sábado, 6 de noviembre de 2010

RECIBEN EN LA TIERRA IMÁGENES DEL NÚCLEO DEL COMETA HARTLEY 2





Astronomo de Australia, Malcolm Hartley, vio de cerca a su 'hijastra' 24 años después de que la descubriera como 'una manchita clara y embadurnada'. La sonda espacial Deep Impact sacó una serie de imágenes exactas del cometa Hartley 2 conforme se acercaba a su núcleo.

La nave de la misión del Laboratorio de Propulsión Reactivo (JPL por sus siglas en inglés) que antes, en 2005, había colisionado intencionalmente con el cometa Tempel, en esta nueva ocasión pasó a unos 700 kilómetros de Hartley 2. Para el momento de su máximo acercamiento al núcleo del objeto misterioso del Sistema Solar, antes conocido solo por su lucimiento, la sonda tenía detrás de su espalda un recorrido de 4.600 millones de kilómetros y se situaba a 40 millones de kilómetros de la Tierra de modo que no fue fácil transmitir los datos digitales a esa distancia.

Hartley 2 tiene un núcleo en forma de un bolo de 2,2 kilómetros de largo que no se observa en absoluto desde fuera de su cabellera. Está compuesto de hielo de agua, hielo de dióxido de carbono y polvo de silicio. Los astrofísicos ya han calculado que pesa 280 millones de toneladas métricas y circula con una velocidad de 37 kilómetros por segundo, mientras su periodo de rotación es de 18 horas.

El descubridor australiano, cuyo nombre la NASA dio a este cuerpo celeste, vigilaba el acercamiento en vivo desde el centro de manejo de la misión JPL. Ver de cerca a su 'hijastra' que se encontraba con la sonda fue “meramente magnífico, asombroso”, admitió el científico de 63 años. Antes no imaginaba que se acercaría a un objeto tan lejano que había revelado por primera vez en 1986. Confesó que ni siquiera sabía que la NASA había cambiado el trayecto de la misión en favor de su descubrimiento, hasta que la revista Science le invitó a asistir a la ceremonia de recibo de las fotografías.

Hartley 2 desde la Tierra
Una imagen de Hartley 2 desde la Tierra el 20 de octubre de 2010. © NASA/JPL-Caltech/UMD

El cometa que pertenece a la denominada familia del Júpiter —con un período corto y que alejan del Sol a una distancia de medio eje de la órbita de aquel planeta— en octubre se acercaba a la Tierra aproximadamente a 18 millones de kilómetros. El día 20 del mes pasado bajo unas condiciones meteorológicas favorables uno podría observarlo incluso a simple vista. Se presentaba como una mancha nebulosa de matiz verde-azul.


Viejo Condor

RT.net (SIC)

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