domingo, 25 de diciembre de 2011

Latinoamérica resurge frente a la crisis de EEUU y la Unión Europea



ezVicky Peláez
La unidad de nuestros pueblos no es simple quimera de los hombres, sino inexorable derecho de destino  (Simón Bolívar).

Tenían que pasar 185 años para que comenzara a  cumplirse el sueño de Simón Bolívar de “formar de todo un mundo nuevo, una sola nación” en América Latina  con su propio espacio geopolítico.
Esto  se hizo evidente la semana pasada  cuando se reunieron en Caracas,  los líderes de 33 países de la región, excluyendo a Estados Unidos y Canadá, en la Primera Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
Fueron casi doscientos años de lucha, primero, contra el colonialismo español y después, el imperialismo norteamericano diseñado por sus Padres Fundadores con el propósito de ser dueños desde  el Hemisferio Sur al Hemisferio Norte.
La doctrina de James Monroe “América para los Americanos” (1826) ha sido uno de los instrumentos de dominio reforzado posteriormente por la Declaración de la Primera Conferencia de la Unión Panamericana (1889) que dio origen a la idea de que América Latina fuera el “patio trasero” norteamericano.
Como dijo el profesor estadounidense Samuel Huntington, “occidente no conquistó el mundo por la superioridad de sus ideas, valores o la religión, sino por la superioridad de la violencia organizada”.
Pero todo tiene su tiempo, y la superioridad está siempre en permanente peligro de desgaste. Y así sucedió la sacudida de América Latina de sus cadenas tanto físicas, como sicológicas y espirituales. Así llegó la hora tan largamente anhelada por los latinoamericanos de sentirse seguros y con voluntad de iniciar su propio vuelo independiente sin control de nadie.
¿Y quién puede ejercerlo en este momento? Europa está desgastada, desfinanciada y sumida en el miedo. Estados Unidos está atravesando una severa crisis económica, sin avistarse hasta ahora una salida, producto de sus burbujas financieras y de sus “guerras permanentes” y “caos controlados”. Solamente China, los países del Sureste Asiático, Rusia y ahora América Latina son los que muestran índices de un estable crecimiento económico.
Tal es la situación que la Unión Europea  está pidiendo a China y a Rusia para que compren una parte de la deuda soberana europea. Estados Unidos también busca el apoyo financiero de estos dos países.
Pero lo más extraño es que el presidente de Bolsas y Mercados Españoles, Antonio Zoido lanzó desde España un SOS a América Latina para acudir a sus 700.000 millones de dólares de reserva y salvarse.
Así por primera vez en los tiempos modernos a los que llamaron “sudacas”  “no son parte del problema, sino de la solución”, según el presidente de la Secretaría General Iberoamericana, Enrique Iglesias.
También el jefe del gobierno español saliente, José Luis Rodríguez Zapatero, que nunca paró la discriminación contra los inmigrantes latinos, expresó deseos de fortalecer vínculos con América Latina para obtener ayuda.
Es cierto que América Latina está en condiciones de lanzar un salvavidas a Europa. Sin embargo teniendo en cuenta la deuda de Gran Bretaña con Argentina por un préstamo millonario durante la Segunda Guerra Mundial que nunca ha devuelto, sumado con la suerte de 200 mil millones de dólares depositados por el gobierno de Gadafi en Europa y Estados Unidos y que prácticamente han desaparecido, no hay mucha voluntad para ayudar, pues todo apoyo otorgado cae en una bolsa sin fondo.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff expresó hace poco su opinión que coincide con sus colegas latinoamericanos: “no tengo la menor intención de hacer contribuciones directas a Europa”.
Los chinos y los rusos también prefieren comprar infraestructuras  norteamericanas y europeas en vez de otorgar préstamos. Y como iban a hacerlo de otra forma si Estados Unidos ya retornó a la política de la  Guerra Fría, esta vez contra China en el Sudeste Asiático.
Y acaso el presidente de Rusia Medvedev no se da cuenta de que, de acuerdo a la declaración  del 24 de Noviembre  de este año de uno de los norteamericanos lúcidos, ex Assistant Secretary of the U.S. Treasury Paul Craig Roberts quien fue muy claro al decir que, “los misiles y radares norteamericanos ya están en el lugar. Rusia ya está rodeada”.
En estas condiciones el enorme potencial geoeconómico de América Latina debe ser dirigido, como lo planea la CELAC al desarrollo interno del continente con superficie de 20,5 millones de kilómetros cuadrados donde habitan unos 600 millones de habitantes.
El Producto Interno Bruto (PIB) conjunto de la región supera unos seis millones de millones de dólares. Su crecimiento económico promedio  anual entre 2005 a 2011 es 5.5 por ciento superior al de UE y EE.UU. en conjunto, y para 2012 se espera que sea el 6.2 por ciento.
Los yacimientos de petróleo son algo de 380 mil millones de barriles y las reservas de oro están alrededor de 700 toneladas frente a 877 t. de los rusos. La región posee el 30 por ciento de las fuentes de agua dulce en el mundo y es la mayor productora y exportadora de alimentos.
Siempre ha habido todas las condiciones para el desarrollo, faltaba la unión de los países. Ahora la CELAC tiene esta tarea que va a ser harto difícil porque dentro de la CELAC hay países como Chile, México, Costa Rica, Honduras, Colombia, Panamá, y el Salvador alineados con EEUU, Trinidad y Tobago pertenece a la Comunidad Británica,  y no se sabe la orientación del Perú.
También hay más de 15 bases militares norteamericanas y sus dos escuelas de policía. En realidad el motor de la CELAC lo constituyen los países del ALBA (Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, San Vicente y Granadina) y su corazón está en Venezuela. Precisamente de estos países y de la participación del Brasil y Argentina dependerá su futuro.
Las condiciones objetivas y subjetivas para la CELAC están dadas y hay abundantes recursos financieros y económicos para hacerla realidad. Falta la estructura e infraestructura de la Comunidad, su Banco de Reserva, su moneda Sucre respaldada por el oro, el coraje de los gobiernos y la voluntad del pueblo. Como dijo  el autor de Don Quijote, Miguel de Cervantes  que “no hay clavo tan fuerte que pueda detener a la rueda de la fortuna”. En este momento la fortuna está con América Latina y no aprovecharla sería una irresponsabilidad que jamás perdonarían las futuras generaciones. 

Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
 Vicky Peláez 
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI 

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