domingo, 27 de enero de 2013

Medvédev cree que existe el riesgo de una nueva carrera armamentista


Primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev

El primer ministro de Rusia, Dmitri Medvédev, advirtió de que se mantiene la amenaza de una nueva carrera armamentista entre Rusia y EEUU, porque los dos países no han logrado todavía acercar posiciones sobre el escudo antimisiles.
“Si hablamos del propio tema, es superdifícil, y por ahora no veo ninguna flexibilidad. Mantenemos las posturas de siempre, EEUU tiene una postura y Rusia, lamentablemente, tiene otra. Y no se produce acercamiento de estas posturas”, declaró Medvédev en una entrevista con la cadena CNN.
Al mismo tiempo, confirmó que Rusia continúa abierta para el diálogo sobre el escudo antimisiles, el principal escollo en sus relaciones con EEUU.
“No queremos que las futuras generaciones de políticos, allá por el año 2019 o 2020, tomen decisiones que abran una nueva página en la carrera armamentista. Pero esta amenaza existe, algo que todos debemos entender tanto en Rusia, como en Estados Unidos, por eso todavía tenemos la posibilidad de llegar a un acuerdo”, señaló.
El jefe del Gobierno ruso también expresó confianza en que durante su segundo mandato el presidente Barack Obama pueda “discutir algunas cosas más abiertamente”, algo a lo que el propio líder estadounidense se refirió como una “mayor flexibilidad” durante una conversación privada entre ambos durante la Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl en marzo de 2012.
Por otro lado, criticó la denominada Acta Magnitski, que veta la entrada en EEUU a varios funcionarios rusos por supuestas violaciones de derechos humanos, y negó vinculación de jure y de facto entre este documento y la ley rusa Dima Yákovlev, que a su vez prohíbe a los estadounidenses adoptar niños en Rusia.
Según Medvédev, la Ley Dima Yákovlev, que lleva el nombre de un niño ruso de dos años muerto en EEUU por negligencia de su padre adoptivo, fue aprobada por los legisladores rusos bajo los efectos de una respuesta emocional a la medida de Washington.
“Considero que el Congreso cometió un error cuando, al mismo tiempo de anular la enmienda Jackson-Vanik, aprobó una ley que lleva el nombre de Magnitski… En general, es muy malo que un Parlamento extranjero adopte decisiones respecto a otro Estado. Y es aún peor que un Parlamento extranjero declare a todo un grupo de personas culpable de delitos”,  recalcó el primer ministro ruso.
El Acta Magnitski impone sanciones a funcionarios rusos supuestamente implicados en la muerte en prisión preventiva del abogado ruso Serguéi Magnitski. Junto con la aprobación de este documento, el Congreso de EEUU abolió la enmienda Jackson-Vanik que restringía el comercio con Rusia desde los tiempos de la URSS.

Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)

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