El expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, acompañó el martes a la presidenta Dilma Rousseff en un acto electoral en Sao Bernardo do Campo, reducto electoral del Partido de los Trabajadores (PT).
Durante el mismo, Lula afirmó que los votantes "no tendrán dos opciones" para hacer al país "continuar económica y socialmente sin ser subordinado al sistema financiero".
Aunque el político no hizo en ningún momento referencia directa a la líder del PSB, resultó evidente que el auge de Marina Silva, quien fue ministra de Medio Ambiente durante el gobierno de Lula, inquieta en el seno del PT.
En este sentido, el ex-presidente admitió que un eventual segundo turno entre Silva y Rousseff sería "el más largo de la historia".
"Tengo fe en el pueblo, en Dios, que el día 5 de octubre la razón y el corazón del pueblo brasileño reconocerán a una mujer que fue maltratada y torturada por un sector de la prensa de este país y ni tan solo así se rindió", afirmó en referencia a Rousseff.
Las palabras del veterano político fueron especialmente duras para la prensa conservadora de Brasil que, según él, "no soporta que los pobres prosperen".
Por último, Lula tuvo tiempo de bromear con la fama de mandona de la presidenta Rousseff al decir que "es una característica común de las mujeres".
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
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