Dmitri Rogozin
El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, tomó recientemente una decisión política fuera de lo común, al nombrar a Dmitri Rogozin vice primer ministro encargado de supervisar la industria de Defensa.
En los últimos años, en este sector se daba prioridad a expertos en finanzas y contabilidad, capaces de ahorrar los fondos presupuestarios. Esta vez se ha dado preferencia a un político.
La decisión de Medvédev generó ciertas críticas, pero, al mismo tiempo, evidencia la disposición de los dirigentes rusos a plantar cara a los problemas de la industria de Defensa.
Cuando Rogozin fue nombrado embajador de la Federación Rusa ante la OTAN, los expertos del Ministerio de Asuntos Exteriores y funcionarios del Kremlin se opusieron a este nombramiento. A los expertos les gusta trabajar con calma, y allí donde va Rogozin hay poca tranquilidad.
Por otra parte, no vendría mal atraer la atención pública a los problemas de la Industria de Defensa. El sector, por tratar con información clasificada, lleva muchos años fuera del alcance de la opinión pública. A finales del siglo XX, el grado de la confidencialidad subió aun más. Sin embargo, resultó que tanto secreto no trajo ni mayor financiamiento ni el retorno de los ingenieros y técnicos del nivel de la época soviética. La industria de Defensa sigue haciendo noticia por una larga cadena de accidentes y fallos, el último de los cuales, el del aparato Meridian se produjo en el cosmódromo de Plesetsk (situado a 180 kilómetros al sur de la ciudad de Arjánguelsk, al norte de Rusia) y casi coincidió en tiempo con el nombramiento de Rogozin.
Cuentan también el latente conflicto entre el Ministerio de Defensa con sus escasas ganas de comprar armas rusas y los fabricantes nacionales de armamento, así como los escándalos, relacionados con los precios injustificablemente altos de las armas de fabricación nacional y un largo etcétera...
Sin lugar a dudas, el sector necesita reformas. ¿Sabrá promoverlas Dmitri Rogozin que ha estudiado Humanidades y nunca ha tenido nada que ver con producción alguna?
Cuentan también el latente conflicto entre el Ministerio de Defensa con sus escasas ganas de comprar armas rusas y los fabricantes nacionales de armamento, así como los escándalos, relacionados con los precios injustificablemente altos de las armas de fabricación nacional y un largo etcétera...
Sin lugar a dudas, el sector necesita reformas. ¿Sabrá promoverlas Dmitri Rogozin que ha estudiado Humanidades y nunca ha tenido nada que ver con producción alguna?
En la reunión con el presidente Medvédev Rogozin destacó que interpreta su nombramiento como reconocimiento de los esfuerzos de muchos especialistas con vistas a reformar la industria de Defensa.
La situación recuerda las reformas de los años 90, cuando Dmitri Rogozin hacía paso a paso su carrera política.
“Le prometo no ahorrar energías por reconstruir la industria de Defensa en plazos establecidos y erradicar con mano dura cualquier intento de corrupción. El Estado asigna importantes fondos a este sector y le aseguro que cada rublo llegará a su destinatario, llegará a las Fuerzas Armadas en forma de armamento y material modernas, para que nuestro Ejército sea uno de los mejores en el mundo”, manifestó el recién nombrado vicepresidente del Gobierno.
El antecesor de Dmitri Rogozin en este cargo, el actual Jefe de Administración y Gerencia en el Gabinete de la Presidencia de Rusia, Sergei Ivanov, tampoco era militar, era oficial del Servicio de Inteligencia. Pero sí que cumplió a carta cabal con sus funciones, valiéndose de los conocimientos que poseía. Es de esperar, pues, que Dmitri Rogozin tampoco falle, aprovechando sus experiencias atesoradas en el cargo de embajador de Rusia ante la OTAN.
El único factor en contra de los “civiles al mando del sector militar” son los hechos reales: el sistema de navegación por satélite Glonass, cuyo diseño controlaba Sergei Ivanov en persona, no rindió los resultados esperados. Tampoco consiguió Ivanov limar las asperezas entre el Ministerio de Defensa y la industria nacional de Defensa. Esperemos que haya conseguido algunos avances, aunque sean pocos.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Dmitri Bábich
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI
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