jueves, 19 de marzo de 2009

EEUU congela sus planes antimisiles en Europa



La decisión de la República Checa de aplazar la ratificación del acuerdo que permite a EEUU instalar un radar de defensa antimisil en este país es una primera señal de que el futuro de dicho proyecto podría ser diferente a lo que se pensaba hace algunos meses, señala Andrei Fiódorov, colaborador del Consejo ruso para la política exterior y de defensa, en un artículo publicado hoy en el diario Kommersant.

La nueva Administración estadounidense tiende a enfocar el asunto de defensa antimisil en la Europa del Este desde un ángulo que es más político que militar. La palabra "canje" es clave en las señales que Washington envía últimamente a Moscú. El margen de maniobra en este caso se limita a Irán y Afganistán pero, en principio, da cabida a una fórmula de compromiso que tomaría en cuenta los intereses de Rusia.

El diálogo que desarrollan actualmente EEUU y Rusia obedece a una lógica muy sencilla: la renuncia a la instalación de sistema antimisiles en Polonia y República Checa permite desatascar otros asuntos bilaterales, relanzará las consultas sobre el desarme nuclear y allanará el camino para nuevos acuerdos importantes en este ámbito. Hay que tener prisa porque a finales del año expira el Tratado START-1 sobre la reducción de armas estratégicas ofensivas.

Semejante lógica beneficia a los intereses de ambas partes, en particular, en lo económico. EEUU se resiste a gastar miles de millones de dólares en la lucha contra amenazas hipotéticas mientras subsista algún chance de que Rusia sea su aliada fiable a la hora de solucionar el problema iraní. Es probable que la próxima reunión Medvédev-Obama, prevista en Londres para principios de abril, aporte ciertas decisiones radicales, capaces de restar actualidad al menos por algunos años al tema del escudo antimisil estadounidense en Europa.

Varsovia y, especialmente, Praga también sacarían dividendos gracias a esta variante. Podrían reducir notablemente la incandescencia política interna, evitar crisis gubernamentales y, por supuesto, mejorar las relaciones con Moscú.

Todavía es temprano para enterrar el plan del escudo antimisil en Europa, pues tiene cabilderos fuertes, en particular, en Polonia y República Checa. Ahora bien, las noticias recientes demuestran que hay una oportunidad real para evadir este "campo de minas" donde cualquier paso irreflexivo o imprudente puede causar un efecto irreparable.


Viejo Condor

RIA Novosti (SIC)

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