miércoles, 3 de junio de 2009

La Flota del Norte centinela de Rusia fiable en la zona polar


La parte norte de Rusia hasta comienzos del siglo XX, era una zona tranquila desde el punto de vista militar. Buques de la armada rusa aparecieron de forma permanente en esa zona a partir de la I Guerra Mundial. En este periodo comenzó la construcción del puerto Romanov del Murman (futuro puerto de Múrmansk), que se convirtió en el punto de arribo para las caravanas de buques de los aliados occidentales que transportaron para Rusia equipos de guerra y cargas afines.

Tras su fundación, el renacimiento de la Flotilla del Norte comenzó tras la Guerra Civil en 1933 con la aparición de buques pequeños de vigilancia y destructores, cuya misión principal fue la vigilancia de las aguas territoriales y las zonas de exclusión económica en el litoral norte.

La Flota del Norte fue creciendo tras la incorporación de nuevos buques, tropas de defensa costera y aviación. El 22 de junio de 1941, como el resto del país, la Flota del Norte entró en guerra tras la agresión de la Alemania nazi. La nueva Flota recibió refuerzos, y entre 1942 y 1943, del Pacífico fueron transferidos varios submarinos y destructores.

Los gobiernos de los países aliados entregaron a la Unión Soviética en arriendo con derecho a compra (leasing), una gran cantidad de buques pequeños y lanchas. En calidad de pago por retribución Italia  entregó a la URSS el buque de línea británico Royal Sovereing que fue incorporado a la Flota del Norte con el nombre en ruso de Arjánguelsk y lo mismo ocurrió con el crucero ligero estadounidense Milwakee que recibió el nombre de Múrmansk.

Las fuerzas aliadas que vigilaban convoy hacia La URSS emplazaron de forma permanente buques, hombres y armamento en las bases de la Flota del Norte, lo que facilitó el trabajo de los marinos soviéticos. Después de la notable victoria sobre el crucero de línea alemán Scharnhost, en el puerto soviético de Vaenga ancló el buque de línea británico Duke of York. Desde el aeródromo Yagodnoe, cerca a Arjangelsk, despegaron los bombarderos británicos Lancaster que hundieron el famoso acorazado Tirpitz.

Junto con buques de guerra británicos y estadounidenses, los buques de la Flota del Norte soviética custodiaron los convoy. Lanchas y submarinos y la aviación se utilizaron activamente para atacar a los buques de carga alemanes en cercanías de las costas de Noruega, mientras la aviación de caza y de defensa antiaérea protegió las bases de la Flota y el puerto de Múrmansk.

Después de que concluyó la Gran Guerra Patria (1941-1945), la Flota del Norte pasó a la vanguardia en la nueva guerra: la Guerra Fría.

Con la aparición de los bombarderos y misiles intercontinentales, el teatro de operaciones en el norte de la URSS, muy pronto fue considerado como el más cómodo y cercano entre la URSS y EEUU. Los estrategas de ambas potencias dedicaron mucha atención a ese frente potencial.

Desde el punto de vista estratégico, la Flota se convirtió en oceánica y nuclear, tras recibir los primeros sumergibles de propulsión atómica, los primeros submarinos portamisiles y también los primeros bombarderos dotados de misiles antibuque.

Además de los mares polares como el mar Blanco, de Barents, de Noruega y de Kara, la zona operativa de la Flota del Norte abarcó también todo el Atlántico y también el Mediterráneo. Para comienzos de la década de los 80, la Flota del Norte se convierte en la más grande y poderosa entre las Flotas de la URSS.

Y en esa condición se encuentra en la actualidad. A pesar de una fuerte reducción del número de buques y lanchas, en el norte del país se encuentra la Flota más poderosa de Rusia. A esa Flota está adscrito el único portaaviones ruso y el único en el mundo crucero portamisiles atómico. La Flota del Norte cuenta con la flotilla de destructores y buques antisubmarinos más poderosa de Rusia.

La principal fuerza de la Flota del Norte siguen siendo los submarinos atómicos, la mayor parte de los cuales continúan en servicio activo después de labores de modernización. Un lugar destacado ocupa la flotilla de seis submarinos del proyecto 667 BDRM que constituyen el núcleo de las fuerzas estratégicas nucleares navales. La mayor parte de esos submarinos han sido dotados de los modernos misiles balísticos Sineva con un periodo de vida útil de 15 a 20 años.

Actualmente, esos submarinos cumplen misiones bajo la capa de hielos eternos en la zona del Polo Norte, allí donde la Estrella Polar se encuentra directamente en el cenit y donde nacen las auroras boreales. Desde allí, los misiles que portan esos submarinos pueden impactar un 90% de los objetivos estratégicos más importantes del mundo.

Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Ilía Kramnik



LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDIRÁ OBLIGATORIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI

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