A partir de ahora Rusia dispone de una nueva Arma: Tropas de Defensa Aeroespacial que incluirá unidades y sistemas anteriormente dispersos.
La creación de la Defensa Aeroespacial fue decretada por el presidente ruso, Dmitri Medvédev, y empezó a funcionar el pasado 1 de diciembre.
“Los operativos del Centro de Defensa Aeroespacial han iniciado su primer turno de guardia y han asumido el control sobre ataques con misiles, defensa antimisiles, defensa aérea, control del espacio y del lanzamiento y seguimiento de satélites”, manifestó el pasado jueves el portavoz de la nueva Arma, el coronel Alexei Zolotujin.
Multitud de componentes, desde terrestres hasta espaciales
Las Tropas de Defensa Aeroespacial están compuestas por:
- El sistema de alerta sobre ataques con misiles.
- El sistema de control del espacio cósmico.
- La infraestructura de lanzamientos espaciales con fines militares.
- Las unidades de Defensa Antiaérea de la Fuerza Aérea de Rusia.
- El Mando único de la Defensa Aeroespacial (su núcleo pasó a ser el sistema de defensa antimisiles de Moscú).
Las Tropas de Defensa Aeroespacial están integradas por tres componentes siguientes: el mando espacial, el mando antisimiles y antiaéreo y el cosmódromo militar de Plesetsk. De modo que el sistema de mando único dispondrá de los datos sobre los hipotéticos ataques aeroespaciales y tendrá en sus manos el de los medios de destrucción de misiles balísticos, aviones, misiles de crucero, etc.
Las Tropas de Defensa Aeroespacial tendrán bajo su control todos los radares de la Defensa Antiaérea nacional, los radares de alerta temprana sobre ataques con misiles y los sistemas de exploración orbital tanto con ayuda de medios terrestres como por satélite. Los armamentos incluyen los sistemas S-300 y el Sistema de Defensa Antimisiles de Moscú, dotado de interceptores de misiles balísticos intercontinentales.
Una herencia dispar
La creación de las Tropas de Defensa Aeroespacial es un nuevo intento de aprovechar los medios de defensa heredados de la Unión Soviética en varios sectores, como la defensa antimisiles, la defensa antiaérea, el sistema de alerta temprana y el control del espacio cósmico, así como la infraestructura espacial militar.
De hecho, todos estos elementos se iban creando de manera paralela, complementándose sólo hasta cierto punto. Muchos de los componentes de la defensa aeroespacial de la URSS eran soluciones únicas para dar respuesta a un problema muy concreto, que precisaba de tecnologías y métodos avanzados.
La doctrina actual de desarrollo de las Fuerzas Armadas es diferente. En términos generales, su idea central es bien sencilla: Rusia intenta aprovechar al máximo los recursos disponibles, sacando partido de la integración, la homologación y la normalización, aplicando el principio de “plataformas únicas” para distintos tipos de armamento y material.
Precisamente por esta razón, se hace hincapié en los sistemas existentes que no han agotado todavía su potencial de modernización (como, por ejemplo, el de Defensa Antiaérea del distrito industrial de Moscú A-135). Los ingenieros los combinan con nuevos armamentos y sistemas informáticos que las Tropas de Defensa Aeroespacial reciban en los próximos años.
No es un objetivo fácil de conseguir. En el marco de las pruebas de los controles de armamento automatizados, en más de una ocasión se ha planteado la necesidad de facilitar la integración de diferentes sistemas. Sin embargo, en la práctica resultaba que se había tratado de instalar delante del operador dos pantallas que mostraban datos de dos sistemas diferentes, pero en ningún caso intercambiaban automáticamente la información.
Además, los datos referentes al sistema A-135 son clasificados, pero la información disponible sobre el funcionamiento de su predecesor, A-35M, hacen suponer que los diseñadores de los complejos móviles de la defensa aeroespacial tendrán que trabajar duro.
Armas reales e hipotéticas
De conformidad con el Programa nacional de fabricación de armamento y material hasta 2020, las Tropas de Defensa Aeroespacial deberían incorporar en sus arsenales una suficiente cantidad de misiles antiaéreos S-400 y S-500.
A los S-500 se les asignarán las misiones fundamentales de la defensa aeroespacial.
Según informan fuentes militares, en el sistema S-500 se incluirá el misil de intercepción supraatmosférica capaz de batir blancos balísticos. El sistema S-500, según lo anunciado, se irá incorporando en los arsenales de las Tropas de Defensa Aeroespacial a partir de 2015.
Para 2015, el Instituto Radiotécnico Académico Mints, que desarrolló la mayoría de los radares de alerta sobre ataques con misiles, prometió presentar el radar Mars, analogía móvil del radar Voronezh que actualmente se suministra al sistema ruso de alerta sobre ataques con misiles.
Sería lógico suponer que estos dos componentes, es decir, el S-500 y el radar Mars se diseñen en conjunto como medios de ataque y de información del Sistema de Defensa Antimisiles.
El tortuoso camino de desarrollo de sistemas pesados llevó al Sistema ruso de Defensa Antiaérea a una situación paradójica: sin haber podido costear en 1970 una plataforma única para las Tropas de Defensa Antiaérea de la URSS, la defensa antiaérea del Ejército y la de la Marina, el Ministerio de Defensa de la URSS tuvo que comprar los tres, exigiendo la “máxima homologación” que en realidad no se logró alcanzar, dado que existían diferencias en los principios de diseño.
Como resultado, el Ejército y las Tropas de Defensa Antiaérea se vieron ante la necesidad de elegir entre dos sistemas universales y de aplicación parecida, pero distintos por su diseño: el S-400, sucesor del S-300, capaz de interceptar misiles balísticos, y el S-300VM/VMD Antey-2500, eficaz en el empleo contra objetivos aerodinámicos.
El desarrollo tecnológico hace que estos sistemas sean cada vez más parecidos.
De acuerdo con los planes existentes, se planea dotar a las Tropas de Defensa Aeroespacial únicamente de los misiles S-400 y los Vitiaz (sistemas de defensa antiaérea de alcance mediano que han reemplazado a los S-300).
Esto significa que, por una parte, las Tropas de Defensa Aeroespacial de Rusia tan sólo han entrado en la etapa inicial del proceso de integración de los armamentos.
Por otra parte, el montante del Programa de rearme del Ejército (alrededor de 20 billones de rublos, o 650.000 millones de dólares) en el contexto de luchas intestinas en la industria de Defensa, a menudo obligan a los militares a adoptar decisiones drásticas, dejando al margen algunos proyectos.
En estos momentos todavía no se sabe en qué grado se utilicen las tecnologías antibalísticas desarrolladas por el Consorcio Almaz-Antey para el diseño de los S-500. De todas formas, según se desprende de las decisiones ya anunciadas, es cada vez más evidente el interés por los proyectos de Almaz-Antey en tanto una plataforma universal.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI