viernes, 1 de abril de 2011

Rusia exige poner fin a la violencia contra la misión de la ONU en Afganistán

Unas manifestaciones masivas
Unas manifestaciones masivas

Moscú condena el ataque perpetrado contra la misión de la ONU en Afganistán y exige tomar medidas para poner fin a los actos de violencia contra las misiones y los funcionarios de la ONU, declaró hoy el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.

“Unas manifestaciones masivas organizadas hoy en la ciudad afgana de Mazari Sharif desembocaron en disturbios con empleo de la fuerza. Las protestas fueron provocadas por el llamamiento a quemar copias del Corán lanzado por una personalidad religiosa de EEUU. Los manifestantes atacaron la representación de Naciones Unidas en Mazari Sharif, a pesar de que la ONU no tiene nada que ver con ese llamamiento islamófobo”, dice un comunicado emitido por la cancillería rusa.

Según la policía afgana, al menos ocho personas murieron y doce recibieron heridas a raíz de ese ataque.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia confirmó que hay muertos y heridos.

“El ciudadano ruso P.Yershov, que trabaja en la misión afgana de la ONU, quedó herido y fue internado.

Diplomáticos rusos salieron al lugar del accidente para prestarle ayuda”, señaló.

“Al respetar los sentimientos religiosos de los musulmanes consideramos absolutamente inadmisibles los ataques contra las misiones de la ONU, asesinatos y mutilaciones de sus funcionarios.

Condenamos decididamente esos crímenes. Exhortamos a los organismos judiciales de Afganistán y a la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad adoptar las medidas pertinentes para poner fin a los actos de violencias contra la ONU y sus funcionarios, los que se encuentran en Afganistán para prestar ayuda a su pueblo”, declaró la cancillería rusa.

El pastor estadounidense Terry Jones quemó un ejemplar del Corán el 20 de este mes de marzo en una iglesia de Florida en presencia de unas 50 personas.

En 2010, el pastor quería conmemorar de ese modo el décimo aniversario del 11 de septiembre de 2001 y exhortó a los feligreses a hacer lo propio todos los años.

Su proceder provocó airadas protestas en el mundo entero, especialmente en los países musulmanes, los que lo valoraron como declaración de una guerra.

Muchos líderes mundiales, eminentes políticos y dirigentes de organizaciones sociales y religiosas se pronunciaron en contra de la iniciativa de Jones.

El jefe del Pentágono, Robert Gates, lo pidió desistir de sus intenciones. Dijo que provocarían atentados y pondrían bajo amenaza las vidas de muchos estadounidenses.

Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)

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