Los ministros de Exteriores de los países del "Sexteto" Rusia, EEUU, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania se reunieron en Nueva York en una sesión anual de la Asamblea General de la ONU para discutir el problema iraní.
Según el titular francés, Bernard Kouchner, la reunión de ministros fue excelente ya que los participantes llegaron a un consenso.
Sin embargo, los avances registrados por los "seis" fueron mínimos. Sus intentos emprendidos desde 2003 para obligar a Irán a renunciar al enriquecimiento de uranio y dialogar sobre su programa nuclear hasta el momento no han dado los resultados esperados.
Teherán no está dispuesto a cooperar. Ni siquiera después de las últimas sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU del 9 de junio de 2010. Pero el Grupo de los seis no deja de insistir y seguirá trabajando en esta dirección.
Entre las principales potencias que están resolviendo la cuestión iraní también existen discrepancias, sobre todo porque este grupo no coincide exactamente con la composición del Consejo de Seguridad. Así, en la reunión de Nueva York siempre estuvo presente el tema del acuerdo o desacuerdo de Moscú con lo que está ocurriendo en torno a las sanciones.
¿Irán desarrolla energía nuclear civil o fabrica el arma atómica? Infografía
Vale recordar que el 9 de junio el Consejo de Seguridad impuso a Irán sanciones que se refieren exclusivamente a todo lo que pueda tener que ver con los programas nucleares iraníes. La aprobación de esas sanciones fue resultado del compromiso entre EEUU junto con Europa que son intransigentes al respecto, por una parte, y Rusia, China y algunos otros miembros del Consejo de Seguridad, por la otra.
Aún así, la resolución apenas fue aprobada, miembros del Consejo empezaron a criticar la postura adoptada por otros colegas.
La diplomacia rusa hizo una advertencia a EEUU y la UE para que no utilicen las sanciones de la ONU como un pretexto para introducir sus propias sanciones, mucho más rigurosas, que afectan los intereses de la economía y de la población iraní en general.
De lo contrario, ¿qué sentido tienen los acuerdos pactados en la ONU?
Sin embargo, los EEUU y la UE hicieron caso omiso de las advertencias al prohibir que sus empresas invierten dinero en petróleo y gas de Irán, o sea en el principal sector del país. Así surgió una situación muy complicada.
Según la advertencia de Rusia, el que los EEUU y la UE desobedezcan supone que aquéllas fueron las últimas sanciones impuestas con participación de Rusia, y, por lo tanto, de la ONU.
Cuando pregunté si era así y si no habría más sanciones, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, al abandonar la reunión del sexteto contestó lo siguiente: "A nosotros nos atañe llevar a cabo las decisiones tomadas".
Sea como fuere, es evidente que Rusia no disimula su descontento con las sanciones "adicionales". Aquí están las citas de Lavrov hechas en vísperas en el seno de la ONU: "... ya hace mucho que fue alcanzado el consenso sobre la necesidad de observar los llamados límites humanitarios de las sanciones, no admitir que afecten la población civil y el desarrollo social y económico... Al mismo tiempo, no podemos dejar de expresar nuestra seria preocupación por la persistente práctica de las medidas coercitivas unilaterales, introducidas por algunos estados de manera arbitraria... por encima de lo previsto por la Carta de la ONU y por la resolución del Consejo de Seguridad. Estamos convencidos de que es menester acabar con... semejante práctica".
¿Se trata de una confrontación? Pero ahora son tiempos un poco diferentes. Ya se aprecia como un valor independiente el afianzamiento de la cooperación, aunque sea frágil por ahora, entre todos los jugadores clave de la política internacional: la UE, China, EEUU y Rusia.
Este valor no es nada menos importante que la cooperación con Irán en el campo nuclear. De ahí que todo lo que está ocurriendo en torno al problema (incluida la sesión del "sexteto" en Nueva York) son intentos delicados de alcanzar un equilibrio.
Por ejemplo, no es casual que la reunión de los "seis" coincidiera con la publicación en Rusia del decreto de presidente Dmitri Medvédev que prohíbe suministrar a Irán misiles S-300, carros blindados, aviones, helicópteros y buques de combate, al igual que su tránsito a Irán por el territorio de Rusia (que puede ser relevante para algunos países).
Misiles antiaéreos S-300P. Infografía
Además quedan prohibidas las operaciones financieras con los iraníes, si estas operaciones pueden tener que ver con la actividad nuclear de Irán. De acuerdo con el decreto, los iraníes que estén vinculados con los programas nucleares de su país no pueden entrar en Rusia o pasar por su territorio.
Pero es de notar que el decreto presidencial corresponde completamente a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU del 9 de Junio, por las cuales Rusia votó y las cuales son ahora obligatorias para todos.
Moscú no toma medidas que conduzcan a que los pescadores o petroleros iraníes pasen hambre. No es nada parecido a las sanciones adicionales de la UE y EEUU.
La idea principal de todas las reuniones acerca de Irán es la necesidad de reanudar las negociaciones entre Teherán y el Grupo de los seis. Lo discutieron allí el Secretario General de la ONU Ban Ki-moon con el presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad.
A ello llama también el vocero del Departamento de Estado Philip Crowley al decir que hace falta entender "cómo progresan los esfuerzos de atraer Irán a un diálogo constructivo". Ojalá la reanudación del diálogo ponga punto final a esta historia.
Viejo Condor
RIA Novosti (SIC)
Dmitri Kósirev
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE RIA NOVOSTI.