando las resoluciones correspondientes en los organismos internacionales”.
El subjefe del comité parlamentario de asuntos internacionales, Viacheslav Níkonov, opina que “ningún Gabinete venezolano podría renunciar a los contratos ya suscritos” pero, al propio tiempo, no descarta “alguna revisión a la baja de los contratos militares, si la derecha sube al poder”.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene buenos chances de ganar las futuras elecciones “aunque está claro que fuerzas externas e internas harán intentos desesperados por dar un giro a la derecha en Venezuela”, dijo.

Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)

No hay comentarios: