jueves, 24 de mayo de 2012

La primera fase del escudo antimisiles en Europa es una ilusión de seguridad


La primera fase del escudo antimisiles en Europa es una ilusión de seguridad

El sistema norteamericano con cohetes interceptores Aegis será supeditado al centro de mando de defensa antimisiles de Europa en Rammstein, Alemania. 


Las informaciones desde el centro de mando ingresarán desde el radar emplazado en Turquía y desde el radar instalado en el propio buque. Tal es el semblante que presenta la primera fase de desarrollo del sistema europeo de defensa antimisiles.
Inicio inofensivo y continuación peligrosa
El sistema de defensa antimisiles de la OTAN empieza a desplegarse desde el flanco sur, el menos peligroso desde el punto de vista de los intereses de Rusia. El crucero que patrulla en el Mediterráneo, equipado con el sistema “Aegis” con misilesSM-3, realmente puede interceptar los misiles iraníes de medio alcance, que hipotéticamente pueden ser lanzados contra objetivos en Europa Occidental. Al mismo tiempo, en principio, no representa un peligro para las fuerzas nucleares estratégicas (FNE) rusas.
De por sí la creación del sistema, capaz de desarrollarse y ampliarse con elementos adicionales, entraña cierta amenaza: la ampliación del sistema en las fases posteriores incluye, entre otras cosas, elementos potencialmente peligrosos para las FNE rusas.
Desde luego que incluso en este caso el éxito de la intercepción no está garantizado, especialmente si se tiene en cuenta las posibles maniobras de los submarinos y de los sistemas móviles de misiles, pero la propia posibilidad de que exista esa intercepción, de hecho ya  representa un gran peligro. Los políticos irresponsables pueden evaluarla como una posibilidad para garantizar la supremacía militar absoluta de EEUU y emprender una nueva carrera armamentista en dos direcciones fundamentales: el desarrollo de los medios de destrucción de misiles y de puntos de mando de las FNE enemigas durante un ataque preventivo, y la intercepción garantizada de todo aquello que pueda despegar.
Garantías incómodas
El problema podrían resolverlo aún en la fase de despliegue del sistema las garantías que determinen los parámetros extremos de ese despliegue y los modelos de aplicación. Al mismo tiempo, el ingreso de Rusia en el “santuario” – el sistema de planificación militar de la OTAN, y sobre todo en un asunto tan delicado como el sistema de defensa antimisiles, difícilmente cuente con la aprobación de la dirigencia y los parlamentos de los países de la OTAN. A la vez, la busca de otras formas de interacción es muy posible.
La cuestión de las posibles garantías por parte de la OTAN fue comentada por el experto militar norteamericano Dmitri Gorenburg:
—De por sí el término “garantía” es acogido en EEUU de forma diferentel, y sobre todo en temporada electoral. En el caso de que se trate de conceder garantías, los detractores de Obama lo acusarán de someterse a la presión de Rusia. La posición de EEUU y la OTAN consiste en que el mando del sistema debe estar en sus manos. Por eso lo más real sería desarrollar el sistema de intercambio de informaciones con el fin de rebajar la desconfianza entre las partes. Acerca de la posibilidad de incorporar al sistema de defensa antimisiles elementos rusos, diremos que ahora, en temporada electoral, es poco probable. Después de las elecciones y si llega a ganar Obama esto podrá discutirse, pero a condición de que tal incorporación reporte una utilidad técnica real y no sea un paso meramente político –dijo Dmitri Gorenburg a La Voz de Rusia.
Respuesta asimétrica y nuevos radares
La respuesta asimétrica al despliegue del escudo antimisiles de la OTAN en Europa es una fórmula que hace mucho que molesta. Cabe señalar que el despliegue de los sistemas Iskander-M en las fronteras occidentales de Rusia no constituye tal respuesta: es una reacción directa y bastante lógica al desarrollo de la infraestructura militar correspondiente en las proximidades de las fronteras rusas.
Una respuesta asimétrica real podría ser una amenaza a la constelación de satélites de la Secretaría de Defensa de EEUU, que desempeñan el papel clave, incluso en el sistema de alerta de un ataque con misiles. Esta amenaza puede hacerse efectiva por medio de la elaboración de sistemas de misiles antiaéreos tipo S-500 y del perfeccionamiento sucesivo de los sistemas S-400, y asimismo mediante el desarrollo de sistemas láser con plataforma aérea, capaces de poner fuera de servicio los equipos ópticos de los satélites. Esta es una tarea menos ambiciosa, pero mucho más real, que la tentativa norteamericana de crear un láser antimisil.
En el caso de que Rusia pueda realmente dar semejante respuesta al sistema de defensa antimisiles, entonces su propuesta de instrumentar un sistema conjunto con empleo de radares rusos de alerta temprana, tendrá mucho más peso. En tales condiciones, la OTAN se verá ante la opción real entre el peligro de neutralización del sistema de defensa antimisiles en general, o el desarrollo de su eficacia, pero conjuntamente con Rusia.

Viejo Condor
La Voz de Rusia (SIC)

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