lunes, 23 de enero de 2012

La derecha y la izquierda de Rusia prometen lo mismo para acaparar el voto contra Putin



Armando Pérez

El Partido Comunista de Rusia (KPRF), la formación de izquierda más votada en los pasados comicios legislativos y la derecha, encabezada por el magnate Míjail Prójorov hacen las mismas promesas para acaparar la confianza de los rusos dispuestos a votar por quién sea, con tal de impedir que el actual primer ministro, Vladimir Putin, gane las presidenciales de marzo.
La semana pasada, el KPRF pactó una alianza con partido radical Frente de Izquierda para participar con una plataforma común en los comicios del 4 de marzo, en los que Putin se perfila como el candidato con más opción, a juzgar por los sondeos de opinión.
Según el pacto, el Frente de Izquierda, apoyará la candidatura del jefe del KPRF, Guennadi Ziuganov, y éste en cambio, realizará cambios en la legislación electoral, la reivindicación principal coreada en las manifestaciones multitudinarias ocurridas en el país, tras las elecciones legislativas celebradas en Rusia el pasado diciembre.
En caso de victoria, Ziuganov disolverá el parlamento, convocará nuevos comicios legislativos en 2012, y organizará elecciones directas para la formación del Senado o Cámara Alta del Parlamento.
Según expertos, un sacrificio de respeto porque en los pasados comicios, el KPRF fue el partido más votado después del oficialista Rusia Unida liderado por el actual presidente ruso, Dmitri Medvédev y Putin.
Ziuganov prometió además destituir al presidente de la Comisión Central Electoral, y castigar a todos los responsables de las infracciones cometidas en los comicios, considerados ilegítimos y fraudulentos por la “oposición espontánea”, como se conoce en el país la ola de protesta general que se extendió en muchas de ciudades rusas.
De las exigencias reclamadas por los “espontáneos”, los comunistas prometieron realizar reformas de mayor calado, como  simplificar el registro de partidos políticos y reducir el mandato del jefe del Estado, que en la legislatura anterior fue extendido de cuatro a seis años.
Pero en este punto apareció el primer escollo de la alianza, pues mientras que el Frente de Izquierda exige que Ziuganov  dimita voluntariamente a la presidencia ya en 2012, y convocar nuevos comicios con una nueva legislación electoral, el KPRF prudentemente prometió estudiar el asunto después de consultas.
Una cautela comprensible, porque una cosa es arriesgar la confianza del electorado comunista en comicios legislativos, y otra muy diferente poner en juego la jefatura de estado de un país con una constitución presidencialista.
Si para cualquier candidato la presidencia de Rusia supone la mayor aspiración, para Ziuganov el sillón del Kremlin es una obsesión de dieciséis años, porque el jefe comunista ya ha sido candidato en tres ocasiones (1996, 2000, y 2008) y en todas ellas, ocupó el segundo lugar.
Desplazados del parlamento desde hace ya una década, las fuerzas de derecha también retomaron las  reivindicaciones de la “oposición  espontánea” expuestas en las manifestaciones multitudinarias de Plaza Bolotnaya  y en la avenida Sajárov, para buscar la revancha.
El magnate Mijail Prójorov, aspirante a candidato de derecha también prometió disolver la Duma (parlamento), elegir a los gobernadores y el senado por voto directo y castigar a los responsables de las violaciones cometidas en los comicios pasados.
Anunció que estimulara el multipartidismo y recortará las atribuciones del presidente, empezando con su mandato de seis a cuatro años dando ejemplo personal, pues dimitirá voluntariamente de la presidencia de Rusia en el año 20016, en lugar de 2018 como establece la legislación actual.
Al comentar la correlación de fuerzas, los expertos consideran que en los comicios del 4 de marzo ninguno de los candidatos logrará la victoria y la contienda continuará en segunda ronda.
Una segunda ronda en la que seguramente se enfrentarán Putin y uno de los candidatos restantes, que como en la primera ronda, contará con el respaldo de los electores que siempre votarán contra Putin.
A juzgar por los ánimos que imperan en Rusia, las presidenciales de marzo serán limpias y trasparentes porque tanto el gobierno como la oposición se comprometieron a jugar con honestidad en las urnas.
Entre los instrumentos más influyentes figura el recién formado movimiento social Liga de Electores fundado por políticos e intelectuales con el fin exclusivo de garantizar la legalidad al momento de depositar el  voto y el conteo posterior de los sufragios.
De acuerdo a los sondeos de opinión más recientes, Putin es el candidato con más opción con el 52 % de la intención de voto, seguido de Ziuganov, con el 11%, mientras que Prójorov cuenta con un 3%.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Armando Perez
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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