jueves, 25 de noviembre de 2010

Diplomático ruso descarta nueva guerra entre Coreas pero sugiere no presionar a Pyongyang


Corea del Norte atacó una isla surcoreana

Alexander Panov, ex embajador de Rusia en Seúl y Tokio, y en la actualidad, rector de la Academia Diplomática, descarta que Corea del Norte se involucre en una guerra contra su vecina del Sur, por falta de aliados, pero recomienda no incrementar la presión sobre Pyongyang.

En una entrevista que publica hoy el diario MK.ru, Panov atribuyó el reciente ataque de Corea del Norte contra la isla surcoreana de Yeonpyeong a los intentos de “demostrar que el futuro sucesor y líder (Kim Jong-un) es una figura seria, y que el país sigue bajo control”.

El diplomático calificó de “totalmente absurda” la reapertura de las negociaciones sobre la desnuclearización entre ambas Coreas, China, EEUU, Japón y Rusia: “Para los dirigentes de Corea del Norte, los asuntos nucleares no son más que una carta de triunfo en la lucha por la sobrevivencia (…) Pyongyang decidió que la única manera de superar el aislamiento (internacional) es amedrentando al mundo con las armas nucleares”.

Corea del Norte pretende que EEUU la reconozca, abandone los intentos de desestabilizarla y le proporcione ayuda económica pero Washington prefiere esperar el colapso del régimen norcoreano, señaló Panov.

Recordó que existen fuertes vínculos de parentesco en la élite norcoreana. Son entre tres y cinco millones de personas y el principal factor de su cohesión es el entendimiento de que “la repentina caída del régimen puede depararles el mismo destino que el matrimonio Ceausescu tuvo en Rumanía” (Nota: el ex dirigente rumano, Nicolae Ceausescu, y su esposa Elena fueron fusilados en diciembre de 1989).

La solución del problema norcoreano, a juicio de Panov, sería posible en caso de que Rusia y China ofreciesen un plan para sustituir el armisticio de 1953 en la península coreana por un tratado de paz cabal.

Al mismo tiempo, el ex embajador sugirió actuar “con extrema contención” con respecto a Pyongyang y siempre tener presente que el régimen norcoreano “asumirá sin problemas el sacrificio de una parte de su población con tal de asegurarse supervivencia propia”.

Descartó la próxima reunificación de ambas Coreas porque “ya son dos pueblos diferentes”, no sólo por su mentalidad sino también en plano lingüístico. Los dos Estados, en su opinión, deberían coexistir durante un período prolongado y avanzar gradualmente uno al encuentro del otro. Corea del Sur, siendo más fuerte en ese conflicto, debería ser la primera en hacer concesiones a su contraparte, según él.

“Los intentos de incrementar aún más la presión serán contraproducentes. Es cómo una concha: cuanto más presionas sobre ella, más se cierra”, resumió.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

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