viernes, 3 de abril de 2009

El presidente Medvédev tuvo que dejar el dólar en paz.





La decisión de inyectar hasta cinco billones de dólares en la economía mundial es el principal resultado de la cumbre del G-20 en Londres, donde EEUU impuso su postura. Una quinta parte de esta suma irá al Fondo Monetario Internacional (FMI), para ayudar a los países más afectados por la crisis. La iniciativa rusa de crear una nueva divisa global ni siquiera se puso sobre el tapete,  constata hoy el diarioGazeta.Ru.

De cara a la reunión del G-20, Rusia propuso debatir la introducción de una moneda supranacional de reserva en sustitución del dólar, por ejemplo, a partir de los derechos especiales de giro que se usan en el FMI o sobre la base de fuertes monedas regionales, entre ellas, el rublo. A pesar de que China respaldó esta iniciativa, Rusia permaneció en la periferia ideológica de la cumbre.

El asesor del presidente ruso, Arkadi Dvorkóvich, dijo a la prensa que en la reunión londinense no se discutió el tema de la moneda global de reserva. Entre los Veinte, señaló, aún "falta la comprensión acerca de la profundidad de la reforma en el seno del FMI".

El experto Yegor Susin atribuye las recientes especulaciones acerca de la nueva moneda global al intento de asegurarse de cara a la cumbre "ciertas posiciones para canjear por otras fórmulas de compromiso". "Había cierto peligro de que este tema se sometiera al debate", dijo, "pero la mayoría de los países, entre ellos, China, tienen una posición extremadamente débil en este terreno". "En realidad, nadie toma en cuenta la postura de Rusia", agregó. "Lo demostró la reunión que los ministros de Finanzas del G-20 celebraron hace un par de semanas. EEUU pudo imponer en aquel encuentro su postura a pesar de las discrepancias con China, Europa y Rusia.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

Gazeta .Ru

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