La nueva nave orbital estadounidense, denominada temporalmente Vehículo de Pruebas X-37B, fue construida por los ingenieros de Phantom Works, una de las plantas de Boeing. Es más compacta que nunca, puesto que pesa solo 5 mil kilogramos con sus 3,3 metros de altura y 9 metros de largo.
Su lanzamiento está planeado para el 19 de abril desde Cabo Cañaveral, en Florida. Sin embargo, será el Pentágono y no la NASA el organismo que lo efectuará, debido a su intención de no divulgar su propósito y los resultados de la primera prueba.
Ya se sabe que tras la parte experimental el nuevo aparato pasará a disposición de un regimiento secreto de la Fuerza Aérea de EE. UU. Probablemente es una de las naves previstas por el antiguo programa de las Guerras de las Galaxias, en el que el Gobierno estadounidense invirtió en secreto centenares de millones de dólares.
Respecto a los grandes transbordadores de la generación saliente —unos "camiones de carga espacial"—, el aparato X-37B se asemeja más a un automóvil deportivo. Sin embargo, la NASA informó que posee una capacidad semejante para llevar objetos.
De igual manera que las naves cósmicas rusas, el nuevo vehículo será lanzado en la punta de un cohete desechable y activará sus propios propulsores sólo fuera de la atmósfera y cuando esté de regreso a la Tierra.
El enigmático Boeing puede considerarse un robot, igualmente adaptado para vuelos pilotados y no pilotados. Además, en su construcción destacan dos aletas en la cola en vez de un solo estabilizador vertical.
Sus paneles solares se desplegarán solo en la órbita para economizar combustible. Empero, lo que el proyecto permite economizar en mayor medida son los metales, debido a la envergadura de poco más de 4 metros y las ya nombradas dimensiones exteriores.
Viejo Condor
RT.net (SIC)
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