lunes, 31 de octubre de 2011

Una ciudad espacial en el Ártico


En Rusia fue trazado un proyecto de ciudad que puede instalarse en el Ártico e incluso en la Luna. En el poblado más norteño de Rusia podrán vivir científicos y militares. El proyecto interesó ya a los vecinos árticos de Rusia.

Esta única ciudad hermética recibió el nombre de Umka. En el lenguaje de los chukchis esta palabra significa “oso blanco” que es símbolo del Ártico. La ciudad fue proyectada según el principio de la Estación Espacial Internacional. Bajo una enorme cúpula habrá un sistema climatizador regulable, con abastecimiento de electricidad y productos alimenticios. Ahí no terminan las ventajas de la civilización. Allí habrá laboratorios, un conjunto deportivo, transporte, “granjas” piscícolas, aviarias, de trigo e incluso un parque acuático. Más allá del Círculo Polar, sobre la congelación perpetua tal ciudad puede ser un verdadero oasis de 1.5 km de largo y 800 metros de ancho. En esta cápsula gigante 5 mil personas podrán vivir incluso en las condiciones naturales más rigurosas, no separadas sino protegidas del medio exterior inhóspito. Pero el entorno tampoco queda afectado. Una de las principales tareas que se planteaban los proyectistas era la siguiente: la ciudad debería ser sumamente ecológica. Ni siquiera rozará el suelo y estará montado en pilotes. Es un proyecto para el futuro, pero el futuro del hombre en el Ártico está muy cerca, dice Elena Kudriashova, rectora de la Universidad Ártica Federal.

Si el futuro de la humanidad está vinculado con el Ártico y si las personas siguen viviendo a estas latitudes y explorando el Ártico, desarrollan su infraestructura, extraen bio-recursos e hidrocarburos, tales proyectos presentan bastante interés. Es lógico que todo Estado ártico aspire a instaurarse en esta región, si bien usando métodos diferentes. Los recursos del Océano Glacial Ártico se explotan ya. Hace poco en el Mar de Barentz fue puesta en marcha la plataforma extractora de petróleo “Prirazlomnaya”, la primera en Rusia y la mayor del mundo. Fue construida especialmente para la extracción de petróleo de la plataforma continental. Los espacios del Norte serán habilitados en adelante por los petroleros y extractores de gas. En la congelación perpetua se debe crearles condiciones propias de un hotel de 5 estrellas, considera el autor del proyecto y arquitecto emérito de Rusia Valeri Rzhevski. Hay no pocos aspirantes a explotar el Ártico y el proyecto ha interesado ya a muchos países, dijo.

Estoy enteramente seguro que será construida esta ciudad. Dónde y cuándo, es otro cantar. Presentamos el proyecto en un foro internacional de la Sociedad Geográfica Rusa y escuché la opinión de muchas importantes firmas extranjeras que decían que “esto es muy interesante y hay que hacerlo con urgencia”. Supongo que es factible hacerlo en un decenio. Hable, entre otros, con franceses y norteamericanos. Ellos aseveran: es preciso impulsar los ritmos y construir la ciudad en un quinquenio, pues hay tan aguda necesidad de ella. Quién sea el primer en construirá, no puedo decir. Ustedes comprenden que se trata de inversiones financieras muy cuantiosas.

El coste aproximado de la ciudad del futuro es de 5 a 7 millardos de dólares.


Viejo Condor

La Voz de Rusia (SIC)

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