Hace seis meses, una extraordinaria alianza formada por Angela Merkel (Alemania), Nicolas Sarkozy (Francia), Tony Blair (Gran Bretaña) y Romano Prodi (Italia), logró aprobar, en el marco de la cumbre del G-8 realizada en el balneario alemán de Heligendamnn, un documento en el que los líderes de los ocho países más poderosos del planeta acordaron reducir en forma sustancial las emisiones de CO2 hasta el año 2050 y prometieron iniciar una ronda de negociaciones destinadas a elaborar propuestas concretas para reemplazar el Protocolo de Kioto.
Ayer, Alemania, como presidente de turno del G-8 y México, en representación del G-5, el grupo integrado por los llamados países emergentes (México, Brasil, India, Sudáfrica y China) instaron en Berlín a la comunidad internacional a seguir haciendo esfuerzos para frenar el cambio climático y buscar un nuevo tratado mundial que haga posible la protección del medio ambiente.
En el marco de una conferencia internacional, en la que participaron representantes del G-8 y del grupo de economías emergentes, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, en su calidad de presidenta de turno del G-5, recordó que la protección del medio ambiente tiene una “máxima prioridad” para su país.
“Todos los países han de participar en la protección del medio ambiente, todos tenemos que asumir compromisos porque tenemos un solo mundo y ese mundo es el que se ve afectado por el cambio climático”, dijo.
Los representaes alemanes, en cambio, recordaron que la clave del éxito contra el cambio climático pasa, por la creación de un mercado mundial de compra venta de bonos de (emisiones) de carbono, un sistema que ya funciona en la Unión Europea.
El encuentro de Berlín es el último evento que se realiza en el marco de la presidencia alemana del G-8 y coincidió con el inicio de la cumbre de Bali sobre el clima que debe trazar una hoja de ruta para las negociaciones con vistas a un tratado internacional de reducción de gases con efecto invernadero, que debería entrar en vigor cuando expire el Protocolo de Kioto en 2012.
Mientras tanto, en el primer día de la conferencia de Bali, Australia ratificó el Protocolo de Kioto, de modo que Estados Unidos se queda como el único país industrializado que no lo ha hecho. En este sentido, Estados Unidos dijo ayer que buscaría un nuevo acuerdo global para combatir el cambio climático.
“La respuesta tendrá que ser global”, dijo el líder de la delegación estadounidense, Harlan Watson, y añadió que Washington sería flexible al considerar si las limitaciones deberían ser voluntarias, el enfoque que el presidente George W. Bush prefería hasta ahora, u obligatorias, como bajo Kioto.
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