martes, 1 de junio de 2010

La Estrategia de Seguridad Nacional de Barack Obama establece que EE UU debe ser líder del mundo




Recientemente, el texto completo la Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, fue publicado en la web de la Casa Blanca.

Y hace apenas una semana, el presidente estadounidense, Barack Obama, esbozó las líneas generales de esa estrategia en un discurso pronunciado en la graduación de los cadetes de la Academia Militar de West Point, en Nueva York.

Este nuevo documento puede resultar decepcionante para los que esperaban algo sensacional. La estrategia de Obama, como los documentos anteriores de este tipo, simplemente formaliza la política aplicada por la administración estadounidense desde que el actual mandatario de EEUU entra en el ejercicio de sus funciones.

El nuevo documento no marca cambios drásticos en comparación con la anterior Estrategia de Seguridad Nacional de George W. Bush, pero si contiene varios matices interesantes en la visión y prioridades, por ejemplo, la intención de EEUU de "profundizar las relaciones con centros clave de influencia como China, India y Rusia, y con naciones crecientemente influyentes como Brasil, Sudáfrica e Indonesia".

La estrategia también menciona el apoyo de Estados Unidos a la "emergencia del G-20 como el principal foro para la cooperación internacional", hundiéndo un clavo más en el féretro del G-8.

Las concepciones y estrategias oficiales desarrolladas por EEUU y otros países no están destinadas a causar sensación en el público. Según la ley estadounidense, tales documentos deben elaborarse anualmente, aunque no es obligatorio. George W. Bush publicó sus estrategias dos veces, en 2002 y 2006. Obama lo hace por primera vez.

La Estrategia de Seguridad Nacional suele destinarse principalmente para la opinión pública extranjera y en menor medida para el Congreso y la administración estadounidense que la utiliza como un documento de referencia cuando preparan borradores de documentos en el ámbito de la seguridad nacional. Es nada más que un trozo de papel.

Sin embargo, hoy por hoy, EEUU vive una época de cambios, y la actual estrategia refleja parte del combate político que libra Obama para salvar el país del desprestigiado legado de W. Bush. Por eso tanto la propia Estrategia de 52 páginas como las declaraciones sobre el tema hechas por el presidente Obama, la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, el asesor del presidente de EEUU en materia de Seguridad Nacional, James Jones, tienen mucha importancia.

La declaración clave hecha por el inquilino de la Casa Blanca en su discurso en West Point fue que la estrategia anterior de Bush había fracasado. Pero los opositores republicanos y, en esencia, una mitad de los estadounidenses se niegan a reconocerlo y critican a Obama por actuar de manera distinta de George W. Bush.

La siguiente tesis en la nueva Estrategia tiene más calado: el éxito de EEUU depende de una cooperación entre dos partidos políticos (republicano y democrático) ya que la falta de esa cooperación estratégicamente hace vulnerable a EEUU. Durante la Guerra Fría, existió un consenso entre los líderes políticos, pero hoy en día, "a raíz de las acciones de ambos partidos, el sentido del objetivo común a veces carece en nuestro diálogo nacional de seguridad".

Es una declaración acertada y justa. Imaginemos qué habría podido suceder con Rusia a principios del siglo XXI si su política exterior no hubiera conseguido un apoyo público casi unánime.

El observador extranjero debería también notar un otro aspecto importante relacionado con la publicación y promoción de la estrategia. Obama propuso la necesidad de "revitalizar el poder económico, moral e innovador" de EEUU para "mantener su liderazgo mundial".

Hay que tener atrevimiento y la osadía para decir estas cosas a una nación que ni siquiera pone en tela de juicio su papel de la primera superpotencia global. Obama mostró que es el presidente fuerte al hacer tales declaraciones a los estadounidenses que no quieren escucharlas. Es posible que EEUU siga prosperando si Obama ha diagnosticado la enfermedad a tiempo. O quizás, a EEUU le espere el destino de la URSS, cuyo ex presidente, Mijaíl Gorbachev, llegó demasiado tarde para decir a los rusos la chocante verdad.

Si EEUU logra éxito, ¿qué carácter obtendrá su liderazgo? Es posible que a pesar de todo su coraje, Obama no se atreva a decir a los estadounidenses que EEUU no necesita ser el líder global y enfrentarse con todos los problemas relacionados con ese papel. O quizás, de hecho esté seguro de que EEUU debe continuar liderando en el mundo.

Cuando a principios de los 90 la élite china se dio cuenta de que su país era capaz de pretender a un papel más importante en el mundo, decidieron que no quierían ser como EEUU. El liderazgo mundial es un suicidio. La comunidad internacional odia a los líderes. Hoy en día, cuando algunos líderes chinos hacen intentos de cambiar la línea general de conducta de Pekín, se les acusan de querer asemejarse a los estadounidenses.

Obama tiene muchos problemas en la arena internacional por esta misma razón. Muchos países, incluídos Irán y Corea del Norte, no tienen confianza en él o temen que sea sustituido en el futuro por un presidente como George W. Bush.

EEUU, como una alternativa a Europa, no planeó inicialmente convertirse en el líder mundial. Los estadounidenses estuvieron convencidos de que su misión era el liderazgo moral.

La idea del liderazgo real, incluído en el ámbito militar, por lo que se pronuncian hoy por hoy los opositores de Barack Obama del bando de republicanos tan sólo se originó después de la Segunda Guerra Mundial. EEUU, en esencia, tuvo que participar en dos guerras mundiales. El mundo necesitaba su ayuda. Es por ello que los estadounidenses pasaron a creer que otros países nunca podrán vivir sin el apoyo brindado por el poderoso Estados Unidos.

Por eso merece respeto la propuesta de liderazgo a partir del "poder económico, moral e innovador" hecha por Barack Obama que ni siquiera menciona el poder militar.

Obama es el presidente con quién se puede tratar y con quién es aconsejable mantener las relaciones de amistad, porque comete muy pocos errores, por lo menos en su política exterior. Su nueva Estrategia de Seguridad Nacional lo demuestra perfectamente.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Dmitri Kósirev

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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